Se han reportado al menos 10 trabajadores de la prensa agredidos durante los 28 días que dura el paro cívico indefinido en Santa Cruz. Los agresores han sido identificados tanto entre los bloqueadores que apoyan el paro como en los que se oponen y en especial se apunta a la Policía.
Ante esta situación, la Asociación de Periodistas de Santa Cruz convocó a un “plantón en defensa de los periodistas” en el atrio del Comando Departamental de la Policía cruceña.
La Asociación, presidida por el periodista Roberto Méndez Herrera, demandó que se abra un proceso disciplinario contra el uniformado responsable del ataque contra el periodista de Unitel Leonardo Gil y que cesen los ataques a la prensa.
Gil fue el tercer comunicador de la misma red televisiva que sufrió una agresión. El primero fue Mario Rocabado, que el 1 de noviembre recibió una dura golpiza durante un conflicto en el municipio de La Guardia. Asimismo, el 12 de noviembre pasado fue el turno de Yerko Guevara, que fue agredido durante los enfrentamientos en la avenida Grigotá, que derivaron en la quema de la sede de campesinos. Dos mujeres lo protegieron de que lo sigan agrediendo. Finalmente, Leonardo Gil fue el tercer periodista de Unitel agredido, esta vez por un gas lacrimógeno que disparó un policía e impactó en su mano, provocándole dos puntos de sutura. El reportero estaba cubriendo los enfrentamientos en el Plan Tres Mil.
No fue el único comunicador afectado en esta refriega. La periodista Darling Heredia, del portal La Tuti, denunció que fue interceptada por manifestantes contrarios al paro y golpeada en el rostro, además de sufrir el robo de su teléfono móvil.
Ambos hechos sucedieron durante la madrugada entre miércoles y jueves. Pero la madrugada del viernes fue el turno de Joaquín Matías, reportero de la red Uno, que fue víctima de una agresión al recibir una pedrada en la cabeza, quedando herido cuando reportaba la llegada de policías al Plan.
Asimismo, desde los medios estatales reportaron que los periodistas Carlos Iporre, Paola Moreno y el camarógrafo Franklin Quilla, de Bolivia Tv, fueron increpados, atacados y sufrieron daños en sus equipos de trabajo.
El periodista Iporre fue interceptado por grupos radicales de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC) mientras hacía el reporte de lo que ocurría en la avenida Grigotá el 13 de noviembre.
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Y esa misma fecha, el personal de BTV tuvo que ser evacuado luego que una turba de manifestantes trató de tomar el edificio de la televisora estatal, tras la quema de la Federación de Campesinos, el saqueo en la Central Obrera Departamental y el intento de toma del Instituto Nacional de Estadística.
La Defensoría del Pueblo condenó las agresiones contra trabajadores de la prensa y exigió que se esclarezcan estos hechos y se sancione a los responsables.