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Caen las no tradicionales

El análisis que hacemos se basa en el comportamiento de los números a escala mundial y de los commodities en Bolivia en términos de precio, producción, rendimiento y el desarrollo de esas tendencias. Así, la economía mundial tuvo una recuperación, pero en Bolivia hay un cortocircuito entre la política y los indicadores en el ámbito global.

En América Latina hay un comportamiento de crecimiento y esto también repercute en el país, pero aún nos estamos durmiendo en nuestros laureles diciendo que somos la economía que más crece. ¿Sobre la base de qué estamos creciendo? Eso es lo que tenemos que analizar.

La causa de los números positivos registrados en la región y el mundo tiene que ver con el hecho de que las matrices productivas no tradicionales se recuperaron, tanto en el agro, agroindustria, como en la manufactura, a partir de políticas de desarrollo e incentivos económicos y ahora Bolivia debe analizar estas situaciones.  

Las exportaciones tradicionales en el país tienen una recuperación. Los hidrocarburos subieron de $us 1.865 millones en 2016, a $us 2.236 millones en este 2017. Similar situación pasa con los minerales, que de $us 2.449 millones en 2016 llegarán a $us 2.977 millones al término de 2017.  Pero, lamentablemente cayeron las exportaciones no tradicionales de $us 1.656 millones, el año pasado, a $us 1.287 millones en este 2017. Son $us 369 millones menos que circulan por la economía formal del sector privado y eso es algo que afecta el día a día de las empresas del país.

Es una pena que la actividad generadora de empleos, la que atrae inversiones, genera crecimiento y que puede ponerle el hombro en época de precios bajos a la economía es la que hoy no está siendo apoyada para tener su crecimiento, como son las exportaciones no tradicionales. En términos de logística, a nivel carretero, caen en un 25%. ¿Cuál es el resultado? Menos inversión en el sector transporte, menos inversión en unidades de transporte, menos empleos y menos salarios. En la parte ferroviaria, el asunto se mantiene, pero también hay una caída, la mejoría fue cuando entró en funcionamiento en exportación el sector de cemento en Yacuses. En la vía fluvial lo propio, hay un decrecimiento del 18% de las exportaciones no tradicionales.

¿Cómo están nuestras proyecciones para terminar 2017? Es probable que nuestro país termine con $us 7.800 millones de exportación y Santa Cruz con $us 1.925 millones. La preocupación es cómo vamos a quedar en aquellos sectores que nos preocupan y esto es porque han mejorado algunos precios y no porque hayamos exportado mejor o más, salvo que haya entrado en funcionamiento la planta de Incahuasi.

Sin embargo, hay que destacar el acta de entendimiento realizado el 19 de diciembre, entre el Gobierno con el empresariado privado, porque en el caso de la liberación de las exportaciones hay la decisión del presidente Evo Morales, pero falta plasmarla con normativas nacionales.

Decretos supremos que permitirán la liberación del sorgo, de los productos cárnicos, del sector azucarero, el alcohol y los derivados de la caña, siempre y cuando se garantice el mercado interno, como se lo ha hecho en los últimos años.

Luego el complejo oleaginoso es un poco más complejo, ya que no solamente es el productor del grano, sino que hay otros sectores de por medio como los avicultores, los porcicultores y los consumidores de los derivados del grano, o sea el productor, la industria y los exportadores.

Toca ver el tema de madurez institucional sectorial para poder ponerse de acuerdo en las condiciones internas, sin el intervencionismo del Estado una vez que se tengan los decretos, que se garantice en el abastecimiento de granos en una industria que actualmente es deficitaria.

Por ello es necesario que se eliminen los cupos internos y las bajas de precios que se tenían, generando una distorsión en el mercado interno y en la propia industria.

Esto con la finalidad de volver a recuperar lo que se tenía en 2007 y 2008, cuando nosotros hacíamos la exportación y se podía negociar precios y aprovechar mejor las condiciones en el mercado internacional.

De esa manera, tener solidez de abastecimiento y buena relación en el mercado interno, entre el productor, el procesador (industria), el exportador y los consumidores.

Ahora los tiempos los conoce el Gobierno nacional y sabe cuál es el momento adecuado para dar vía libre a la exportación sin restricción.

Lo ideal es que se pueda dar a la brevedad posible y además hay el tiempo prudente para ponernos de acuerdo con los sectores para el abastecimiento del mercado interno para su posterior exportación.