Cumbres de las Américas, lugar de tensión EEUU-Latinoamérica
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El ALCA, por ejemplo, nació como un ‘principio’ de las Cumbres, en la primera, en 1994; desapareció en la quinta, en 2009
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Cumbres de las américas, lugar de tensión EEUU-Latinoamérica
El punto sobre la i
Fue la propia CNN que el jueves 2 de junio, cuatro días antes del inicio de la IX Cumbre de las Américas (6 al 10 de junio en Los Ángeles, Estados Unidos), alertaba que “La administración Biden se enfrenta a la amenaza de un posible fracaso en la Cumbre de las Américas” (análisis escrito por Kevin Liptak y Priscila Álvarez). “Los funcionarios del Gobierno de EEUU todavía se apresuran por confirmar a los asistentes y preparar los anuncios que el presidente Joe Biden hará”, remarcan de entrada los analistas.
Y es que la cita se verá afectada si no asisten gobiernos clave, como México, asegura CNN: “Las ausencias de los líderes más importantes —sobre todo del presidente de México, que amenaza con un boicot— corren el riesgo de socavar la reunión, incluso cuando Biden y su equipo intentan avanzar en cuestiones políticamente delicadas, como la inmigración en la frontera sur de Estados Unidos y el crecimiento económico, justo una semana antes de recibir a los líderes del hemisferio occidental en Los Ángeles para la Cumbre de las Américas”.
El miércoles 1 de junio, el periódico español El País informaba: “Alberto Fernández confirma por teléfono a Biden que asistirá a la Cumbre de las Américas”. Se trató de un retroceso, pues cuando el presidente López Obrador anunció que él no iba si se excluía a cualquier país, Fernández se le había sumado. Pero luego se vio que el cambio de decisión del argentino era un movimiento táctico: el jueves 26 de mayo, señala el periódico español, Fernández había llamado a López Obrador y en esa conversación habían acordado que el Presidente argentino iba a Los Ángeles, no a organizar una “cumbre paralela” de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), como se había anunciado antes, sino más bien a protestar por la exclusión en que incurrió Estados Unidos de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Esto, con todas sus letras, lo reveló el propio Presidente mexicano el fin de semana pasado, destaca El País: “Platicamos acerca de la asistencia a la Cumbre. Entonces, me hizo una consulta, hablamos del tema y hay un acuerdo, pero no de hacer una cumbre paralela en EEUU, no. (El acuerdo) es éste: que en caso de que no se acepte invitar a todos los países, él, como presidente de CELAC, hable de que no estamos de acuerdo con las exclusiones”.
GESTIÓN.
Gracias a gestiones directas del exsenador demócrata Chris Dodd, destaca el medio español, habrían aceptado ir a la Cumbre los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; de Chile, Gabriel Boric; y de Uruguay, Luis Lacalle Pou. También está previsto que el presidente de Perú, Pedro Castillo, asista a la cita continental, pues ya pidió permiso a su Congreso.
En la otra acera, la Comunidad del Caribe (Caricom), que reúne a 15 países caribeños, si bien de principio se sumó a la postura de México (de no asistir si había exclusión), en la última semana de mayo en tres reuniones no logró el consenso, de modo que dependerá de cada Estado si va o no a la Cumbre. Hasta fines de mayo se mantenía la inasistencia del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, aunque no por la exclusión sino por una polémica sobre injerencia que sostiene con Estados Unidos; hasta la semana pasada también se mantenía la negativa a asistir, “si no están invitados todos”, de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro; y, como reiteró en esta semana la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, el presidente Luis Arce tampoco irá a la Cumbre, al mantenerse la exclusión de países por parte de Estados Unidos; Alcón confirmó que el mandatario boliviano sí fue invitado.
El presidente de México, López Obrador, hasta donde se sabe, se mantiene en sus cuatro, de no asistir si no están todos.
Toda esta tensión, de idas y venidas de varios países de ir y no ir, vuelve a mostrar una constante: que las Cumbres de las Américas son el escenario de más o menos grave tensión entre Estados Unidos y los países latinoamericanos; esto se expresa en hitos que tuvieron las ocho cumbres desde 1994, cuando la primera Cumbre se realizó en Miami (Estados Unidos).
Desde el principio fue el referido escenario. La primera Cumbre fue convocada a iniciativa del presidente Bill Clinton y tuvo lugar en Miami entre el 9 y 11 de diciembre de 1994. Y allí se redactó y asumió la llamada “Declaración de Principios”; en ésta, aparte de declarar la voluntad de “preservar y fortalecer la comunidad de democracias de las Américas” con base en la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), como principio continental se señala el “inmediato” establecimiento del “Área de Libre Comercio de las Américas” (ALCA), con fecha límite incluida: “Por consiguiente, decidimos iniciar de inmediato el establecimiento del ‘Área de Libre Comercio de las Américas’ en la que se eliminarán progresivamente las barreras al comercio y la inversión. Asimismo, resolvemos concluir las negociaciones del ‘Área de Libre Comercio de las Américas’ a más tardar en el año 2005, y convenimos en alcanzar avances concretos hacia el logro de este objetivo para el final de este siglo”. (Declaración de Principios)
EDUCACIÓN. En la segunda Cumbre, que tuvo lugar en Santiago de Chile, entre el 18 y 19 de abril de 1998, en su declaración final, aparte de anunciar que la cita tuvo como “tema central” la educación en las Américas, y reafirmar que hubo un “compromiso de invertir mayores recursos en esta importante área, como asimismo de impulsar la participación de la sociedad civil en el desarrollo educativo”, varios párrafos de la declaración son dedicados nuevamente al ALCA:
“Hoy instruimos a nuestros Ministros Responsables del Comercio que inicien las negociaciones correspondientes al ALCA de acuerdo con la Declaración Ministerial de San José, de marzo de 1998. Reafirmamos nuestra determinación de concluir las negociaciones del ALCA a más tardar en el año 2005 y a lograr avances concretos para finales del presente siglo. El acuerdo del ALCA será equilibrado, amplio y congruente con la Organización Mundial de Comercio (OMC), y constituirá un compromiso único”, destaca la Declaración, añadiendo algunos principios, como que “la negociación del ALCA será transparente, y tomará en cuenta las diferencias en los niveles de desarrollo y en el tamaño de las economías de las Américas”, y que la “integración económica, la inversión y el libre comercio son factores claves para elevar el nivel de vida, mejorar las condiciones laborales de los pueblos de las Américas y lograr una mejor protección del medio ambiente”.
La tercera Cumbre se realizó en la ciudad de Quebec, Canadá, entre el 20 y 22 de abril de 2001. En la llamada “Declaración de Quebec” se evidencia la mayor preocupación por la democracia, la paz y la seguridad. Para enfrentar a las amenazas a la democracia, por ejemplo, se instruye a los “Ministros de Relaciones Exteriores que, en el marco de la próxima Asamblea General de la OEA, preparen una Carta Democrática Interamericana que refuerce los instrumentos de la OEA para la defensa activa de la democracia representativa”.
Por algo se advierte que “la subordinación constitucional de las fuerzas armadas y de seguridad a las autoridades civiles legalmente constituidas de nuestros países, y el respeto al Estado de Derecho por parte de todas las instituciones nacionales y sectores de la sociedad, son fundamentales para la democracia”.
Es aquí que se anuncia la existencia de “un borrador preliminar del Acuerdo ALCA”, cuyo principio sería: “el libre comercio, sin subsidios ni prácticas desleales, acompañado de flujos crecientes de inversión productiva y de una mayor integración económica”. En cuanto a las fechas límite, ya se indican los meses: “Instruimos a nuestros Ministros que aseguren que las negociaciones del Acuerdo ALCA concluyan, a más tardar, en enero de 2005, para tratar de lograr su entrada en vigencia lo antes posible, y no más allá de diciembre de 2005”.
DECLIVE.
En la cuarta Cumbre, efectuada en Mar del Plata, Argentina, entre el 4 y 5 de noviembre de 2005, en la Declaración de Mar del Plata”, es notorio el declive de la columna vertebral ALCA. En el párrafo 19 (de 76) abiertamente se reconoce dos posiciones contrarias: la de los países miembros que tras reconocer las “dificultades” que ha tenido el proceso de negociación del ALCA, de todos modos se continúe con su diseño, instruyendo a los responsables a “reanudar sus reuniones en el curso del año 2006, para examinar las dificultades del proceso ALCA”; y la de los países que sostienen que “todavía no están dadas las condiciones necesarias para lograr un acuerdo de libre comercio equilibrado y equitativo, con acceso efectivo de los mercados, libre de subsidios y prácticas de comercio distorsivas”, y que tome en cuenta las diferencias en los niveles de desarrollo y tamaño de las economías”.
Mar del Plata dedica la mayor parte de la declaración (14 páginas), al “Crecimiento con empleo”; al “Trabajo para enfrentar la pobreza”; a la “Formación de la fuerza laboral”; a las “Micro, pequeñas y medianas empresas como motor de crecimiento del empleo”; al “Marco para la creación de trabajo decente”; y, al “Fortalecimiento de la gobernabilidad democrática”.
Es en la quinta Cumbre, efectuada en Puerto España, en Trinidad y Tobago, entre el 17 y 19 de abril de 2009, que el ALCA definitivamente desaparece. En la foto oficial es posible reconocer a los presidentes Barack Obama (EEUU), Michelle Bachelet (Chile), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Daniel Ortega (Nicaragua), Cristina Fernández (Argentina), Hugo Chávez (Venezuela), Evo Morales (Bolivia), entre otros.
PROSPERIDAD.
La “Declaración de compromiso de Puerto España” se la subtitula con la meta de “Asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental”. Definitivamente se trata de un giro.
Ahora se habla de promover: “la inclusión y la cohesión social para mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos y alcanzar el desarrollo y la justicia social”; “la cooperación entre nuestros Estados de manera solidaria en las diferentes esferas de las relaciones interamericanas”; el “desarrollo sostenible”; “reducir la desigualdad y las disparidades sociales y disminuir la pobreza extrema a la mitad para el año 2015”; “proteger los derechos humanos de las y los migrantes”; se comprometen a “avanzar en el acceso universal a la atención integral a la salud de calidad”; compromiso de “lograr una tasa bruta de matrícula de educación secundaria del 75% como mínimo, a más tardar en 2010”, entre otros objetivos.
El ALCA es sustituido por “el comercio multilateral abierto”; reconociendo la “contribución positiva del comercio” al desarrollo, se insistirá, se dice, en “un sistema de comercio multilateral abierto, transparente y basado en normas”. Hay, además, los objetivos de “promover la seguridad energética”, la “sostenibilidad ambiental”, la “seguridad pública”, y la “gobernabilidad democrática”.
La sexta Cumbre se llevó a cabo en Cartagena de Indias, Colombia, el 14 y 15 de abril de 2012. Su declaración se asume como los “Mandatos derivados de la Sexta Cumbre de las Américas”. Los Jefes de Estado se comprometen a diversas acciones en “integración de la infraestructura física en las Américas” (caminos, interconexión eléctrica, telecomunicaciones); “pobreza, desigualdad e inequidad” (acceso igualitario y equitativo a la educación primaria y secundaria, crecimiento económico con equidad e inclusión social, formalización de la economía informal, empleo para la juventud, entre otras); “reducción y gestión del riesgo de desastres”; “acceso y uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones”; y, “seguridad ciudadana y delincuencia organizada transnacional”.
La séptima Cumbre, Ciudad de Panamá, Panamá (10 y 11 de abril de 2015) ya tiene por consigna la “Prosperidad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas”.
Indica “mandatos para la acción” en Educación, Salud, Energía, Medio Ambiente, Migración, Seguridad, Participación Ciudadana, Gobernabillidad democrática, y Cooperación hemisférica solidaria.
CORRUPCIÓN.
Y, finalmente, la octava Cumbre, que tuvo lugar en Lima, Perú, el 13 y 14 de abril de 2018. El documento de consenso aborda “uno de los problemas más importantes que enfrenta la región: la lucha contra la corrupción”, destaca su sitio web oficial.
A diferencia de Cumbres pasadas, donde las declaraciones cubrieron diversos temas, el “Compromiso de Lima (Gobernabilidad Democrática frente a la Corrupción)”, se destaca, “se centró principalmente en un solo tema —anticorrupción— y fue aprobado por consenso por los Jefes de Estado y Gobierno”.
El Compromiso de Lima (57 párrafos) hace un llamado a los Estados miembros, destaca el sitio oficial, a “reducir la burocracia, fortalecer la independencia judicial, aumentar la transparencia mediante el uso de nuevas tecnologías, fomentar la participación del sector privado en la formulación de políticas públicas anticorrupción, así como proteger a los informantes, periodistas y funcionarios involucrados en hacer cumplir la ley”.
El Compromiso de Lima también se “compromete a trabajar en prevenir que los sistemas financieros regionales puedan ser utilizados para la transferencia y ocultación de fondos ilícitos, así como identificar recursos para fortalecer los mecanismos hemisféricos anticorrupción”.
(*)Iván Bustillos es periodista de La Razón