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Buscamos equilibrios

El Banco Central de Bolivia (BCB) ha tenido mucho cuidado y ha trabajado con mucho sustento para poner en circulación la Primera Familia de Billetes (PFB) del Estado Plurinacional. Es necesario entender que somos una sociedad muy conservadora, pensamos que lo que se tiene debe durar para siempre, lo cual no es así y eso funciona en todo sentido. En el caso de los nuevos billetes, hace tres años que se han realizado consultas a diferentes instituciones sobre los temas históricos y otros en los que no hay claridad.

Bolivia se ha construido a partir de valores coloniales de líderes con tez blanca y varones. Esa línea discursiva, racista y machista, estuvo presente desde la fundación del país y por eso hubo problemas para hallar los orígenes de los líderes indígenas, así como sus datos personales.

Ante esto, el instituto emisor ha efectuado varias consultas al Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas, al Viceministerio de Descolonización y a diferentes instituciones sobre estos líderes indígenas y su aporte a la historia nacional.

La iconografía y los personajes que están en los nuevos billetes tiene, además, el asidero normativo de la Constitución Política del Estado (CPE) que establece que una de las tareas del Estado Plurinacional será crear y fortalecer las identidades de Bolivia.

Ahora bien, la ausencia de líderes indígenas en la historia oficial del país está inmersa en el proceso de construcción del Estado así como de su anterior diseño institucional que es el reflejo de una tendencia muy clara al desclasamiento y la alineación; de hecho, la primera Carta Magna disponía que para que una persona sea considerada boliviana debía saber leer y escribir, pero como la mayor parte de los aymaras, quechuas y guaraníes no eran instruidos, simplemente no eran considerados ciudadanos y la participación de sus líderes en la historia, a pesar de su aporte, no tenía ningún valor.

La construcción del país pretendía asemejarse a Europa y con ello se negó su territorio, a sus habitantes y sus identidades; se buscó conformar otra identidad que finalmente fracasó.

En ese sentido, los nuevos billetes que serán incorporados en todos sus cortes hasta diciembre de este año tienen el propósito de recuperar la identidad de Bolivia, la lucha de sus líderes ante los invasores para evitar el sometimiento de los pueblos y dar valor a los sitios patrimoniales y naturales, la flora y la fauna; con representatividad nacional, regional y de género. Asimismo, pretende recuperar la historia clandestina en los tiempos actuales de insurgencia de las culturas.

Bolivia es una potencia cultural y lo hemos negado porque nos han hecho creer que todo lo que es extranjero es considerado cultura y no lo que nosotros tenemos. Por ello, uno de los objetivos de la Nueva Familia de Billetes es construir una identidad verdaderamente boliviana desde adentro.

Con la construcción de la nueva Casa del Pueblo, del nuevo Palacio Legislativo y de otros edificios, que han sido cuestionados por varias personas, se busca sellar el proceso de cambio con otras miradas.

Por ejemplo, cuando se construyó el nuevo Ministerio de Economía  —que es uno de los pocos edificios propios que tenemos debido a que estábamos acostumbrados a alquilar casas para el funcionamiento de las entidades estatales—, para nosotros lo más importante era dejar de pagar la gran cantidad de recursos por los alquileres. Ante eso, pese a que hubo una serie de cuestionamientos a la edificación de esa cartera, solo eran excusas para que se sigan alquilando las casas y para continuar conservando la época colonial en los edificios, así como en las calles.
Pero es necesario resaltar que ambas infraestructuras —el Ministerio de Economía y el Palacio presidencial— sellan un proceso de cambio irreversible donde los indios también son parte de la ciudadanía boliviana y que todos tenemos derechos y obligaciones.

Finalmente, respecto a las críticas de opositores y otros sectores de que los recursos gastados para el lanzamiento de la Nueva Familia de Billetes deberían destinarse a otras áreas de mayor prioridad, éstas no tienen ningún fundamento y ellos no tienen moral para cuestionar debido a que en los gobiernos neoliberales no han hecho cambios importantes en beneficio del país.

Este tipo de posiciones son frecuentes, pero lo que nosotros buscamos en el fondo es establecer un equilibrio y que se respeten los derechos de todos, de hombres y mujeres, así como de todos los líderes indígenas que fueron negados.