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El cuidado, la inclusión relegada

El tema no es nuevo, ni mucho menos (en julio, como corolario de diversos esfuerzos, nació la Plataforma Nacional de Corresponsabilidad Social y Pública del Cuidado), pero sí empezó a cobrar relevancia; un hito decisivo en este camino, sin duda, es la publicación del libro Tiempo para cuidar. Compartir el cuidado para la sostenibilidad de la vida, de Oxfam, la confederación internacional de organizaciones no gubernamentales dedicada sobre todo al estudio de las desigualdades. La investigación, presentada esta semana, es un buen “estado de la cuestión”, señaló al comentarlo el vicepresidente Álvaro García Linera. También es, se puede añadir, un buen parámetro para medir la visión de los partidos políticos en carrera electoral sobre la cardinal cuestión de las llamadas “brechas de género”.  

Los trabajos de cuidado se refieren a la atención de niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, personas enfermas y con discapacidad; son un complemento del trabajo doméstico, que en lo primordial en el país es asumido por las familias y, dentro de ellas, por las mujeres.

Con dos años de trabajo y al menos 1.500 personas encuestadas, la investigación de Oxfam apunta, en primer lugar, a la distribución injusta entre varones y mujeres del tiempo para cuidar: “las mujeres bolivianas dedican cerca de 7 horas diarias a los trabajos de cuidado, casi el doble que los hombres”. El problema es que es una constante a lo largo de la vida (ver el gráfico 1): el tiempo dedicado al cuidado de niños y niñas llega a su punto más alto en la edad más productiva de las mujeres (18 a 25 años); y si bien disminuye según avanza su edad, llegando a su punto más bajo entre los 41 y 59 años, vuelve a ascender a partir de los 60 años. Siendo esto así, sin embargo es paradójico que 7 de cada 10 mujeres y 5 de cada 10 varones consideren que las tareas de cuidado en su hogar están injustamente distribuidas.

Aparte del hecho destacado en este mismo medio (el jueves 22) de que la probabilidad de inserción laboral de la mujer se reduce en 6% por cada hijo menor a 13 años, para la participación política (que en lo básico es dedicarse a los temas públicos y la posibilidad de poder incidir en ellos) los principales obstáculos para las mujeres son los mismos: el cuidado de la familia y el machismo en la política (gráfico 2). 

Por lo menos para el país, para romper esta tradición de desventaja de la mujer, hay ciertos hechos que dan pie a la esperanza, lo que en la presentación del texto de Oxfam el vicepresidente García Linera llamó “puntos de fuga”. Uno de los más llamativos es el hecho de que, comparando al boliviano con el ecuatoriano y el brasileño, el primero dedica más horas a los trabajos de cuidado que sus referidos pares: “los datos de la Cepal muestran que el hombre boliviano dedica el doble de horas (12,6) al cuidado en comparación con los hombres ecuatorianos (5,8) y el triple en comparación con los brasileños (3,5). Si bien el machismo es una de las causas estructurales del problema, Bolivia tiene un buen ambiente para generar cambios”, concluye Oxfam.

Ahora, ¿por qué es importante la problemática del cuidado como una cuestión de igualdades? Para Oxfam son tres razones: Uno, hay que apuntar a la justicia dentro del hogar para avanzar en la igualdad de género; todo lo logrado, mayor acceso igualitario a derechos, se frenará si es que no se resuelve la brecha de género en el mercado laboral y esto no será posible cambiar si  persiste la referida brecha en el uso del tiempo dedicado a los trabajos de cuidado; bien se celebra el empoderamiento de la mujer olvidando el origen  de su rezago: la injusta distribución del tiempo dedicado al cuidado y a las labores domésticas. Dos, para garantizar la sostenibilidad de la vida, en el sentido de mejorar la relación entre las personas a través del mutuo cuidado, de que todos necesitan cuidar y ser cuidados, del cuidado solidario. Y, tres, para reivindicar la igualdad de género. El cuidar es un deber y el ser cuidado, un derecho. El cuidar a quienes amamos es clave para nuestro propio bienestar, y no cuidar afecta nuestro bienestar; pero el trabajo excesivo en el cuidado o que éste esté repartido injustamente, igual nos daña.

Por esto, concluye Oxfam, que un futuro sistema nacional de cuidado (que varios países ya empezaron a construir) al menos debería incluir: “a) reconocer para redistribuir y democratizar el cuidado; b) proveer servicios públicos y recursos de inversión pública para el cuidado, y supervisar los servicios privados; c) impulsar políticas  laborales para promover la corresponsabilidad del cuidado de quienes cuidan a través de la liberación del tiempo para cuidar y d) impulsar políticas y acciones orientadas a promover cambios en las creencias que reproducen los roles de género  y contribuyen a la injusta distribución del trabajo remunerado y no remunerado entre hombres y mujeres”.

¿Cómo van los partidos en carrera a la elección de octubre en cuanto al tema del cuidado? La siguiente es una revisión de sus programas.

Comunidad Ciudadana (CC) es el único partido que incorpora en todo un acápite lo que llama “Sistema de cuidados”. Aquí afirma que promoverá un nuevo mercado de servicios;  un programa de atención barrial de atención al adulto mayor a cargo de jóvenes (con esto podrán eximirse del servicio militar); formación de 5.000 especialistas en cuidados; creación en cinco años de 1.200 centros integrales de cuidado; ampliación de los días de licencia de paternidad; elevación de la Renta Dignidad; universidades para la tercera edad (donde los adultos mayores podrán formarse como entrenadores); instalación de Casas de Residencia y de Reposo para adultos mayores; un Plan Nacional de Discapacidad.

Sigue el Movimiento Al Socialismo (MAS). En su evaluación de 12 años de gestión, reconoce la difícil decisión de la mujer: elegir entre las tareas de cuidado y su desarrollo profesional; destaca que una forma de liberar a las mujeres de la doble carga laboral son las guarderías; el cuidado es parte del Pilar 1. Erradicar la pobreza extrema (de la Agenda del Bicentenario); la tarea para esto es procurar una mejor inserción laboral de la mujer “liberándola de las amplias obligaciones del cuidado familiar”. Pilar 12.

Disfrute y felicidad: para alcanzar una sociedad “solidaria y respetuosa” anuncia “valorizar la contribución del trabajo de cuidado de las mujeres a la economía y su inclusión en el PIB en el marco del artículo 338 de la Constitución”. También está como una de las “prácticas comunitarias” a ser promovidas, como “democratización del cuidado familiar de niños y adultos mayores dentro del hogar para mejorar las relaciones familiares y las de la sociedad”.

El tercero en la atención al tema es el Partido Demócrata Cristiano (PDC), todo desde la perspectiva de la valorización de la familia: propone crear un “Viceministerio de la Familia”; habla de conciliar la vida familiar y laboral, apoyar, por vulnerable, a la “familia monoparental (a cargo de una persona con discapacidad)”; postula una “nueva paternidad”, la inclusión de los adultos mayores; define como  dos funciones de la familia a la crianza y el cuidado de la niñez, y cuidado de las “viejas generaciones”.  Enfatiza en que la familia es la unión de un hombre y una mujer.

Luego está el Frente Para la Victoria (FPV) que apunta que 950.640 niños menores de 5 años “pobres multidimensionales no están asistiendo a algún programa de cuidado de infantes o a algún centro de educación inicial”. Ve poca eficacia en la atención de los niños y niñas y adolescentes más vulnerables. Habla de una “política de atención de protección del adulto mayor (junto a los niños y mujeres) en el entorno familiar”. Propone implementar propuestas de atención social a adultos mayores en abandono, a través de casas de acogida y protección.

En el caso del Partido de Acción Boliviana (PAN-BOL), solo se roza el tema cuando se habla de la educación preescolar: el personal de las guarderías es profesional, “tiene un título de diplomatura”. En tanto que el programa de Bolivia Dice No (21F), sin hablar del cuidado, tiene un acápite dedicado a la “inclusión de personas con discapacidad (uno de los segmentos sociales objeto de cuidado)”.  Por su lado, el programa de Unidad Cívica Solidaridad (UCS) ve el tema de manera colateral: “El Estado habilitará la modalidad de ‘educación en casa’, para quienes la educación escolar no sea suficiente”. El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), a su vez, tiene similar enfoque, pues solo se dice que ante niños y adolescentes abandonados se propone “simplificar” la adopción. Finalmente, el Movimiento Tercer Sistema (MTS) no toca el tema.