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La Presidenta

El 6 de marzo de 2006 se convocaba a la Asamblea Constituyente y, en consecuencia, a la elección de constituyentes, que en un número de 255 constituirían la Asamblea Constituyente. El 2 de julio se llevó a cabo su elección. El Movimiento al Socialismo (MAS) logra que se elijan 137 constituyentes de su partido, siendo la fuerza política más importante, con 53,7% de votos en la Asamblea, seguida por Podemos, una agrupación ciudadana liderada en ese entonces por Jorge Quiroga, que logró 60 constituyentes, es decir 23,5% de votos en la Asamblea.

La Constituyente debía inaugurar sus funciones el 6 de agosto de 2006. Dos días antes, el 4, se eligió a su Directiva, y la presidencia de la misma cayó en manos de Silvia Lazarte, una campesina quechua que representaba como constituyente a Santa Cruz.

La Asamblea se inauguró el 6 de agosto de 2006 en Sucre, tomándose juramento a los 255 constituyentes; sin embargo, no comenzó a funcionar sino unos diez días después (la primera reunión fue el 16 de agosto), pues aun faltaba adecuar las instalaciones del teatro Gran Mariscal, en el cual se desarrollaría una parte de las sesiones de trabajo.

Los primeros meses de la Asamblea se caracterizaron por roces y conflictos entre las bancadas del MAS y de Podemos, debido a la aprobación del Reglamento de debates.

En una de las acaloradas discusiones, el constituyente Román Loayza cae a la fosa del teatro, queda en coma y es trasladado inmediatamente a la Clínica Petrolera.

Durante los meses en los que se debatió la aprobación del Reglamento de debates, Silvia Lazarte junto con la directiva de la Asamblea logra avanzar en consensos: por ejemplo, el 30 de octubre se logra acordar que la Asamblea estará compuesta por 21 comisiones, el 1 de noviembre se aprueba la inmunidad de los constituyentes, el 17 de noviembre se consigue la aprobación del sistema de votación y entonces se retorna al conflicto dentro de la Asamblea, se llevan a cabo las huelgas de hambre, movilizaciones, pues el sistema de votación privilegiaba a la mayoría del MAS y dejaba a la oposición (Podemos, UN, MNR, FRI, y otros partidos y agrupaciones pequeñas) en un rol de observadora. Después de casi tres meses, en los que a la presidenta Lazarte le toca mediar en reuniones entre distintos actores políticos, que incluyen al mismo presidente del Estado, se resuelve el sistema de votación, y el 14 de febrero se aprueba por un 81% de los constituyentes el nuevo sistema de votación, que señala que la aprobación del texto en detalle se aprobará por 2/3 de los constituyentes presentes.

La Constituyente tardó seis meses en llegar a un acuerdo sobre el reglamento; era lógico que precisaría más tiempo y mejores condiciones de diálogo para aprobar un texto constitucional.

Desde fines de febrero empiezan a trabajar las 21 comisiones, el plan era que cada comisión presente sus resultados e inmediatamente se desarrollen los Encuentros territoriales, en los que la Asamblea salió a dialogar con la población, a recoger las propuestas de la sociedad civil organizada. Los Encuentros territoriales terminaron a comienzos de abril, siendo el último el realizado en Santa Cruz, que fue muy conflictivo. Sin embargo, un problema mayor aguardaba a la gestión de Silvia Lazarte: la capitalía plena.

La Asamblea trabajó, no sin conflictos, en la redacción de la propuesta del texto constitucional. Es conocido que los constituyentes del MAS tomaron como modelo la propuesta del llamado Pacto de Unidad, y se empezó a dar forma al texto. El 31 de mayo, Silvia Lazarte solicita a todas las comisiones la finalización de sus informes para que la Asamblea empiece a trabajar en pleno.

El 14 de junio, bajo el liderazgo de Rubén Darío Cuellar (constituyente de Santa Cruz) se presenta la propuesta de que la ciudad de Sucre sea no sólo la capital de Bolivia sino la sede de los poderes y órganos del Estado,lo cual lleva a Asamblea a su mayor conflicto, pues este tema tenía la posibilidad de enfrentar a La Paz y Chuquisaca.

A finales de junio se presenta una serie de presiones a la Asamblea, por cooperativistas mineros, universitarios, organizaciones indígenas, es decir, una serie de sectores que considera que la Constituyente no está tratando sus demandas.

El 2 de julio de 2007 se oficializa que la Asamblea llevará su trabajo hasta el 14 de diciembre de 2007.

El 16 de julio se presentan los informes de las 21 comisiones de la Asamblea, y el tema de la capitalía empieza a tomar forma. Desde agosto este tema irá llevando a la Asamblea a un conflicto cada vez más complejo. El 15 la directiva trató de vetar el tema de la capitalía, lo cual fue uno de sus errores más grandes, pues el conflicto empezó a crecer cada vez más, al punto que el gobierno central tuvo que intervenir, realizar propuestas, y ver formas de dar solución a un enfrentamiento de regiones. La mala gestión del tema de la capitalía estaba dando muerte a la Constituyente, al punto que a fines de noviembre de 2007 y de manera intempestiva la Asamblea es convocada a sesiones en el Liceo Militar, pues era imposible llevar a cabo las sesiones en el teatro Gran Mariscal, y el 24 de noviembre se procede a la aprobación del texto en grande para abandonar Sucre. En las cercanías del liceo militar se produjeron enfrentamientos entre la población movilizada de Sucre y las fuerzas del orden, lo que deja la muerte de varias personas.

La Asamblea se va de Sucre y traslada sus sesiones a la ciudad de Oruro.

El 9 de diciembre se aprueba el texto del proyecto de Nueva Constitución Política del Estado, salvo un artículo que la Asamblea prevé que lo apruebe la población junto con el texto constitucional (se trataba del artículo sobre el tamaño máximo de la propiedad agraria), el mismo que debía ser llevado a referéndum, sin embargo, el escenario de conflictividad en el país lo llevará a ser reformado en casi 100 artículos antes de ser sometido a referéndum el 2009.

Este fue el proceso, a grandes rasgos, con el que tuvo que lidiar Silvia Lazarte, la primera presidenta de la Asamblea Constituyente. No fue sencillo, pues el conflicto que tuvo que gestionar tenía la potencialidad de enfrentar a todo el país, sin embargo, Lazarte hizo todo lo posible para evitarlo, con los errores y aciertos que se aprecian de manera más clara con la distancia que hoy tenemos de estos eventos.

Paz en la tumba de Silvia Lazarte.