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CELAC: la apuesta a la integración eficaz

El punto sobre la i

Claro que había otra expectativa. El 24 de julio de este año, en México, en la XXI Reunión de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, dijo que “no debe descartarse la sustitución de la OEA (Organización de Estados Americanos) por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie”, como dando a entender que ese nuevo ente internacional no era otro que la Celac y que el futuro de la OEA iba a decidirse en la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Celac en septiembre. Pero una vez que llegó la cita continental en el mismo México el 18 de este mes, y pese a haberse tratado la cuestión de la OEA, sobre todo el rol de su actual secretario general, Luis Almagro, al final se decidió postergar la discusión hacia el futuro. Para buena parte de los políticos y medios de comunicación, ya se podía hablar de un práctico fracaso de la referida cumbre. Peor cuando en la misma cita del 18, hubo abiertos encontrones entre mandatarios: Nicolás Maduro de Venezuela contra Mario Abdo Benítez de Paraguay; o entre Miguel Díaz-Canel de Cuba y Luis Lacalle de Uruguay; o entre las delegaciones de Nicaragua y Argentina.

Creada en 2010, la Celac siempre fue calificada por sus críticos de “ideológica”; para el caso, no se debe dejar de lado el hecho de que a la cita del 18 en México no asistió Brasil, porque en enero de 2020, el presidente Jair Bolsonaro decidió retirar a su país de la unión porque “daba protagonismo a regímenes no democráticos”; tampoco olvidar que en diciembre de 2019, por un diferendo con el Gobierno de México (el que dio asilo al expresidente Evo Morales) el gobierno transitorio de Jeanine Áñez anunció que evaluaría la permanencia de Bolivia en el mecanismo de integración. Poco antes, el país ya se había retirado del Alba y de Unasur.

LOGROS. Pero, mirando un poco más de cerca, por lo que pasó en la VI Cumbre de la Celac, no es poco lo que se logró, tanto en lo inmediato como en perspectiva.

No hay que dejar de señalar, por ejemplo, que pese a las distancias ideológicas en el encuentro estuvieron 17 presidentes, dos vicepresidentes, nueve cancilleres y otras autoridades de primer nivel. También participaron de la cita representantes de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) y el presidente del Consejo Europeo.

Como hacen notar las investigadoras del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), Silvina Romano y Tamara Lajtman (en su trabajo Cumbre Celac 2021: renovada apuesta por la integración latinoamericana), acaso el nuevo impulso que está adquiriendo Celac se deba al “fuerte cuestionamiento a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y (al) reflujo de otros mecanismos de integración”.

Ahora, para el avance de esta VI Cumbre, destacan Romano y Lajtman, primordial papel tiene que ver la Presidencia Pro Témpore de México, que llevó adelante importantes actividades preparatorias, como el encuentro, en abril de 2021, “Desarrollo Tecnológico de vacunas Celac contra COVID-19” que reunió por primera vez a los ocho centros de investigación que desarrollan las vacunas más avanzadas de la región, provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Cuba y México; o los dos encuentros de Especialistas Celac para el Monitoreo del Coronavirus, cuando los virólogos compartieron experiencias y acciones implementadas entre los países para tratar el tema de la pandemia; o la Reunión de Ministros de la Celac sobre el acceso latinoamericano y caribeño a la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca contra el COVID-19, entre otras acciones.

En cuanto a las diferencias ideológicas, que se expresaron en los encontronazos citados, el punto fue que pese a esto, prácticamente saltando el debate de cuánto más o menos democráticos son los distintos regímenes, los representantes supieron superar dichas distancias.

Como hace notar la periodista mexicana Daniela Pastrana, redactora del portal mexicano Pie de Página, que hizo seguimiento exhaustivo de la cita, luego de que nada evitara un encendido intercambio de palabras entre los presidentes cubano y uruguayo, o venezolano y paraguayo, “al final, los reclamos se quedaron como anécdotas, porque el acuerdo aprobado por todos incluyó la declaración conjunta contra el bloqueo económico a Cuba y en favor de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas”.

Como resume Pastrana, “las diferencias ideológicas no evitaron una resolución pragmática: 31 gobiernos países de América Latina y el Caribe llegaron a un acuerdo de 44 puntos que incluye un plan para la autosuficiencia sanitaria y una postura común ante los países desarrollados causantes de la crisis climática”.

Tampoco es de menospreciar, apunta, “la puesta en marcha de una agencia espacial, la creación de un fondo regional para desastres naturales, buscar mecanismos financieros equitativos, impulsar el comercio intrarregional, la seguridad alimentaria y el intercambio tecnológico y cultural, con la creación de un instituto iberoamericano de lenguas indígenas”.

PRAGMATISMO. Esfuerzo de unidad pragmática: “Si algo nos ha llevado a unirnos y a hacer a un lado las diferencias ha sido la pandemia”, destacó el secretario (ministro) de Asuntos Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, anfitrión de la Cumbre.

De las 44 resoluciones de la Declaración de la Ciudad de México (el documento central firmado por todos los asistentes), siete se refieren explícitamente a la lucha contra la pandemia.

Desde “un llamado para democratizar la producción y eliminar los obstáculos que dificultan el acceso justo y equitativo a las vacunas contra COVID-19, en tanto bienes públicos globales” (Resolución 7), hasta el reconocimiento e impulso a los esfuerzos concretos de fabricación de vacunas: Resolución 10. “Reconoce y aprecia la colaboración establecida entre Argentina y México, para producir y envasar vacunas contra COVID-19, que ya han comenzado a distribuirse en países de la región, el desarrollo, producción y suministro de las vacunas cubanas (Abdala, Soberana02 y Soberana Plus); así como otras iniciativas en curso para la investigación y desarrollo de vacunas en México (Patria), Argentina (ARVAC Cecilia Grierson), Cuba (Soberana 01, Mambisa, Pasteur y Pan- Corona), Chile (PedCoVax), Brasil (Butan Vac)”.

Se destaca el significativo esfuerzo que significó la elaboración por parte de la CEPAL del “Plan Integral de Autosuficiencia Sanitaria”. Un proyecto que apunta, señala la Resolución 12: “enfocado en el fortalecimiento de capacidades de producción y distribución de vacunas y medicamentos en la región”. En esta misma Resolución 12, se anuncia el respaldo a la “Declaración celebrada entre la Presidencia Pro Témpore de la Celac, ostentada por México y la Secretaría Ejecutiva de la CEPAL, para la creación del fondo Celac para la respuesta integral a desastres, que beneficiará a los Estados miembros”.

Entre las acciones que proyecta el plan “está la convergencia y reconocimiento de una agencia regulatoria, tener una plataforma común de ensayos clínicos, para tener acceso a las vacunas en condiciones mejores, realizar compras conjuntas para que no haya disparidades (no solo con las vacunas sino con todos los insumos médicos), potenciar consorcios productivos regionales (como el de México y Argentina con AstraZeneca)”, resume Pastrana.

En la cita de México, Alicia Bárcena, directora ejecutiva de la CEPAL, destacó que al ritmo que vamos, la región no va a alcanzar a vacunar al 80 por ciento de la población mayor de 18 años. Incluso hay países que no llegan ni al 10 por ciento. Destacó que en la región tenemos capacidades para producir las propias vacunas y para que los países con mayor estructura y capacidad de compra puedan ayudar a los que van más rezagados, reseña Pastrana.

“Sí se puede, tenemos las capacidades, pero hay que tomar acciones rápidas, conjuntas, y creo que la Celac nos ha dado un potente mensaje”, dijo finalmente Bárcena.

ALIMENTOS. Por encargo de la Celac, la CEPAL también avanzó el “Plan para la seguridad alimentaria, nutrición y erradicación del hambre de la Celac 2025. Una propuesta para seguimiento y análisis”.

En el ámbito financiero, específicamente refiriéndose al Fondo Monetario Internacional (FMI), la Celac (Resolución 18) “hace un llamado urgente a la revisión de las políticas de acceso y sobrecargos en los préstamos de apoyo financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI), en especial teniendo en cuenta las necesidades particulares de cada uno de los países en el contexto de la actual pandemia, para contribuir a la financiación de los países que más lo necesitan”, aunque cuidándose de advertir, hay que hacer todo lo anterior “manteniendo simultáneamente la solidez financiera de esa institución (el FMI)”.

Es la Resolución 27 en la que la Celac “manifesta su apoyo para el pronto establecimiento del Instituto Iberoamericano de Lenguas Indígenas (IIALI) como firme compromiso de la Celac para el uso, promoción, conservación y revitalización de la cultura y de las lenguas de los pueblos indígenas en todos los ámbitos”.

En el ámbito de la crisis climática, la VI Cumbre anuncia (Resolución 37) su compromiso “a incrementar la ambición climática en los Estados miembros en torno a los objetivos del Acuerdo de París, conforme a los principios de equidad y responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas”.

Problema común pero distintas responsabilidades, la Declaración del la Cumbre de la Celac recuerda que exigirá que se cumpla el “compromiso para la provisión y movilización por parte de los países desarrollados de 100 mil millones de dólares anuales destinados a apoyar a los países en desarrollo entre el 2020 y el 2025” (Resolución 37).

Por eso, concluye, “respalda el establecimiento de un fondo voluntario para facilitar una mejor respuesta regional a desastres”. Resolución 38. En tres resoluciones, la 32, 33 y 34, la Declaración se refiere a la migración; si bien se trata de aseveraciones declarativas, no dejan de tener importancia como los principios de la Celac en el tema: “Hace un llamado, tomando en consideración la coyuntura actual, para intensificar el trabajo coordinado, a fin de manejar los movimientos migratorios en la región” (32); “Rechaza la criminalización de la migración irregular y de toda forma de racismo, discriminación racial, xenofobia, discursos de odio y otras formas conexas de discriminación e intolerancia contra personas migrantes y solicitantes de refugio” (33); y, “Reconoce que, solo por estas vías y mediante la cooperación e intercambios de información entre nuestros países, se concretarán, de forma exitosa, los procesos migratorios que optimicen el desarrollo de los países de origen, tránsito, destino y retorno” (34).

En la lucha contra la drogas, establece un principio de acción: “Exige un enfoque integrado, multidisciplinario, equilibrado, sostenible, amplio, respetuoso de los derechos humanos y basado en la evidencia científica, con medidas que se refuercen mutuamente”. (Resolución 40)

ESPACIAL. Finalmente, en la Resolución 43, “Saluda la creación de la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (ALCE) con miras a fortalecer las capacidades regionales e impulsar la cooperación, colaboración, investigación, desarrollo y transferencia de tecnologías entre los Estados latinoamericanos y caribeños, para la realización de actividades de exploración y utilización del espacio ultraterrestre con fines pacíficos”.

En el ámbito de género y migración, hace notar la periodista Pastrana, no se puede dejar pasar el “sutil reclamo” que hizo la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá, Erika Mouynes, la única que habló claramente de dos temas ausentes en la discusión: migración irregular y equidad de género.

“La migración no es un fenómeno nuevo y tampoco va a desaparecer, pero mirar para el otro lado y pretender que no está ocurriendo no es una opción. Este fenómeno solo lo podemos atender de una manera regional con justa corresponsabilidad entre todos, unidos. Somos responsables de lo que hacemos”, dijo.

En el tema de la equidad fue más directa, destaca Pastrana: “La pandemia ha causado estragos en los avances para lograr una justa equidad de género con igualdad de salario y acceso para el empoderamiento económico y educativo de las mujeres. Habemos tan solo tres mujeres sentadas aquí en esta mesa, que he contado 36 puestos. Generemos compromisos regionales que aseguren la participación de mujeres en la toma de decisiones y cumplámoslo”, afirmó Mouynes.

En cuanto a la participación boliviana, además del reclamo que el presidente Luis Arce hizo contra la OEA y su “injerencia” en Bolivia en las elecciones de octubre de 2019, no es de echar de menos la exigencia específica de Bolivia sobre las patentes de las vacunas: “Necesitamos el apoyo de ustedes para acelerar este proceso por el bien de nuestros pueblos y la humanidad. Si no se liberan las patentes, si no se comparte la tecnología, no llegaremos al objetivo de inmunización en el tiempo oportuno y la pandemia terminará por llevarse más vidas, de colapsar nuestras economías y trastocar nuestra sociedad y el ámbito político. El interés financiero no puede estar por encima del interés social y de la salud”.

A raíz del evidente liderazgo que tiene México y los avances y los logros obtenidos bajo su Presidencia Pro Témpore, en la Cumbre se acordó que este país conserve un año más esa condición; esto, señalan Romano y Lajtman, “a fin de dar continuidad a los proyectos iniciados durante la emergencia sanitaria”. 

(*)Iván Bustillos es periodista de La Razón