Beth Stephens: ‘No fue fácil hacer entender la realidad de Bolivia’
La abogada estadounidense evaluó la sentencia del juicio iniciado en 2007 y su trascendencia.

El miércoles, un día después de que el jurado estadounidense declaró que el expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su exministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín son “responsables” de “ejecuciones extrajudiciales” en los hechos de octubre de 2003, Beth Stephens, abogada norteamericana de los familiares de las víctimas, atendió a Animal Político durante su estadía en La Paz para evaluar el fallo del juicio civil, iniciado en 2007, y las dificultades que hubo en la sustanciación del caso, por ejemplo hacer entender a una Corte extranjera la realidad boliviana y su cultura de protesta.
— ¿Cómo ha recibido el fallo emitido en Estados Unidos?
— Lo vemos como un paso histórico para Bolivia porque pese a que Sánchez de Lozada y Sánchez Berzaín huyeron a Estados Unidos ha sido importante que los familiares de las víctimas de octubre de 2003 sigan detrás de ellos y que se haya logrado un fallo que declare que esas exautoridades son culpables de la masacre de Octubre. Esta decisión es fundamental y muestra que hay justicia y que las personas no pueden evitar las consecuencias cuando violan los Derechos Humanos.
— ¿Cómo se vincula con el caso de los familiares de las víctimas?
— Tengo décadas de trabajar en juicios civiles en representación de las víctimas de violaciones de Derechos Humanos. Cuando unos amigos me dijeron que estaban trabajando en el caso sobre Bolivia me apunté porque era muy importante que un expresidente como Goni sepa que no puede evadir su responsabilidad pese a que huyó a Estados Unidos.
— ¿El veredicto de este caso ha generado jurisprudencia?
— El caso puede incidir en que la gente y autoridades piensen más antes de incurrir en la violación de Derechos Humanos y eso es muy importante. Pero también, el resultado ha sido fruto de un arduo trabajo de más de 10 años y los demandantes han tenido una fuerza increíble y no es fácil que otros lo hagan.
— ¿Cuáles han sido las dificultades registradas en el proceso?
— Creo que recoger las pruebas y los argumentos legales (…) y presentarlos de una forma en la que el juez y el jurado norteamericano lo puedan entender, lo cual no fue fácil porque en septiembre de 2003 hubo bloqueos y eso que era normal en Bolivia no lo entendían en Estados Unidos (…) y les parecía increíble. Fue difícil hacer entender la realidad boliviana, la necesidad de tener un país así, la marginación de los indígenas por tanto tiempo y toda la cultura de protesta de Bolivia.
— ¿Qué argumentos fueron los que desarmaron la defensa?
— Para mí fue vital que más de cinco personas declararon en diferentes días y lugares que vieron a soldados disparando a los civiles sin justificación, pues la gente no portaba armas, además que dos o tres personas escucharon a oficiales decir que disparen a cualquier cosa que se mueva y eso tuvo un impacto muy fuerte (…) Eso mostraba una fuerza militar masiva que disparó a los civiles de modo indiscriminado.
— ¿Por qué fueron vitales las declaraciones de los soldados que dijeron que fueron obligados a disparar a civiles?
— Fue fundamental que los soldados cuenten lo que pasó, pero también que expresen que no querían disparar porque esto mostraba que no tenían miedo de que alguien dispare en contra de ellos y eso evidenciaba que dispararon sin ninguna justificación, pues si los civiles hubieran estado disparando los soldados no hubieran tenido problema en responder, eso no ocurrió así.
— ¿Es posible que el juez revierta el veredicto del jurado?
— Es posible, pero muy difícil y muy raro que el juez rechace la decisión del jurado (…) y que establezca que ese fallo no fue razonable; porque en el sistema, el papel del jurado es decidir, con sentido común, sobre los hechos como lo que ocurrió en este caso que dictaminó que ambas exautoridades fueron responsables de los hechos de octubre de 2003.
Pérfil:
Beth Stephens resalta que el fallo emitido en Estados Unidos en favor de los familiares de las víctimas de los hechos de octubre de 2003 da un mensaje a las autoridades de que no pueden evadir su responsabilidad por la violación de los Derechos Humanos.
Profesión: Abogada y tiene una maestría en la Universidad de Berkeley. Cargo: Jurista de Centro de Derechos Constitucionales de la Universidad de Harvard.
En 1995, Stephens recibió un galardón como abogada litigante del año en reconocimiento a su trabajo en litigios internacionales de Derechos Humanos.