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Fortalecen la democracia

A casi 194 años desde la fundación de Bolivia, se realizó la primera experiencia de elecciones primarias en el país. Se inscribieron las nueve organizaciones políticas habilitadas por el Tribunal Supremo Electoral. De forma voluntaria, solo los militantes inscritos en cada partido participaron y votaron por los nueve binomios presidenciales únicos que terciarán en las elecciones generales de octubre.

En los resultados, de los 1.341.696 electores habilitados, el MAS-IPSP tenía 991.092 militantes, de los cuales votaron 451.026, lo que representa un 48% de sus militantes. En la oposición, representada por los partidos y alianzas políticas Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL), Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Movimiento Tercer Sistema (MTS), Unidad Cívica Solidaridad (UCS), Partido Demócrata Cristiano (PDC), Frente para la Victoria (FPV), Alianza Comunidad Ciudadana (CC) y Alianza Bolivia Dice No (21F), los electores habilitados en las ocho fuerzas políticas de oposición sumaron 350.603, de los cuales votaron 40.636 militantes. Lo cierto es que del total de participantes en estas elecciones primarias  el Movimiento Al Socialismo, con el binomio presidencial Evo Morales-Álvaro García Linera ha concentrado el 90% del voto de todos los militantes (de oficialismo y oposición).

Lo curioso del caso, y luego de conocer y digerir las cifras que arroja esta primera experiencia electoral de primarias partidarias, algunos líderes de la oposición política en el país, calificaron la elección de fracaso; apuntando con todo el arsenal mediático a la votación alcanzada por el MAS-IPSP. En este contexto, corresponde analizar que de acuerdo con la información comparada, el MAS-IPSP es el partido político con la mayor cantidad de militancia registrada en la historia de Bolivia; también es el partido en la región con el mayor número porcentual de militantes en relación al padrón nacional electoral.

Si comparamos el número de militantes registrados, de 991.092, frente al padrón nacional electoral de 6,4 millones de personas en Bolivia, el MAS-IPSP tiene un 15% de militantes registrados versus el padrón nacional electoral, seguido del Partido Justicialista (PJ) de Argentina que tiene 10,9% de su militancia registrada en relación a su padrón electoral. En tercer lugar se encuentra el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de México, que representa el 7,2% de militantes registrados en relación al padrón nacional de ese país.

Es indudable que las elecciones primarias pasadas provocaron una fuerte resistencia de los candidatos de la oposición en carrera para las elecciones generales.

La Ley de Organizaciones Políticas, con las elecciones primarias, rompe con las viejas estructuras y prácticas “cupulares y clientelares” en la definición de candidaturas. Una práctica que dominó el comportamiento dentro de las fuerzas políticas a mediados y fines de los noventa. La ausencia de legitimidad del voto en las candidaturas presidenciales en el pasado llevó a las designaciones discrecionales y al consecuente debilitamiento del sistema de partidos en el país.

Las elecciones primarias fortalecen la democracia. Ayudan a promover en el ciudadano con militancia partidaria una mayor credibilidad e interés por la política, al sentirse llamado a participar e integrarse desde su origen al proceso electoral y, a través del mismo, a la vida política, porque puede y debe influir en la designación de los candidatos de la fuerza política de su preferencia. Deja entonces de ser un mero espectador o invitado de piedra, para convertirse en un verdadero protagonista de un proceso que acrecienta su interés y su fervor en la medida de su participación.

La participación del militante se acrecienta en la vida partidaria, ya que no solo interviene en las elecciones generales, como todos los ciudadanos, sino que fundamentalmente se siente participando en todo el proceso de elecciones primarias, que se inicia con los precandidatos hasta llegar a los gobernantes elegidos, con todo lo que ello implica como modo de integración de los ciudadanos y la sociedad en los partidos políticos.

Finalmente, las elecciones primarias en Bolivia no fueron implementadas para favorecer o no a los candidatos que terciarán en las elecciones generales de octubre, sino para cualificar, transparentar y perfeccionar la democracia interna de los partidos políticos en el país. Porque, en definitiva, la votación de los ciudadanos militantes de cada fuerza política en las elecciones primarias fortalece la democracia en Bolivia.