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Oposición, ¿entre disidentes o tránsfugas?

La alianza opositora Unidad Demócrata (UD) expulsó a tres de sus legisladores (Santos Paredes Mamani, Víctor Alonso Gutiérrez y Margarita del Carmen Fernández) luego de acusarles de “transfugio” político, pues ellos se adscribieron al recurso planteado por el oficialista MAS para que el Tribunal Constitucional habilite al presidente Evo Morales como candidato a la reelección sin los actuales límites establecidos en la Carta Magna. ¿Son tránsfugas o disidentes? ¿Cuáles son los derechos políticos de los diputados afectados?

Armando Ortuño, especialista en asuntos electorales, considera que la decisión de la oposición expresa “una debilidad de su estructura orgánica”, porque la conformación de sus cuadros es en realidad “una colección de personalidades”. El analista recuerda la vigencia del derecho político a la disidencia, figura que aún no está regulada en el actual ordenamiento legal, pues resta el debate en el Legislativo de la nueva norma sobre organizaciones políticas.

El artículo 28 de la Ley de Partidos Políticos de 1999 establece como falta grave “la acción por la que un senador o diputado, desde el momento de su elección, se incorpore a un partido distinto de aquel por el cual fue postulado (y electo) o se declare independiente a cambio de una prebenda o beneficio económico o político”. En tal caso, señala que se procederá a su separación temporal o definitiva en demanda del partido afectado.

La resolución de UD dice que los legisladores “vulneraron la decisión del pueblo con la presentación de adhesión a los objetivos inconstitucionales del MAS irrespetando las disposiciones asumidas al interior” de la bancada.

El politólogo Franklin Pareja cree que esta acción forma parte de la cultura política boliviana y que no es un “hecho aislado”, puesto que se muestra que la militancia a una organización más que por “convicción es por intereses”. El jefe de bancada de UD, Wilson Santamaría, lamenta la decisión de los diputados a cambio de recibir “privilegios” al interior de la Asamblea Legislativa, con el respaldo del MAS para que sus decisiones favorezcan al oficialismo. “Así nos quedemos 10, vamos a expulsar a todo aquel que no cumpla con el mandato del ciudadano”, apostilla.

Sobre los principios de pluralidad y el derecho a la disidencia, el legislador admite que en UD “es difícil mantener la homogeneidad y respeto”, porque son de distintas fuerzas y  por eso se espera que sus miembros respeten principios mínimos de la alianza y actúen con ética. Aclara que junto al senador Óscar Ortiz tiene la responsabilidad de coordinar las acciones de Unidad Nacional y Demócratas en el Legislativo.

A decir del diputado del MAS Manuel Canelas es preocupante la inexistencia sostenida de un proyecto coherente en la oposición, lo que en el caso de UD no es una situación coyuntural, sino que se arrastra desde las filas de Podemos y Convergencia Nacional. “Es difícil pensar en un proyecto de país si no se tiene un proyecto como bancada. Este es un dato negativo para la gente, para la oposición y también para la salud de la democracia”, afirma.

No obstante, Pareja recuerda que en el MAS también se ha registrado esta figura. Entre los antecedentes está el de la diputada Rebeca Delgado, que a título de “libre pensante” rompió con el oficialismo pero no perdió su curul. O el alejamiento del MSM del diputado Javier Zavaleta por divergencias ideológicas, quien luego se hizo parte del MAS.

Ortuño sostiene que si bien dentro de los partidos sus miembros pueden tener posturas distintas también deben mantener disciplina, pues esto muestra la “coherencia” de un frente. En esa línea, el analista precisa que si se establece que los legisladores incurrieron en transfugio político “es válido y legítimo” que se aplique la sanción, aunque hasta el momento no se dio ningún caso de pérdida de curul.

Gutiérrez, elegido en esta gestión como uno de los vicepresidentes de la Cámara de Diputados tras alejarse de UD, no fue expulsado sino hasta el 25 de octubre a merced del recurso de repostulación. El alejamiento de Paredes tampoco es reciente, mientras que Fernández marcó distancia con los opositores solo cuando se adscribió al recurso del oficialismo.

Fernández afirma que su decisión   fue personal y que el TCP decidirá si esta petición procede o no y que presentará sus descargos para evitar la pérdida de su curul. En tanto, Gutiérrez niega que haya cometido transfugio porque no fue parte de UD.

Para el senador Milton Barón (MAS), la expulsión de estos legisladores “expresa intolerancia” de la oposición y una falta de democracia interna; niega que haya transfugio pues no se pasaron al oficialismo y solo apoyaron un recurso del oficialismo.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha trabajado en la redacción de una nueva normativa que será considerada en breve para regular el funcionamiento de las organizaciones políticas, pues en la actualidad no solo se reconoce a los partidos. El vicepresidente del TSE, José Luis Exeni, adelantó que con la nueva ley la democracia interna de los partidos estará sujeta a regulación.

Diferencias por norma desnuda división en UD

El proyecto de ley presentado al Legislativo para garantizar la paridad y alternancia de género en los binomios presidenciales causó tensión y desnudó la división existente entre los miembros de la alianza opositora Unidad Demócrata (UD).

La norma fue presentada el 11 de octubre a la presidencia de la Cámara de Diputados por los diputados de UD Fernanda San Martín, Jimena Costa, María Isabel Bustamante, Norman Lazarte, Marcela Vásquez, Margarita Fernández, y del PDC Norma Piérola y Jhovana Jordán, pero causó tensión con otros miembros del partido debido a que no habría una cohesión para respaldar el proyecto de ley.

La anterior semana, la diputada Jimena Costa denunció presiones internas, entre ellas del senador Óscar Ortiz, para evitar que la propuesta legislativa tenga respaldo y afirmó que no existe la necesidad de que la bancada de UD apruebe dicha iniciativa.

El analista político Armando Ortuño dice que al interior de las organizaciones políticas existe la necesidad de que haya una “coherencia política” con las iniciativas legislativas que impulsan, con las decisiones y orientaciones que tiene la bancada.

A decir del politólogo Franklin Pareja, esta situación muestra una “divergencia y una visión no compartida” en la alianza de UD porque afecta intereses de sus miembros y forma parte del debate constante sobre la equidad y paridad de género que está muy por encima de las cuestiones políticas.

El jefe de bancada de UD, Wilson Santamaría, manifiesta que aún no se analizó el proyecto de ley en la bancada y se prevé que se realice esta semana para luego asumir una postura.

Para Manuel Canelas, diputado del MAS, es una norma “interesante” pero que no comprende por qué despertó tanta suspicacia y nerviosismo al interior de la bancada de UD. Pese a las presiones, afirma que se presentó al Legislativo y podrá discutirlo.

La iniciativa busca modificar el artículo 52 de la Ley del Régimen Electoral y establecer que la elección del presidente y vicepresidente se haga en circunscripción nacional única, mediante voto universal, de las listas de candidatos “con paridad y alternancia en equivalencia de derechos de género”.