Manuel Canelas: ‘Pienso cambios en los medios estatales’
Como dice, acaso sea el primer ministro ‘públicamente gay’ de la historia del país.
Manuel Canelas, el nuevo ministro de Comunicación, tiene un complicado escenario: año electoral, la ‘cuestión del 21F’ encima, la necesidad de ‘reconquistar’ a las nuevas clases medias, convencer de la legitimidad de la repostulación… El joven ministro (38) “públicamente gay” tiene varias “ideas en la cabeza”, asegura; pero ya hay una certeza: debe haber “cambios más o menos significativos” en los medios estatales, tanto en contenido como “sobre todo en la forma”.
— Año electoral. Difícil separar información de propaganda.
— Ninguna gestión comunicacional de un gobierno no habla de lo que hace su gobierno. Hay disposiciones claras referidas a la penalización de hacer campaña, cuando uno es servidor público. Por supuesto vamos a ser respetuosos con la ley. No tengo tanto problema con lo de la campaña, lo que sí sucede es que en cualquier año electoral, aunque uno procure hacer una gestión comunicacional de lo que hace el Gobierno, de la manera más correcta y honesta posible, siempre va a tener una lectura en clave más electoralista. Esa frontera es bien difícil de delimitar y queda, además, muy en la mano del observador, de quien lo ve.
— Ya se armó la polémica sobre el incremento del presupuesto del ministerio.
— No es un buen dato, porque el tema es con cuánto presupuesto cierra el Ministerio de Comunicación en 2018: se acercó a los 460 millones de bolivianos, y este año tiene 527. Así, no es verdad la noticia de que ‘el Ministerio de Comunicación este año cuadruplica…’. Ahí hubo una interpretación equivocada de quien de manera honesta vertió esa información, y una más tramposa de la gente que teniendo el dato entero del 18, decidió comparar enero del 18, cuando evidentemente se inscribió 150 millones de bolivianos, y enero de 2019, con 500 millones. Ahora, alguien dirá que el Ministerio de Comunicación es el que más gasta. Tampoco es verdad; hay muchos ministerios por encima, con eso no digo que Comunicación esté a la cola, pero tampoco está a la cabeza. Está más o menos en el promedio del gasto ministerial.
— ¿Qué idea básica tiene del ministerio? Nació como vocería del Presidente y hoy es estratégico.
— Nuestro papel es de coordinación. Tienes un aparato estatal bastante grande, y es imposible pensar que estarás fiscalizando, controlando o decidiendo los contenidos comunicacionales de cualquier dependencia. Yo no puedo ponerme a ver los spots que hace el Ministerio de Hidrocarburos. Lo que sí debemos tener nosotros es un rol de coordinación, ir procurando que haya unas cuantas líneas comunicacionales estratégicas más claras y un poco más ordenadas; cuando se mezclan muchas cosas, al final no se cuenta nada. Es cuestión de coordinar y jerarquizar lo que se cuenta. Hacer un ajuste para tener una priorización distinta.
— Una agenda más ordenada…
— Sí, para hacer una agenda más ordenada, para contar las cosas de mejor modo, para tener un relato más coherente. Nuestro rol fundamental va a ser eso: coordinar y jerarquizar un poco mejor qué y cómo contamos las cosas.
— Los medios estatales: siempre fue difícil separar lo gubernamental de lo estatal.
— Sí, yo tengo unas ideas en la cabeza que debo conversar bien con el Presidente, pero sí tengo la intención de hacer una, no sé si reforma es una palabra que abarca demasiado, pero sí hacer algunos cambios más o menos significativos en los medios estatales, tanto en el contenido como sobre todo en la forma. A mí me gusta la idea de que los medios estatales tengan una forma… cómo diría, como que estén de moda, que tengan una estética más contemporánea, una página web que funcione, una identidad corporativa que la gente reconozca, que todos (los medios) parezcan miembros de esa misma identidad corporativa. Sí, creo que hay que darle una vuelta al estado y a las propuestas en relación a los medios estatales. Tengo la idea de hacer algunas cosas relevantes, no inmediatamente, pero sí en unos tres, cuatro meses, cuando tenga más certidumbre de la situación. A mí me gusta la idea de que los medios estatales todos parezcan solo un gran medio.
— Gran trabajo comunicacional parece la ‘reconquista’ de las clases medias…
— Lo primero es entender la composición de los nuevos sectores medios y qué desean. Uno siempre tiene que hablarle al deseo; es superimportante saber qué aspira, qué sueña una persona que proviene de un hogar humilde, que antes de 2005 tenía una casa en condiciones mucho más precarias que ahora; cuya vida en ese hogar ha mejorado, que ya tiene gas domiciliario, un mejor salario; que por celular está conectado a otro tipo de sensibilidades, mensajes. El país experimentó un cambio gigante y sustancial, y eso ha aparejado un cambio fuerte en la composición social y en el imaginario y las cabezas de todos, pero en particular de los nuevos sectores medios; lo primero es saber qué piensan, dónde construyen sus deseos, socializan, comparten, generan vínculos, construyen identidad.
— ¿Otra gran tarea no será trabajar la, si vale, legitimidad de la repostulación?
— Es un reto complicado. Yo creo que hay gente legítima y genuinamente molesta con la habilitación del Presidente. Nosotros hemos explicado cuál ha sido la ruta, una que no ha violentado los canales, pero yo entiendo que hay gente que no le convence, que no le gusta la idea. El reto es convencer a esa gente. ¿En qué radicará esto? Para mí, intentar mostrarle que en octubre se deciden muchas cosas, que no se votará solamente si a ti te gusta o no el presidente Morales; tenemos que mostrar qué se decide qué va pasar con el empleo, la estabilidad, la gestión de la economía, las relaciones internacionales. El esfuerzo opositor es lo contrario: intenta no contar qué van a hacer con el país. Salvo algunas cosas del senador Ortiz, de momento hay como un misterio de qué harían todas las candidaturas opositoras, porque procuran no hablar de ello.
— La opción sexual es cosa de uno, pero en su caso es ciertamente diferente; debe ser el primer ministro gay de la historia…
— Lo que muestra, contra la propaganda conservadora y opositora, que el MAS sigue siendo un proyecto de izquierda que da espacio a las nuevas demandas; es que no lo veo en otro lado. Dicen, con un poco de maldad: como el núcleo duro del MAS es el campesinado, la oposición sobre todo mediática recupera los grandes tópicos respecto al campesino: éste es y será en esencia conservador, jamás puede cambiar de opinión, ser pragmático, es homófobo. Y siempre vas a encontrar declaraciones de alguien que diga cosas que no se pueden decir, que agrede a las mujeres, a los homosexuales, porque Bolivia sigue siendo un país homófobo, machista, pero lo curioso es que nunca hacen una comparación con los hechos. Se diga lo que se diga, cuando Carlos Mesa fue presidente trabajaron un proyecto de ley de derechos sexuales y reproductivos, pero una protesta no muy vigorosa motivada por la Iglesia católica tumbó dicho proyecto de ley en 2004. El primer partido que llevó en sus listas un candidato abiertamente homosexual fue el MAS, con todas las contradicciones que quieras, pero fue el único. Los otros, que dicen que no tienen contradicciones, que son los más feministas, los más LGTB, no llevaron a nadie, a nadie; y cuando tuvieron condiciones de mando, no hicieron nada de nada. Soy el primer ministro públicamente gay en Bolivia, sino de los pocos en América Latina. Creo que muestra que la pluralidad se sigue abriendo espacio en el MAS; así como has roto techos de cristal y has puesto 15 cholas parlamentarias, eres el primer proyecto que rompe la idea de que un homosexual no puede ser ministro o diputado. Se ha democratizado la aspiración, y eso es mucho, y el proceso del presidente Evo ha democratizado la aspiración de mucha gente.
Manuel Canelas Jaime. En relación a los cuatro exministros de Comunicación, Canelas tiene la peculiaridad de no provenir directamente del periodismo. Aunque él aclara: ni tan lejos ni tan cerca; produjo programas televisivos y no siguió con eso solo porque le invitaron a candidatear.
Datos
Nombre: José Manuel Canelas Jaime
Nació: 21 de octubre de 1981, en Caracas, Venezuela, cuando sus padres, bolivianos, estaban en el exilio.
Profesión: Politólogo.
Perfil
Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid; es diputado uninominal del MAS por la circunscripción 3 del departamento de La Paz.