Icono del sitio La Razón

A China se le puede ofrecer sobre todo alimentación

En ambientes todavía alquilados, el actual embajador de Bolivia en China, Heriberto Quispe Charca, habla a los periodistas de La Razón de visita en ese país acerca de los grandes y pequeños problemas de la legación boliviana en la nación de mayor población en el mundo; de cómo hace apenas dos años era el único funcionario, cómo ahora son tres y cómo está tramitando la compra y construcción de la embajada boliviana en ese país; cómo, también, allí está una de las mayores oportunidades de mercado para el producto boliviano; alimentos, en especial.

— Tenemos entendido que son pocos en la embajada

— Somos tres.

— Usted y quiénes más…

— Yo como embajador, el ministro consejero y un primer secretario. Hablando de esto del personal, en enero de 2017 vino a visitarnos el Embajador de Cuba, y justo en ese entonces estaba yo solo…

— ¿Solo una persona aquí?

— Así es, posteriormente han venido el ministro consejero y el primer secretario; he solicitado para que urgente puedan venir a trabajar; yo solo ya no podía con todo, y con lo que China es grande. Entonces, yo le pregunto al embajador (de Cuba) ¿y ustedes (cuántos son)? 50, me dice, 50 diplomáticos. ¿Y ustedes, me dice? Yo no quería responderle… pero, no pues, qué vamos a hacer, no podemos tapar el sol con un dedo. Ya llegaron dos, pero no es suficiente.

— ¿Y cuánto tiempo está usted  en la embajada?

— Tres años.

— ¿Cuáles son las labores más importantes que desarrollaron, las más fuertes?

— El trabajo es amplio: está el diplomático, lo que llamamos bilateral y multilateral, y está el consular, justamente a este trabajo se dedican los dos compañeros. En la parte diplomática prácticamente estoy solo.

— ¿Qué labores implica lo  diplomático y lo consular?

— En lo consular está todo lo que es trámites, pasaportes, estamos viendo la fecha de vencimiento de los pasaportes de bolivianos.

— ¿El hecho de que sean pocas personas influye en la calidad de la atención?

— Totalmente. Nosotros hacemos todo lo posible para ser más eficientes.

— ¿Cuántos bolivianos estima que hay en China?

— Así, de manera permanente, debemos tener unos 100; sin embargo, los que vienen por temporada, de acuerdo con los datos del Ministerio de Seguridad Pública de China, nos han dicho que son unos 7.500 bolivianos, por lo menos en 2016; en 2017 debe ser casi lo mismo, ya nos van a llegar los datos, los oficiales del Gobierno chino.

— Hay nuevos acuerdos con China. ¿Cree que sea necesario implementar una ‘sección económica’ en la embajada?

— Estamos trabajando para que pueda ampliarse la embajada. Se necesita un consejero comercial y también un consejero agrícola para promover nuestras exportaciones, no únicamente de quinua, sino de café, carne de res, soya, chía, amaranto, uva, vino; siempre es bien visto el vino de Sudamérica, actualmente viene de Chile y Argentina. Como ustedes saben, tenemos un déficit comercial con China, de unos 1.500 millones de dólares; posiblemente para China sea un monto todavía bajo, haciendo una comparación con Chile, Argentina o Brasil. Con Chile, por ejemplo, tienen un comercio de 30 mil millones de dólares, tienen un tratado de libre comercio; nosotros todavía no tenemos nada, aun así nuestro comercio va adelante; sin embargo, la mayor parte se la lleva China, el déficit comercial, o sea que nosotros les compramos más que ellos a nosotros. Deben ser como 50 productos que vienen de Bolivia; cuando los chinos están llevando allá casi 4.000 y tantos productos.

— ¿Hay aranceles extra que pone China o solo depende de la voluntad boliviana para exportar más hacia China?

— China siempre va a pedir aranceles, porque no tenemos ningún tratado. Recién estamos dando los primeros pasos de los protocolos para los productos. Vamos a seguir trabajando para que la aduana china no cobre mucho arancel.

— ¿Y qué hace falta, en cuánto tiempo piensa usted que se podría lograr un tratado o qué condiciones serían necesarias para lograr un primer tratado?

— Tendríamos que estudiarlo, desde la misma Asamblea Legislativa, a través de los ministerios, en algún momento va a tener que ser. Buscar (algo) como el tratado de comercio de los pueblos, lo cual China tampoco acepta, según las conversaciones que tenemos.

— Se habla del Tratado de la Ruta de la Seda, ¿incluiría realmente a Bolivia o es una idea muy lejana todavía el que llegue a beneficiarnos?

— Recientemente hemos firmado, con la visita del presidente Evo Morales; es un primer paso, que va a pasar la Ruta de la Seda por Bolivia. Ya tenemos algo firmado, eso  compromete a los chinos. Eso nos da ya una esperanza de que va a pasar por ahí. El hermano Presidente ha firmado; eso ya garantiza que los chinos van a diseñar la Ruta de la Seda por Sudamérica.

— ¿Qué podemos ofrecerle como Bolivia a China?

— Sobre todo alimentación, agroindustria, minerales; China es un mercado gigante; todos los días están construyendo edificios.

— ¿Cree que Bolivia pueda ser un destino turístico para los chinos?

— Así es. En 2016 o 2017 han salido más de 100 millones de chinos al mundo. Cuando trabajaba como segundo secretario —2007, 2009, hasta 2012— y estaba a mi cargo el tema de las visas, veía que se iban de 300 a 500 ciudadanos chinos, al año. Según los datos de la embajada, el año pasado han ido 800 ciudadanos chinos. Una gran parte va por turismo, y otros por trabajo, inversiones de empresas chinas, por visita a familiares. Acá nosotros pedimos varios requisitos; para dar visa pedimos antecedentes penales, certificado de vacuna contra la fiebre amarilla, invitación, reserva de hotel.

— Y los bolivianos, ¿a qué vienen?

— La mayoría a hacer comercio, en la parte sur de China, en Cantón, Hibú, Shanghái. La gran mayoría no se queda. Los que se quedan son los que están casados con ciudadanas chinas, médicos, algunos estudiantes, por trabajo.

— ¿Qué es lo que más le cuesta a un boliviano para adaptarse a la cultura china?

— La comida, sus costumbres, el idioma; su forma de pensar, ellos algunas cosas las piensan al revés. Por decir, el aborto acá es legal, aunque recién; el tomate se come con azúcar.

— ¿Qué similitudes culturales hay con Bolivia?

— Muchas. Los rasgos, la piel, somos un poco parecidos. Hasta el idioma, algunas palabras. Por ejemplo, se dice que el lago Titicaca es un nombre chino. Varias palabras son parecidas al aymara y al quechua. El quipu es muy parecido al carácter chino de hace 5.000 años. Wawa (niño bebé), tata (abuelo), significan lo mismo.

Heriberto Quispe Charca. Dirige la legación boliviana en China desde 2007; cuenta que para informar acerca de Bolivia en China, junto a otros funcionarios tuvo que elaborar en 2010 un propio manual del país adecuado al lector chino interesado en conocer Bolivia.

Datos

Nombre: Heriberto Quispe Charca Cargo: Oficialmente es Embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en la República Popular de China.

Perfil

A la fecha, el embajador Quispe está empeñado en construir una ‘casa propia’ para la embajada boliviana en China: está en los trámites por conseguir un predio.