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Vivimos en un país racista

La denuncia presentada por el senador de la opositora Unidad Demócrata (UD) Edwin Rodríguez y el diputado del mismo frente político Rafael Quispe ante el Comité Nacional Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación para que éste se constituya en parte denunciante de oficio ante el Ministerio Público en contra del vicepresidente Álvaro García por la difusión e incitación al racismo y la discriminación —durante un acto público que fue transmitido en el ámbito nacional por la televisora estatal Bolivia Tv— no es clara porque los legisladores de forma directa podían haber interpuesto la acusación ante la Fiscalía y no buscar ningún intermediario.

Asimismo, en la demanda existen contradicciones debido a que inicialmente establecen que la acusación es de orden público y luego señalan que tiene un carácter privado.

No obstante, haciendo un análisis de la denuncia es necesario informar también que tenemos otras acusaciones referidas a que el presidente Evo Morales de forma permanente recibe un trato racista y discriminatorio, y quienes incurren en estos actos son las mismas personas que hicieron la queja en contra del Gobierno.

Ante esto, el comité evalúa las acciones que asumirá. Un camino es desestimar la acusación porque no se ha hallado ningún argumento que haya ofendido a alguna persona en particular con hechos o insultos contra su dignidad, porque el vicepresidente García hizo afirmaciones generales y se refirió a los discursos y estribillos permanentes que se realizaron en las medidas de protesta.

Y el otro camino es consolidar la denuncia ante la Fiscalía donde es posible que sea desestimada.

Las protestas realizadas por los diferentes sectores, en estos meses, han estado cargadas de actos de racismo contra el Jefe del Estado. En las movilizaciones se escuchaban estribillos con contenido racista contra el Presidente y algunos ministros.

En ese sentido, si los denunciantes pretenden afirmar que la respuesta del Ejecutivo es racista, lo primero que se debe analizar son las acusaciones que se presentaron antes sobre los actos de racismo cometidos contra el Mandatario.

En el XVII Congreso Ordinario de la Federación Departamental Única de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de La Paz “Bartolina Sisa”, el Vicepresidente denunció este mes que “racistas colonialistas” quieren sacar del Palacio de Gobierno al presidente Morales. Entonces, la autoridad manifestó: “Hermanos (quiero) decirles lo siguiente, a estos racistas y colonialistas, no les tenemos miedo, que nos insulten, que nos escupan, (pero) los vamos a derrotar organizados, los vamos a derrotar movilizados, porque somos gente de la pelea, solo pido a mis hermanos y hermanas mantenerse unidos, mantenerse alertas, mantenerse en emergencia, debido a que solamente derrotando a esos racistas vamos a poder dar estabilidad”.

Los actos discriminatorios continuarán debido a que vivimos en un país racista. Algunas personas cometen estas acciones porque rechazan que el Presidente sea de origen indígena y que éste haya realizado un mejor manejo del país y más aún que continúe en el cargo.

Esto lo único que hace es convocar y provocar la violencia y podría terminar en una confrontación. En ese sentido, es necesario efectuar una reflexión ya que si bien hay reivindicaciones sociales de los diferentes sectores el incurrir en este tipo de actos racistas lo único que hacen es consolidar una polarización en el país.