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La movilización debe continuar

Sin duda podemos asegurar que el paro fue contundente y exitoso, y esperamos que sirva para que el Gobierno lea correctamente lo que pide el pueblo, que no es otra cosa que el respeto a sus derechos, a su voto y a vivir en democracia plena. Hay que felicitar al pueblo boliviano que ratificó la voluntad expresada el 21 de febrero de 2016.

Nadie puede desconocer lo que sucedió en la ciudad de La Paz, hace años que no paraba como en esta oportunidad, allí como en suelo cruceño, cochabambino y en toda Bolivia hubo protestas de rechazo.

Siempre habrá alguien que quiera menoscabar lo que sucedió, pero sí se paralizaron actividades, al margen, obviamente, de las oficinas manejadas por el Gobierno, donde la gente ha sido fundamentalmente obligada a trabajar.

Pese a que se criticó la cantidad de personas movilizadas, éstas salieron de manera espontánea y voluntaria a las calles, a las rotondas, a las avenidas y a las plazuelas a hacer cumplir la determinación.

Que el Gobierno salga a decir que la medida fue un fracaso no tiene ningún asidero, ellos están haciendo su trabajo y en esa lógica están tratando de menospreciar la movilización ciudadana, la voluntad expresada. En todos los lugares se trataba de vecinos, ciudadanos que se organizaron para hacer efectivo el paro.

El pueblo es lo suficientemente maduro como para darse cuenta de que lo único que busca el Gobierno es justificar su actitud, cuando debería actuar al contrario.

Como dice la Constitución y pregonan ellos, deben gobernar obedeciendo al pueblo; sin embargo, cuando el pueblo les pide algo lo primero que hacen es reprimirlo.

Mientras los comités cívicos, los colectivos ciudadanos y la ciudadanía en general salieron de forma voluntaria en defensa de la democracia y de nuestros derechos, la marcha del MAS se llenó por obligación con presencia de los funcionarios y los sectores sociales. Así, el Gobierno compra conciencias y lealtades.

Este movimiento es cívico ciudadano, no tiene tinte político y menos un interés partidario. Estamos peleando por principios, por nuestro derecho a vivir en democracia, por el respeto a nuestro voto, no estamos buscando candidaturas como pretende hacer ver el oficialismo cuando falta más de año y medio para que se abra la posibilidad de convocatoria a las próximas elecciones.

El éxito se debió a la buena coordinación desarrollada, lo que se reflejó en la contundencia del paro en el ámbito nacional. Evidentemente, los escenarios no son los mismos en toda Bolivia, hacer un paro en Pando no es igual que en Santa Cruz, tiene otras connotaciones, pero lo importante y lo que hay que rescatar es la decisión del pueblo boliviano de seguir defendiendo el derecho a vivir en democracia, con libertades plenas, que los gobernantes, cualquiera que sean, se sometan a la Constitución Política del Estado, a las leyes del Estado y obviamente a la decisión del pueblo en las urnas.

Nuestro trabajo no ha terminado, en principio, vamos a llevar una consulta ante la Organización de Estados Americanos (OEA) para que haga una interpretación del artículo 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos o el Pacto de San José. Esta es la única instancia que tiene la facultad y la atribución de interpretar lo que establece dicho artículo, por lo tanto es una de las primeras acciones que se están tomando y para ello estamos recolectando firmas. Según nuestros cálculos ya hemos superado las 100.000 y eso nos da legitimidad.

Asimismo, estamos demandando, a través del Comité de Defensa de la Democracia y una de las plataformas ciudadanas y personas civiles, la nulidad del fallo del Tribunal Constitucional. De ahí para adelante hay una reunión que se llevará a cabo la próxima semana, posiblemente en Oruro, para evaluar nuestras acciones y nuevamente generar una nueva agenda de actividades del movimiento cívico nacional.

Quiero pedirle al pueblo boliviano mantener esta lucha, todos los días van a ser 21 de febrero, tenemos que estar en movilización permanente y no dejar que pisoteen nuestros derechos, que nadie se burle de nuestro voto.