El joven de 19 años que estranguló a su madre con un “kimsa charani”, el pasado miércoles en la zona Los Jardines de El Alto, tenía problemas mentales que no fueron tratados con un especialista, según el comandante de la Estación Policial Integral (EPI) Tarapacá, coronel Pavel Vásquez. Será imputado por parricidio.
“Este joven fue a trabajar a las minas, a una población, y ahí habría sufrido un accidente cayendo a una fosa; conforme dicen los parientes, él se habría golpeado la cabeza y desde ese entonces ya no era el mismo. Entonces fue al cuartel y en el cuartel fue dado de baja con el diagnóstico de que presentaba problemas mentales “, mencionó Pavel.
Lamentó que los familiares no consideraron tratarlo y que solo acudieron a la medicina tradicional y a un “yatiri”. Dijo que se cree que el detonante de la violencia fue que pasaba mucho tiempo encerrado; mencionó que tenía toda la atención de sus familiares y no había antecedentes de violencia.
“Tenía amigos imaginarios, hablaba con personas que no existían”, contó Vásquez.
El jefe policial también relató que en el momento de descubrir el cadáver de la víctima, el hombre no razonaba coherentemente.
En tanto, el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) La Paz, coronel Jhonny Vega, informó que el joven no solo utilizó un “quimsa charani”, sino también un elemento contundente, que no precisó.
“Es uno de los inquilinos y vecinos el que denuncia, porque él ha escuchado los gritos, las llamadas que realizaba la señora. Y el señor ya se encuentra en calidad de aprehendido en celdas de la FELCV, se ha acogido al derecho constitucional del silencio”, precisó Vega.
Explicó que el caso no puede ser juzgado por feminicidio, al considerar que el presunto autor de la muerte de la mujer es ascendiente, el hijo; por tanto, debe ser procesado por el delito de parricidio.