Icono del sitio La Razón

Lo esencial en la elección es el cómputo, no el conteo rápido

Como se sabe, las elecciones del 20 de octubre de 2019 fueron anuladas principalmente a raíz de que la Misión de Observación Electoral de la OEA detectó un “inexplicable cambio de tendencia” en el TREP (sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares); para los comicios del 18, el Órgano Electoral en lugar del TREP creó el Direpre (sistema de Difusión de Resultados Preliminares), con el mismo fin: en el día de la elección poder contar con un conteo rápido que dé cuenta de la tendencia preliminar de la votación. Está bien, dicho conteo rápido ayuda a dar certidumbre al país lo más pronto posible sobre el resultado de la votación, pero nunca hay que perder de vista, apunta nuestro entrevistado, el asesor electoral principal del PNUD, Luis Martínez Betanzos, que lo verdaderamente importante de cuidar, mejorar y transparentar es el cómputo electoral, el procesamiento del resultado oficial con base en las actas electorales físicas, que se revisan una a una. Por eso, dice, Naciones Unidas en Bolivia cooperó al país principalmente para fortalecer el sistema de cómputo; se está instalando nada menos que 1.500 ordenadores en todo el país, buena parte para las salas y trabajo de cómputo. También colabora el PNUD en fortalecer una de las mayores falencias en la elección del año pasado: la cadena de custodia del material electoral.

—¿Qué acompañamiento específico, técnico y político hizo Naciones Unidas al proceso electoral?

—Nuestra misión de asistencia técnica está desde enero, pues surgió de los acuerdos de octubrenoviembre (2019). Fracasaron aquellas elecciones, se decidió que Naciones Unidas acompañaría el nuevo proceso electoral en el ámbito político y técnico. Somos 31 y estamos desplegados por todos los departamentos, y los trabajos que hemos realizado hasta el día de hoy han sido muchos; uno de ellos es ayudar al Tribunal a cambiar algunos procedimientos, hacerlos más seguros; uno de éstos es la cadena de custodia, que es garantizar que todas las maletas electorales, con todo su material, luego de salir hacia el recinto (electoral) y cumplir su función, después vuelva de forma íntegra; eso es impotante para dar credibilidad y transparencia al proceso.

—¿Hubo mucho que reparar de lo hecho en 2019, tras la elección?

—Hemos trabajado en la restitución de todo el material tecnológico destruido en los acontecimientos de octubre, en algunos departamentos destruidos hasta los cimientos en sus oficinas; hemos comprado el material para restituir, el material que es necesario para el cómputo. Hemos comprado 1.500 ordenadores, servidores, cámaras, escaners.

—En esta reposición, ¿qué importancia tiene lo de la transmisión rápida de datos? En 2019 aquí estuvo el origen de todo el posterior descalabro. ¿Es una práctica usual en otros países?

—Lo importante de las elecciones, en programas, es el cómputo; eso es lo importante. Y el (sistema de) cómputo ha sido totalmente renovado. El Tribunal Supremo (Electoral) ha diseñado un programa nuevo para el cómputo, que cumple todos los estándares internacionales. El TREP a que se refiere usted, que ahora se llama Direpre, también ha sido desarrollado; no todos los países lo usan; de hecho, el TREP o Direpre no es parte del procedimiento electoral; no está en ninguna ley o normativa boliviana. Este es un añadido que se hizo para dar resultados a la población; el Direpre es un sistema interesante para que la población sepa, antes de irse a la cama, el día 18, qué es lo que ha pasado, más o menos; pero el Direpre no es el resultado oficial, y esto tiene que tenerlo claro la población, y hay que repetirlo constantemente: aquí lo importante es el cómputo. El Direpre es parcial y preliminar, por lo cual, mucho cuidado con ver el Direpre como el resultado final, porque no lo es; no es ningún resultado oficial de las elecciones.

—Eso no hay que dejar de aclararlo…

—Totalmente, cien por cien. La gente tiene que esperar al cómputo; y ahí es donde uno cuenta las actas una a una.

—¿Cómo ven el ambiente político? Es sintomático el comunicado que emitieron la ONU, la Unión Europea y la Iglesia, llamando a pacificar la campaña.

 —Las elecciones siempre son tensas, es la pelea por el poder. Casi todos pierden y ganan muy poquitos. Nuestra declaración, la línea argumental es: nosotros vemos un proceso electoral técnicamente bien preparado, con un organismo electoral sólido; sin embargo, las organizaciones políticas no están acompañando ese proceso de forma tranquila, y vemos actos de campaña con violencia. Lo que nosotros decimos es que para que este proceso funcione bien, todos los actores tienen que jugar su papel, y el de las organizaciones políticas es dar a conocer sus proyectos, sus ideas, convencer al ciudadano de forma legítima, y que no se use la violencia como arma de intimidación.

—¿Cómo está el padrón electoral boliviano? Hay gente que piensa que la elección será fraudulenta por el padrón mal hecho.

—Hay dos principios básicos en cualquier padrón del mundo. Uno es que sea inclusivo, obviamente que esté registrado todo quien deba estarlo; y el otro es la transparencia, porque esto nos lleva a la credibilidad. El problema en Bolvia no es técnico, este es un padrón moderno, biométrico permanente, uno muy sólido, que ya ha sido auditado; pero tiene un problema, que es el de la credibilidad. Credibilidad porque líderes de opinión, y ahí los medios tienen una responsabilidad, hablan sin conocimientos técnicos del padrón; es lo que nosotros estamos viendo. Aunque creo que esto se ha moderado por los grandes esfuerzos de TSE. En Bolivia existe un buen padrón desde hace muchísimos años, pero ese segundo pilar, que es la transparencia, no existía, con lo cual se dañó su credibilidad, y empezaron los rumores fantásticos. Nosotros no tenemos ninguna duda de que es un padrón  muy moderno, totalmente limpio, depurado, como le dicen aquí, y muy ordenado.

—Los partidos han tenido acceso, lo probaron, esos son los “laboratorios” que anunció el Tribunal…

—Sí, correcto. Todos los partidos han tenido acceso, y se les dijo que fueran con técnicos informáticos; es un padrón de muy fácil uso con muchísima información, y un técnico, sabiendo lo que tiene que buscar, puede hacer las comprobaciones de rigor; y algunos partidos aprovecharon esa oportunidad, y al día de hoy, ninguno, absolutamente ninguno, ha presentado ninguna queja o duda sobre la inclusividad e integridad del padrón.

—Una de las mayores fallas en la elección de 2019 ha sido la cadena de custodia. El Gobierno, por ejemplo, entiende que para cuidarla casi una patrulla debe llevar al notario y las actas. ¿Pero técnicamente, qué han podido hacer sobre cuidar esta cadena?

—Básicamente es el control de todo el material. Esto pasa en muchos países, pero curiosamente en Bolivia no existía el control del voto, de la papeleta una vez contada. Aquí existía este principio, me decían, que cuando la papeleta es contada, esa papeleta muere, no tiene ninguna relevancia, lo que es verdad, pero siempre es bueno custodiar. Nosotros hemos discutido con ellos y ha sido aceptado por el Tribunal, hay que custodiar todo el material y la papeleta es un material sensible incluso después de estar contada. Cuando se vieron imágenes aquí de papeletas tiradas en lugares donde no correspondía, no necesariamente quiere decir que aquellas papeletas hubieran sido usadas de manera fraudulenta, pero la imagen de falta de custodia, de falta de control (terminó por generar desconfianza). Las elección tiene que estar bien organizada, pero también tienen que parecerlo. Entonces, ese control absoluto del material es el gran cambio. Otro gran cambio es el tema de la custodia por la fuerza del orden público. Hay convenios donde esta vez la Policía va a hacer un despliegue muy superior al de las elecciones anteriores. Hay el acuerdo de que exista una presencia (policial) en todos los recintos y en las mesas; cada maleta se custodiará de forma individualizada por los jurados, por los notarios, por la Policía.

—¿Qué resta ahora?

—En este momento hay 250 mil personas, bolivianos, trabajando para el proceso electoral; luego, hay un montón de consultores, los siete mil notarios; montón de juventud; hay miles de facilitadores; todos los procedimientos han sido revisados y cambiados, no se puede vivir de la herencia pasada; además que hay elementos de bioseguridad introducidos en todos los aspectos, incluida la cadena de custodia. Las elecciones son la operación más compleja en la que un país se pueda meter; Bolivia está muy entrenada, pero la pandemia obligó a muchos cambios; el fracaso (de la anterior elección) ha obligado a la revisión sustantiva en algunos aspectos.

Luis Martínez-Betanzos: Novedad del actual proceso electoral son las mesas multipartidarias, señala el entrevistado. Espacios técnico-políticos en que los partidos además de conocer mejor la técnica electoral, discuten sus propuestas. Ya hay corresponsabilidad partidos-TSE. 

Datos

Nombre: Luis Martínez-Betanzos Nació: España. 

Profesión: Abogado

Ocupación: Asesor Electoral Principal del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Bolivia

Perfil

Experto electoral con más de 20 años de experiencia en democratización, desarrollo institucional y reforma electoral. Trabajó en más de 20 países de Asia, África, Europa.

(*) Iván Bustillos es periodista de La Razón