Icono del sitio La Razón

‘Crisis’ de sol.bo, la credibilidad en juego

Es la mala hora de Soberanía y Libertad, Sol.bo? Mientras para el secretario ejecutivo de este partido, José Luis Bedregal, en el fondo de la actual trama está el ataque electoral del Movimiento Al Socialismo (MAS), para el senador del partido de gobierno Milton Barón lo que califica de crisis del partido paceño es a consecuencia de sus propios errores. Entre ambas posiciones, con todo, hay una llamativa coincidencia: a futuro, por la campaña electoral que se viene en vista a los comicios de octubre, lo que se está jugando es la credibilidad, tanto, naturalmente, de Sol.bo, pero también del propio MAS. 

Sol.bo, Demócratas (Movimiento Social Demócrata) y el Movimiento Tercer Sistema (MTS) son los tres grandes partidos regionales cuyo rasgo común es estar en función de gobierno, que hacia las justas de octubre tratan de ‘nacionalizarse’, hacerse nacionales, y que, sobre todo en el caso de los dos primeros, se encuentran (o se encontraban, según quién mire) en franco proceso de desarrollo.

Sol.bo nació de la disolución del Movimiento Sin Miedo (MSM) tras el descalabro que éste sufrió en las elecciones presidenciales de 2014: penúltimo de los cinco contendientes (al punto que por esto perdió la personería jurídica), el MSM en esa ocasión obtuvo a escala nacional menos votos que hace diez años, en 2004, cuando Juan del Granado volvió a ganar la Alcaldía de La Paz: si en la justa edil salió victorioso con 172.304 votos, en 2014 apenas pasaba los 140.000. (Ver cuadros 1 y 2)

La historia del MSM (y, luego de Sol.bo) muestra un auténtico liderazgo regional urbano: desde el primer triunfo de Del Granado en la elección municipal de 1999, a casi triplicar su votación en 2004, y, tras diez años en la Alcaldía, volverla a ganar en 2010, esta vez con Luis Revilla al frente. Cuando vino la derrota en las elecciones generales de 2014, todo hacía pensar que era el fin de los Sinmiedo; pero he aquí, como muestran los resultados de la elección de gobernadores y de alcaldes de 2015, persiste, y más aún, incrementada, la preferencia por el emesemismo. Al margen de la elección de Félix Patzi como gobernador bajo la sigla de Sol.bo, con un amplio margen (673.000 contra 412.000 del MAS), fue ciertamente sorpresiva la, esta vez se puede decir así, hegemonía de Sol.bo en la Alcaldía paceña: una victoria por poco menos de 100.000 votos sobre el segundo, lo que le permitió tener casi dos tercios del concejo: 7 contra 4. (Ver cuadro 1) En la Asamblea Legislativa Departamental de La Paz, pese a la significativa victoria de Patzi, sin embargo, el MAS logra la mayoría absoluta debido a que obtuvo varios asambleístas por territorio. (Ver cuadro 1)

Según el Atlas Electoral de Bolivia, que publicó el Órgano Electoral Plurinacional, OEP, y que ya va por el cuarto tomo, en las elecciones municipales de 2010 el MSM y el MAS fueron los únicos partidos que presentaron candidaturas en los nueve departamentos. En cuanto al número de alcaldes electos, los tres primeros lugares los ocupaban: el MAS con 228, el MSM con 22 y Verdes (origen de Demócratas) con 15. En las municipales de 2015, Sol.bo presentó candidaturas a alcalde y concejales en 33 municipios del departamento de La Paz, ni una sola en el resto del país. En cambio, Demócratas presentó candidaturas en 76 municipios de los departamentos de Cochabamba, Oruro, Tarija y Santa Cruz siendo la mayoría, naturalmente, en los cruceños (54). No presentó candidatos en Chuquisaca, La Paz, Potosí y Pando. En resultados, Demócratas obtuvo 22 alcaldes electos, y Sol.bo solo 4.

Con todo, en cantidad de votos obtenidos en total por alcaldes, es llamativo que tras la abrumadora mayoría del MAS (1.847.537 votos en todo el país), Demócratas haya sido segundo, con 422.710 votos (siendo su mejor votación en Cochabamba); y Sol.bo haya llegado tercero, con 369.186 votos, aunque todos en el departamento de La Paz (304.567 votos en el municipio de La Paz).

Pero, he aquí cómo llegan los tres partidos aludidos a las elecciones primarias, al menos por militantes inscritos. Como muestra el cuadro 3, el rasgo regional se evidencia en todos los casos, aunque con diferente peso: 67% de la militancia de Demócratas está en Santa Cruz; 45% de la del MTS en La Paz; y, el caso más extremo, el 98% de la de Sol.bo en el departamento paceño. Aunque, el dirigente de Sol.bo Bedregal insiste en que dicha lista del OEP no refleja lo que en realidad se logró inscribir pero no terminó de formalizar: solo en La Paz se está sobre 35.000 militantes, y a escala nacional se llegó a inscribir alrededor de 158.000, afirma.

Esa la ‘historia’ con base en la estadística. En lo relativo al actual momento crítico de Sol.bo, la definición básica del hecho por parte de Bedregal es: situación provocada por el MAS como único recurso a su propia pérdida de credibilidad. “Es un ataque esencialmente mediático, en el marco de una estrategia electoral, propia del escenario que estamos teniendo ahorita entre dos candidatos únicos con opción de ganar en octubre, de elección polarizada entre Evo Morales y Carlos Mesa”.

Pero un ataque, remarca, con una motivación imperiosa en el MAS: “El MAS tiene un problema, y es que todos los estudios y encuestas señalan que la credibilidad no es su fuerte, ha perdido mucha credibilidad, un hecho propio del desgaste de la gestión, de ofertas incumplidas. Por esta razón, en términos de estrategia electoral, al MAS no le queda otro camino que atacar a su directo contrincante; no tiene otra posibilidad de juego de cintura en esta campaña”. En este sentido, remarca: “estos ataques, con absoluta certeza te puedo asegurar, que no van a parar en los siguientes seis meses de campaña”.

Para el senador del MAS Milton Barón el actual problema de Sol.bo también es un tema de credibilidad. “La crisis en la que está sumido Sol.bo es producto del tráfico de influencias, de corrupción, denunciado por las asambleístas del MAS”.

El origen concreto de la actual situación de Sol.bo, afirma Barón, es el deslizamiento del relleno sanitario de Alpacoma, un hecho externo a la política: “a raíz de haberse detectado contratos reiterados con Tersa y un trato con demasiadas licencias a esta empresa, mucha flexibilidad por parte del gobierno municipal, es que las compañeras empiezan a investigar. Ciertamente la imagen de Sol.bo, su credibilidad, la transparencia de su gestión está cuestionada por la opinión pública paceña, pero fruto de estos hechos de tráfico de influencias y situaciones irregulares”.

Para la actual crisis de Sol.bo, el senador oficialista niega cualquier “acción política (masista) por detrás” y el hecho mismo de que la concejala solboísta Cecilia Chacón vaya en contra de su partido no significa otra cosa, insiste, que un acto de fiscalización legítima y de cumplimiento del deber de una autoridad edil. En toda esta trama, en cambio, insiste Bedregal, lo que en el fondo hay es el intento del MAS de tomar el Concejo paceño: “anular a Siñani para de esta forma acortar la distancia entre la minoría del MAS y la mayoría de Sol.bo”, y a eso añadir lo que se puede considerar transfugio de la concejala Chacón. La legisladora, en declaración a este medio, negó estar “alineada” al MAS y que mantiene un “principio de transparencia” en el caso Tersa-Curva de Holguín.

Por otro lado, Barón enfatiza que a la pérdida de credibilidad de Sol.bo a raíz de los supuestos casos de corrupción, se añade la “imagen de absoluta inoperancia” por parte del gobierno edil para solucionar el problema de la basura. Bedregal, en cambio, aparte de desvirtuar como “acusaciones sobre supuestos” las denuncias contra concejales y funcionarios ediles, reivindica el valor de la gestión pública del MSM-Sol.bo desde 1999 en la Alcaldía paceña. “A la gente no le interesa si eres de un color u otro, sino tener buenos gestores públicos que le mejoren la calidad de vida”, y a esto apuesta Sol.bo, asegura.