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Solo 2 de 9 cumplen

De las nueve organizaciones políticas en carrera electoral, sólo el Movimiento Al Socialismo (MAS) y Comunidad Ciudadana (CC) plantean en sus programas medidas para promover la igualdad de género y la defensa de los derechos de las mujeres. En tanto, Bolivia Dice No (21F) y el Partido Demócrata Cristiano (PDC) si bien hacen referencias inclusivas de derechos de las mujeres, las mismas están centradas en su rol de madre; mientras el Frente Para la Victoria (FPV), el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol), Unidad Cívica Solidaridad (UCS), el Movimiento Tercer Sistema (MTS) y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) abordan la temática de manera superficial o, incluso, no la mencionan.

“En los programas de gobierno hemos podido observar una diversidad de posiciones”, explica Mónica Novillo, directora ejecutiva de la Coordinadora de la Mujer.

“Si bien las mismas incluyen los derechos de las mujeres, esta perspectiva no se encuentra asociada a una decisión política de transformación de las actuales relaciones de poder. Las propuestas se centran, más bien, en cómo se da un rostro más equitativo, sin modificar las bases estructurales del patriarcado. El enfoque predominante de derechos humanos induce al reconocimiento de los derechos de las mujeres en concordancia con los avances en la legislación a su favor, especialmente en el MAS, CC y 21F, con variantes importantes”.

La campaña #Protagonistas: Paridad-Poder-Juventudes analizó los programas electorales de las nueve organizaciones y su correlato con la Agenda Política desde las Mujeres, un documento que resume las demandas del movimiento de mujeres de Bolivia, y que contempla seis ejes estratégicos: democratización del poder; desmontaje cultural del patriarcado; vida libre de violencia; autonomía sobre los cuerpos; autonomía económica de las mujeres; y, justicia ambiental con justicia de género.

En este marco de análisis, los programas se clasificaron en: 1) los que incluyen como parte de sus propuestas la igualdad de género y los derechos de las mujeres; 2) los que reconociendo la desigualdad de género asumen posiciones de arraigo religioso y conservador, sobre todo respecto a los derechos sexuales y reproductivos; y, 3) los que expresan una neutralidad de género y, por ende, carecen de propuestas dirigidas a las mujeres.

En el primer grupo están el MAS y CC, con medidas que posicionan la igualdad de género y los derechos de las mujeres como relevantes en su propuesta programática; en el segundo se encuentran 21F y el PDC, que a pesar de hacer referencias inclusivas de derechos mantienen un enfoque familista. Y, en el tercero, en el que se ubicarían FPV, PAN-Bol, UCS, MTS y MNR, el tratamiento es marginal, predominando la neutralidad de género y posiciones contrarias a los derechos postulados por las mujeres y las diversidades sexuales. He aquí un breve repaso.

Democratización del poder. Los derechos políticos de las mujeres y una perspectiva de democracia paritaria aún son débiles en los programas. Sólo CC y PDC incluyen de manera específica los ejes de autonomía política de las mujeres, empoderamiento, acceso a la toma de decisiones y la lucha contra la violencia política. En el caso del MAS, el FPV, PANBOL, MTS y MNR, no existe ninguna mención específica sobre este tema. 21F se refiere a la necesidad de recuperar la democracia plena y la institucionalidad estatal, mientras que UCS expresa su rechazo a la política de cuotas de cualquier tipo (étnica, de género y generacional).

Desmontaje cultural del patriarcado. Es uno de los ejes más débiles en los programas, tanto en lo relativo a la transformación de las relaciones de poder como a la generación de una nueva institucionalidad pública para las mujeres. Las propuestas están más referidas a los valores y al sistema educativo. Llama la atención el planteamiento del PDC, que propone un Viceministerio de la Familia para promover principios y valores morales y rechaza los matrimonios que no sean entre mujer y hombre. UCS repudia cualquier tipo de adoctrinamiento en los colegios.

Vida libre de violencia. Los programas plantean iniciativas para hacer frente –con prioridad– la violencia machista o violencia de género. Este es el eje por el que todas las organizaciones manifiestan mayor preocupación, excepto PAN-Bol. Para el MAS la lucha contra el feminicidio es una prioridad, por lo que plantea mejorar los procedimientos judiciales y más inversión en seguridad ciudadana. CC habla sobre un sistema de primera respuesta a la violencia sexual y física contra las mujeres. UCS plantea que flexibilizará y simplificará el acceso a armas para la defensa personal. El MTS propone una ley por la cual cualquier ciudadano pueda intervenir en el momento frente al cualquier tipo de delito; el MNR plantea abrir el debate acerca de la pena de muerte.

Autonomía sobre los cuerpos. Aquí las propuestas son débiles, pues el tema se aborda, predominantemente, desde el acceso a los servicios de salud y la problemática del embarazo adolescente. El MAS plantea consolidar el Sistema Único de Salud respetando la cosmovisión y prácticas tradicionales; CC propone autonomía de las mujeres en las decisiones sexuales, un trabajo integral para enfrentar las normas sociales que alientan los embarazos tempranos y la violencia sexual. El MTS promete seguros de salud sectorializados; UCS plantea el cuidado de la vida desde la concepción y el consentimiento de la familia para actividades escolares sobre sexualidad.

Autonomía económica. Resaltan las propuestas de generación de mejores condiciones para el acceso de las mujeres al mercado laboral, así como el reconocimiento y valoración del trabajo no remunerado y remunerado de las mujeres. La necesidad de resolver los temas de protección social, jubilación y acceso de las mujeres a condiciones de producción, tierra, tecnología, vivienda y empleo. CC plantea un sistema nacional de cuidados para niños, personas mayores y personas con discapacidad; ofrece 5.000 especialistas, 1.200 centros integrales de cuidado, ampliación de los días de licencia de paternidad. En la misma línea, el MAS plantea promoción de la corresponsabilidad en las tareas de cuidado, guarderías y otros servicios de apoyo; generación de condiciones para el ingreso pleno de las mujeres al mundo laboral. 21F promete implementar un programa de vivienda social, procurando beneficiar a madres solteras; apoyo a la autonomía personal de las mujeres.

Justicia ambiental. En la mayoría de las propuestas se aborda la necesidad de transformar y/o ampliar el modelo primario de desarrollo exportador, la preservación de los recursos naturales, la Madre Tierra y el medio ambiente. Se desconoce los impactos diferenciales del extractivismo, del cambio climático y del deterioro de los ecosistemas en hombres y mujeres. Hay neutralidad de género en el abordaje ambiental.