El oficio del periodismo histórico
Saludable convocatoria a ver el oficio periodístico también como el de un peculiar historiador.
SALA DE PRENSA
A la pregunta de ¿cuál es la relación entre el periodista y el historiador?, el cronista polaco Ryszard Kapuscinski, en Los cínicos no sirven para este oficio, fue taxativo: Todo “buen periodista” es un historiador. “Lo que él hace es investigar, explorar, describir la historia en su desarrollo. Tener una sabiduría y una intuición de historiador es una cualidad fundamental para todo periodista”.
Con el fin de esclarecer esa idea, hizo una distinción entre el buen y el mal oficio: “En el buen periodismo, además de la descripción de un acontecimiento, se tiene también la explicación de por qué ha sucedido; en el mal periodismo, en cambio, encontramos solo la descripción, sin ninguna conexión o referencia al contexto histórico (…) Tenemos que introducir al lector a la comprensión del acontecimiento, diciéndole qué ha sucedido antes, contándole la historia del mismo”.
El autor de Un día más con vida (1976), La guerra del fútbol (1978), El imperio (1993), Ébano (1998) y otros textos, realizó esas declaraciones en el marco del VI Congreso “De raza y de clase: El periodismo entre deseo de elitismo, implicación e indiferencia”, que se celebró en Italia, el 27 de noviembre de 1999.
HISTÓRICO Después de hacer una revisión de la actividad periodística bajo los regímenes dictatoriales en América Latina, en la década del 70, Armand Mattelart, en La comunicación masiva en el proceso de la liberación, coincidió con la posición del cronista polaco. Tras poner en tela de juicio la “objetividad del periodismo clásico” —que “separa el presente del pasado” y fragmenta los hechos y actores de su contexto, quitándole su verdadera naturaleza—, propuso retornar al periodismo histórico, que integra el pasado, el presente y el futuro: un regreso a la “raíces” de los procesos vívidos que generan noticia.
En la misma línea, Olga Behar, en Pistas para narrar la memoria, destacó que el periodista además de informar tiene la oportunidad inédita de cumplir con su función social de “contextualizar y argumentar hechos que pudieron haber sido noticia en algún tiempo y que tuvieron un tratamiento sesgado, superficial y descontextualizado”. También planteó visibilizar acontecimientos que sucedieron y fueron ignorados deliberada o accidentalmente por otros periodistas y medios.
Para cumplir con esa tarea, recomendó que se puede apelar a testimonios, expedientes judiciales, documentación de investigación forense e histórica y otras fuentes.
OFICIO Bajo esa lógica, el oficio del periodismo histórico debe ayudar a formar conciencia social y coadyuvar a la creación de un recuento histórico integral, plural y representativo.
Para cumplir con esos objetivos, Manuel Aguilera y Ángeles Durán, en El periodismo histórico: teoría y técnica, mencionaron dos maneras de lograrlo: 1) La “divulgación”, que se limita a consultar y difundir de manera atractiva investigaciones de otros y 2) la “investigación histórica”, que aporta novedades, denuncia delitos, asesinatos, genocidios y otros.
Entre la faena periodística y la historia, por tanto, existen analogías en el uso de métodos y técnicas para acercarse a la realidad; sin embargo, las dos disciplinas, en esencia, tienen rasgos propios. Ese caso, de igual forma, se aplica al periodismo literario. Carlos Soria Galvarro, en su artículo Literatura y periodismo: juntos pero no revueltos, incluido en los Andares del Che en Bolivia, reforzó la idea de que “entre el periodismo (como insumo para la historia) y la literatura (como goce estético a partir de la recreación de aspectos de la realidad por la vía del lenguaje) podrán existir obvias similitudes y observaciones, pero subsistirá por siempre la diferencia esencial que los separa”.
JIBARIZADO La historia, aunque no exista como sección en los medios de información, está presente al menos una vez por semana en artículos de opinión, reportajes, crónicas, perfiles, efemérides, entrevistas, testimonios, análisis y otros. Empero, existen nuevos factores que impiden que los públicos valoren estos contenidos.
Hoy, según Pascual Serrano, en La comunicación jibarizada, el predominio audiovisual, la espectacularidad en la comunicación, la revolución tecnológica y la sobresaturación informativa están terminando con los requisitos necesarios para que una información mínimamente integral, reflexiva y contextualizada pueda difundirse y comprenderse.
“Vivimos tiempos en que la imagen ha ganado mucho terreno a la imaginación, y no digamos ya a la escritura. Del mismo modo, la emoción ha robado prestigio a la reflexión (…) De hecho todos los medios son ya instantáneos, sensacionalistas, emotivos y superficiales. Y todo lo que no cumple esas condiciones es apartado de la agenda”, argumentó Vicente Verdú, en El personismo.
JORNADAS En el marco de lo planteado y bajo la mirada de impulsar un trabajo periodístico exhaustivo y de contenido, la Carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y el Instituto de Investigación Postgrado e Interacción Social (IpiCOM) realizarán las “Jornadas sobre Periodismo Histórico”.
El objetivo es entender la importancia de esa temática, vista como un eje transversal y una especialidad en la prensa boliviana, a partir de la experiencia de especialistas bolivianos en comunicación, periodismo e historia.
Siete expositores, desde diferentes miradas, coadyuvarán a cumplir con ese objetivo: el comunicólogo y catedrático Erick Torrico, el historiador, archivista y docente Luis Oporto y los periodistas e investigadores Robert Brockmann, Miguel Pinto, Ricardo Zelaya, Rafael Archondo y Ramiro Duchen.
HOMENAJE En homenaje al Día del Periodista, además, se hará una distinción, por su larga trayectoria en radio, prensa y televisión, a uno de los grandes puntales del periodismo histórico: el cronista, historiador y excatedrático Carlos Soria Galvarro.
Entre su producción intelectual se destacan: Con la revolución en las venas: Los mineros de Siglo XX en la resistencia antifacista (1980); Vista al mar: Testimonios sobre el 17 de julio de 1980 (1982); Barbie-Altman: De la Gestapo a la CIA (1986); El Che en Bolivia (cinco volúmenes 1992- 1996); Campaña del Che en Bolivia (1997); Coati 1972: relato de una fuga (1997); Coloquio Antonio Paredes Candia y la cultura popular boliviana (2001); Contextos y Recuentos (2002), y Los andares del Che en Bolivia (2014).
Las “Jornadas sobre Periodismo Histórico” se realizarán del 9 al 11 de mayo, de 10.00 a 12.00, en el Auditorio “Salvador Romero” de la Facultad de Ciencias Sociales. El evento será presencial.
(*)Grecia Gonzales O. es comunicadora social