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Ausencia de una mirada integral de la niñez

Hace unas semanas, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) llevó adelante un significativo ejercicio de agenda pública: ¿cómo los partidos políticos en carrera electoral incorporaron a la niñez y adolescencia en sus programas? Si bien las propuestas no dejan de mencionar el tema desde diferentes ángulos (ver el resumen adjunto), se puede evidenciar la ausencia de una “mirada integral, holística” al respecto, destaca la representante de Unicef en Bolivia, Sun Ah Kim Suh: “En una revisión inicial de las propuestas, lo que hemos visto es que (los partidos políticos) incorporan algunas prioridades, como la reducción de la desnutrición o los temas relacionados a la salud o continuar con los programas vigentes; pero lo que no hemos visto es un enfoque mucho más integral en las iniciativas (programáticas)”.

Desde el punto de vista estadístico, según datos del Censo 2012, la niñez y adolescencia representan poco más de la tercera parte de la población, 38%, lo que en términos absolutos significa 4 millones de personas. Pero cuando niños y adolescentes no votan, se espera, enfatiza Unicef, que “tengan el menos el mismo peso relativo en la agenda pública y política”: ser 1 de cada 3 bolivianos.

Producto de la revisión de los programas, Unicef encontró los siguientes aspectos comunes: en ninguna propuesta hay una noción de la  transversalidad que en los hechos tiene la problemática de la niñez y la adolescencia; se evidencia la necesidad de un “enfoque de acciones hacia el ejercicio efectivo de los derechos” de este sector social; en todos los textos persiste la mirada sectorial del asunto (el tema es “arrinconado” a un acápite de salud o educación); no hay una clara distinción de las vulneraciones o problemas según la edad de niños y adolescentes; no se ve como un problema las debilidades institucionales como cuellos de botella.

Del lado de las organizaciones políticas, en el caso del Movimiento Al Socialismo (MAS), el programa concentra su atención en la niñez y adolescencia en salud, educación, nutrición y algo en lo relativo a la violencia intrafamiliar. Gobierno de 13 años continuos, la insistencia del MAS es proseguir en los actuales programas y bonos, como el Juana Azurduy y Juancito Pinto.

En el programa de Comunidad Ciudadana (CC), desde la Solución 14 hay un énfasis en construir un “sistema nacional de cuidados para niños de 0 a 6 años, personas mayores de edad y personas con discapacidad”, el desarrollo de una “Economía y Política del cuidado”; se proyecta incluso la formación de 5.000 especialistas en cuidado, además de ampliar los días de la denominada “licencia de paternidad”.

En el caso de Bolivia Dice No (21F), su programa se refiere específicamente a la niñez cuando habla de la “Educación del siglo XXI”, donde se asegura la apuesta por la educación de primer nivel accesible a todos los niños; se concentra en la educación pre-escolar o inicial, por el impacto prolongado en la vida posterior, asegura; de ahí anuncia: extender el Bono Juancito Pinto a los alumnos de pre-escolar, fortalecer la carrera de profesores de escuela y docentes universitarios para pre-escolar; implementar, además, asegura un futuro “sistema de evaluación de la calidad educativa”.

En el caso del Movimiento Tercer Sistema (MTS), es prácticamente inexistente el tema de niñez-adolescencia o la prevención del embarazo adolescente, una de las preocupaciones de Unicef. Se menciona a los niños, por ejemplo, solo como una parte de la seguridad ciudadana: mediante una ley se anuncia permitir que cualquier ciudadano intervenga (contra) cualquier tipo de violencia contra niños, mujeres, robos, asaltos, con el fin de evitar el hecho.

El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), a su vez tampoco tiene una referencia explícita, como un punto aparte, a la niñez y adolescencia. Habla de los niños abandonados y su propuesta de simplificar el procedimiento de adopción; los niños también son mencionados a propósito de la propuesta de jubilación de los maestros con el 100% de sus aportes; también señala aumentar el impuesto al tabaco y al alcohol para destinar esos recursos a educación y salud; aparte de hacer énfasis en la denominada “educación para el emprendimiento”.

En el caso de Unidad Cívica Solidaridad (UCS), la niñez y adolescencia más bien está en función de las autoridades y progenitores. Se dice, por ejemplo, que habrá beneficio fiscal para quienes cubran el costo de la educación de niños y jóvenes con escasos recursos; que “los padres decidirán con libertad la educación de sus hijos”; aunque también se añade que se invertirá la pirámide de la inversión en educación: más recursos a los niveles inicial y primario.

El Partido Demócrata Cristiano (PDC) enfatiza en la problemática a través de la familia; anuncia recursos para familias de niños con enfermedades raras, igualdad en la educación de niños y niñas, pero también es el único que señala la formulación de una “Ley Orgánica Integral” sobre la violencia contra la infancia.

Por su lado, el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-BOL), destaca que llevaría a cabo un peculiar “test genómico” que se aplicaría a los niños para descubrir sus potencialidades y, en correspondencia a ello, orientar su educación; aunque insiste en generalizar las guarderías para niños de 0 a 6 años, y garantizar el 100% de asistencia gratuita a los niños en edad pre-escolar.

Y, finalmente, el Frente Para la Victoria (FPV), pese a que se trata de uno de los programas más extensos (99 páginas), se refiere a la niñez a través de medidas puntuales: vacunación completa, “cero niños trabajando”, “cero niños desnutridos”, “tolerancia cero de la violencia contra niños, mujeres y ancianos”.

Pero Unicef, en días pasados, además presentó a la opinión pública el documento 6 prioridades sobre niñez y adolescencia en Bolivia. Pautas para incorporar los derechos de la niñez en la agenda pública, en el que detalla los seis temas, afirma, de “absoluta prioridad” para la agenda pública y, hoy, electoral. Añade: “importante resaltar que en este listado el mayor riesgo lo enfrentan los grupos más vulnerables, como los niños y adolescentes que viven en hogares pobres, quienes tienen algún tipo de discapacidad, los niños trabajadores, los niños en situación de calle o quienes viven sin el cuidado de sus progenitores”.

Se trata de: 1. Desarrollo de una política y estrategia nacional de desarrollo integral de la primera infancia (durante los primeros 1.000 días el cerebro crece con asombrosa rapidez, las conexiones neuronales se forman a una velocidad que no volverá a repetirse en la vida; es el periodo en el que se definen las capacidades y habilidades para el resto de su vida). 2. Poner fin a la violencia contra la niñez (por las severas consecuencias en su presente y futuro, y porque ellos pueden pasar la violencia de generación en generación). 3. Garantizar que niñas, niños y adolescentes culminen el ciclo educativo y aprendan (para evitar que surjan brechas de oportunidades entre personas, y reducir el abandono escolar, especialmente en el paso a secundaria). 4. Prevenir y reducir el embarazo adolescente (por el mayor riesgo de mortalidad materna en esta edad, por la dificultad de compatibilizar el embarazo y la crianza con los estudios, planes de vida e inserción laboral de la adolescente madre). 5. Priorizar la implementación del Código Niño, Niña, Adolescente (porque la norma, dice Unicef, todavía no se aplica efectivamente en el nivel subnacional, y porque incumplir el Código deja trunco e inconcluso el ejercicio de los derechos de los niños). Y, 6. Presupuestos para programas de niñez (porque una inversión pública adecuada en la niñez tiene efectos dinamizadores en el crecimiento económico, el empleo y la calidad de vida).