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‘Cuelga los cachos de macho…’

DIBUJO LIBRE

Las organizaciones políticas en Bolivia se enfrentan a un gran desafío, que deberá ser cumplido hasta el 31 de diciembre: su democratización interna. Según la Ley 1096 (Ley de Organizaciones Políticas), los partidos y agrupaciones ciudadanas deberán incluir en su estatuto un régimen de despatriarcalización que garantice la participación de las mujeres en la conformación de la estructura orgánica, dirigencias y definición de candidaturas, así como el ejercicio igualitario de sus derechos políticos. Asimismo, deberán contar con mecanismos para atender y sancionar el acoso y la violencia política contra las mujeres.

Aquí radica la pertinencia del lanzamiento de “Cuelga los cachos de macho. Paridad sin peros”, campaña que pone el foco en las organizaciones políticas, históricamente consideradas como espacios de dominio masculino, y que tiene por objetivo develar las prácticas machistas y patriarcales existentes en la cultura política boliviana, y promover cambios de actitud en los hombres, particularmente en los militantes y dirigentes de las organizaciones políticas.

“Colgar los cachos de macho en la política significa renunciar a ser machista y reconocer a las mujeres como sujetas de derechos políticos; es reconocer que el poder político no es un atributo masculino, sino que es un espacio al que hombres y mujeres pueden acceder —y ejercerlo—, en igualdad de condiciones”, resaltó Lucía Vargas, responsable de Incidencia Política de la Coordinadora de la Mujer.

Según Lourdes Montero, responsable país de Oxfam Bolivia, la sociedad boliviana ha denunciado que las organizaciones políticas tal vez son las instituciones menos democráticas que existen en el país. “Hemos constatado que el discurso políticamente correcto de los partidos no coincide con las prácticas políticas para la inclusión de más mujeres en la toma de decisiones, y por ello era fundamental el contar con estatutos que permitan a sus militantes tener una serie de reglas que los haga más democráticos”.

Dina Chuquimia, vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), recordó la Ley de Cuotas, que representaba el 30% de mujeres frente al 70% de varones en instancias de poder. “Gracias al apoyo de la Coordinadora de la Mujer, fue en 2009 que salió la primera etapa del reglamento del TSE que daba la posibilidad de la presencia de las mujeres en las listas de los candidatos en un 50%”, resaltó la vocal.

CIFRAS. Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer recogidos en 2016, de siete organizaciones políticas vigentes en ese entonces, la presencia de mujeres representaba 44% de sus militancias. Sin embargo, ninguna tenía a una mujer en su máxima dirigencia nacional y solo 33% de sus instancias ejecutivas estaban ocupadas por mujeres.

En las elecciones generales de 2020 se presentaron ocho candidaturas a la Presidencia, de las cuales solo una era femenina. En 17 procesos electorales, solo cuatro mujeres fueron postuladas como candidatas a la Presidencia, frente a 139 candidaturas de hombres. Con relación al cumplimiento de la paridad en la lista de candidaturas, de ocho organizaciones políticas, solo dos cumplieron con las listas paritarias.

En las elecciones subnacionales de 2021 se registró solamente 16% de candidaturas femeninas frente a 84% de participación masculina, manteniéndose un cuasi monopolio masculino en todos los cargos ejecutivos. Si bien se logró una representación casi paritaria en las instancias legislativas, con 56% en el Senado y 47% en Diputados, la participación de las mujeres solo llega a 23%.

En lo que va del año, el TSE registró 30 denuncias y renuncias de mujeres autoridades, todas por acoso y violencia política. En tanto, el Ministerio Público registró 48 casos por los mismos delitos.

La campaña tiene cinco ejes: Avances y desafíos de la participación política de las mujeres, Acoso y violencia política, Democratización interna de las organizaciones políticas, Cómo desmontar el patriarcado del sistema político boliviano, e Innovación política y masculinidades.

Es importante resaltar que esta iniciativa es impulsada en el marco del proyecto “Fortalecimiento de la democracia paritaria en los partidos políticos en Bolivia”, implementado por la Coordinadora de la Mujer, Oxfam Bolivia y el Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), con financiamiento de la Unión Europea.

RESISTENCIAS POLÍTICAS
Lucía Vargas, responsable de Incidencia Política de la Coordinadora de la Mujer

El logro de la paridad reconfiguró el sistema de representación, quebró el monopolio masculino del poder público y produjo cambios simbólicos en la cultura política. Sin embargo, el sistema político boliviano todavía tiene fuertes resistencias en la incorporación de las mujeres en la política y en la representación paritaria en los espacios de decisión.


PEROS DE LA REALIDAD
Dina Chuquimia, vocal del Tribunal Supremo Electoral

No todas las mujeres que han incursionado en la vida política tienen el apoyo de sus compañeros en las tareas del hogar. Pero además de eso, tienen otra piedra en el zapato, que a veces se la colocan sus mismos compañeros de partidos, solo por el hecho de ser mujeres que asumen como dirigentes o que han participado como candidatas.


PROFUNDIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA
Lourdes Montero, responsable país de Oxfam Bolivia

Esta campaña busca fortalecer “una masa crítica de mujeres” al interior de los partidos políticos que tengan más y mejor voz para cambiar estas prácticas cotidianas de las organizaciones políticas y, con ello, contribuir a una mayor profundización de la democracia en Bolivia, porque nuestras organizaciones políticas son el espejo de lo que es nuestra sociedad en términos democráticos.

(*)Mitsuko Shimose es periodista de La Razón