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Gabinete para un año preelectoral

Sería bueno que haya algunos cambios, porque siempre son positivos para conformar un gabinete técnico-político, con el fin de prevenir conflictos sociales que con el tiempo crecen, pero que se pueden resolver escuchando las necesidades de los sectores, haciendo una explicación o despejando malas interpretaciones.

En ese sentido, es importante que un posible nuevo gabinete ministerial, como en otras ocasiones, pueda solucionar y tomar sus previsiones cuando se presenten conflictos sociales antes de que ocasionen perjuicios a la población.

El presidente Evo Morales ha establecido una línea respecto de los cambios anuales en su gabinete ministerial y si bien a los movimientos sociales les corresponde evaluar el desempeño, es él quien toma las decisiones como Jefe del Estado.

En todo caso, entre los cambios que se deben hacer para constituir un gabinete técnico-político está el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, ya que la fortaleza está en el área económica y, quizá, el retorno del exministro Luis Arce sería beneficioso.

De otro lado, se ha demostrado debilidades en el sector salud y educación, por lo que se requiere de cambios. En mi criterio, es necesaria una renovación no solo de los ministros sino también de los viceministros en el área social y de salud.

En el área política también se requiere de ministros con un mayor discurso político e ideológico, que socialicen el trabajo que realiza el presidente Morales y que tengan un mayor acercamiento con organizaciones sociales. En tanto, en el área técnica se necesita que las autoridades tengan conocimientos profundos para encarar tareas específicas porque este 2018 se caracterizará por la industrialización y la diversificación de la economía boliviana.

También, se precisa que las autoridades den a conocer a los militantes y a la población las profundas transformaciones de este proceso y que tengan un mayor discurso político en los medios de comunicación y en todos los escenarios de debate.

En mi criterio, la evaluación sobre los resultados del actual gabinete ministerial deja un saldo positivo porque los ministros acompañaron la gestión del Presidente, aunque alguno de sus colaboradores no ha tomado las previsiones para lograr soluciones inmediatas de algunos de los conflictos sociales complejos.

En esa línea, muchos de los ministros deberían ser ratificados, pero otros deberían ser reemplazados.

Ahora bien, el retorno de los exministros Juan Ramón Quintana, David Choquehuanca y Luis Arce sería muy beneficioso, porque éste será un año preelectoral y seguramente estará plagado por conflictos artificiales que serán promovidos por los partidos de la derecha.

El exministro Arce es una pieza clave para el manejo de la economía, así como Quintana para solucionar los conflictos como el problema del agua, entre otros, y Choquehuanca que tiene un vínculo muy fuerte con los movimientos sociales. Estos cambios serían positivos, pero esa es una atribución solo del Presidente.

En ese sentido, entre los desafíos para el nuevo equipo están consolidar la diversificación de la economía, dejar de ser un país productor de materias primas, dar continuidad a la estabilidad económica y buscar mayores beneficios a los sectores invisibilizados por la sociedad.