Se necesita una solución estructural
El dirigente anticipa más presión y predisposición de dialogar sobre los problemas que afectan al sector.
Los médicos de base de los nueve departamentos del país han instruido a nuestra dirección nacional no levantar las medidas de presión y por ello se ratificó el paro general indefinido. Entre las causas para asumir esta determinación están las declaraciones soberbias y autoritarias de la ministra de Salud, Ariana Campero, y de autoridades gubernamentales que manifestaron que no se harán modificaciones a las normas que establecen la regulación del sector público, de la seguridad social y privada, así como el anuncio de que se harán descuentos y se despedirá a los profesionales.
La medida también fue asumida por la grave situación que el sector médico atravesó el 19 de diciembre, cuando a raíz del enfrentamiento con los efectivos de la Policía varios médicos resultaron heridos y fueron arrestados como delincuentes. Ante este escenario, se ha visto que la situación actual es insostenible.
Por este motivo, hemos pedido que el presidente Evo Morales pueda abrir un espacio de diálogo y dar una solución definitiva a la salud de nuestro país y que escuche a la directiva de los profesionales de salud sobre la verdadera situación que vivimos. No queremos que haya más médicos heridos y ni que se los persiga porque la población, el sector universitario y los transportistas expresaron su apoyo a este movimiento.
Los Comités Departamentales de Salud (Codesa) en el país están consolidando los mecanismos de presión y de movilización para que nuestras demandas sean atendidas.
En esa línea, las estrategias de la movilización se asumen por mandatos de las asambleas departamentales y se está analizando engrosar los piquetes de huelga de hambre y la adhesión de más sectores de especialidad médica como ginecología, terapia intensiva, anestesiología y otros. En tanto, la Sociedad Boliviana de Traumatología ha decidido no atender en el sector público y privado hasta que se dé una solución.
En las bases del sector hay molestia por los actos de discriminación y desprecio del trabajo de los profesionales antes de dar una solución al problema. Las amenazas de descuento y despidos del personal médico de parte del Ministerio de Salud también han causado malestar, por lo que pedimos que la ministra Campero ya no sea la interlocutora en este conflicto y solicitamos hablar de forma directa con el Mandatario.
La dirigencia está en sesión permanente en La Paz para establecer un diálogo y explicarles las condiciones de solución de esta crisis y de acuerdo con los resultados de la reunión se consultará a nuestras bases el definir las acciones a seguir o levantar las medidas de presión.
Hemos sido agredidos y con la normativa aprobada que establece la creación de la Autoridad de Fiscalización y Control de la Seguridad Social de Corto Plazo y los Subsectores Público y Privado de la Salud, que entre otros aspectos, regula los aranceles en el sector privado, así como la Ley del Código del Sistema Penal que regula los daños a la salud o integridad física por mala práctica se pone en riesgo el ejercicio de la profesión.
El cuerpo médico se ha formado en Bolivia gracias al sacrificio de nuestros padres pero también gracias a un esfuerzo de años de estudio que nadie va a desmerecer porque solo los que lo han hecho y continúan estudiando saben lo que significa. El objetivo de nuestra formación es estar al servicio de la población pero no para que nos criminalicen.
Por eso, los médicos más que nunca estamos unidos y pedimos que el Primer Mandatario dé una solución estructural a este problema debido a que no creemos en sus intermediarios porque lo único que hacen es agravar la crisis con sus declaraciones soberbias e impositivas.
El Presidente siempre afirmó que gobernará escuchando al pueblo y nosotros también somos parte del mismo y necesitamos ser escuchados y que se alcance una solución.
- Aníbal Cruz es presidente del Colegio Médico de Bolivia