El anfitrión inició sus palabras trayendo a la memoria momentos de su infancia vividos en Bolivia, en los que disfrutó —en compañía de la numerosa familia Canelas— algunas vacaciones en Cochabamba. Hizo referencia a su partida, a la finalización de su misión diplomática en el país y dejó el compromiso de un pronto retorno. Muchos amigos, gran parte llegados de otros departamentos, así como colegas y personal del Consulado, aprovecharon la oportunidad para hacer extensivos a Jorge y Katty los mejores augurios para el futuro.
El cónsul general de Chile, Jorge Canelas, junto a su esposa Katiza, ofreció un vino de honor en los jardines de su residencia con motivo de su despedida de autoridades, amigos, compatriotas y colegas, luego de tres años de cumplir funciones diplomáticas en el país. Una numerosa concurrencia, en la que destacó la presencia de representantes de medios de comunicación y empresarios bolivianos, acompañó al anfitrión en el momento de ofrecer un pequeño discurso y levantar las copas para el brindis de ocasión.
Empanadas de pino, bocaditos y vinos chilenos circularon entre los invitados, quienes disfrutaron de una mañana típica de otoño en la sede de gobierno.