El anfitrión compartió con sus invitados la anécdota vivida en 1996, cuando solicitó venir a Bolivia en calidad de pasante, lo que no sabía es que el destino le depararía años después llegar en calidad de embajador. Confesó estar sorprendido por la rápida modernización que vive el país y, en todo de broma, por lo “fiesteros” que somos.
Entre los puntos más importantes de sus palabras, destacó la apuesta danesa en proyectos como la implementación del emprendimiento gastronómico Gustu, así como los referidos a la mejora de los procesos productivos en el área rural. Los asistentes, además de disfrutar de una amena reunión, pudieron apreciar en esta oportunidad una exposición de tejidos y una muestra fotográfica de Bolivia y Dinamarca.
En los jardines de la residencia de la Embajada de Dinamarca se congregaron decenas de invitados para compartir, junto al embajador Ole Thonke y su esposa Maiken, el aniversario del Día de la Constitución de Dinamarca.
Luego de dar la bienvenida, los anfitriones procedieron con el acto central que inició con la entonación de los himnos patrios y el discurso de ocasión en el cual el embajador compartió la historia danesa, destacando la naturaleza feliz de sus habitantes, la casi inexistente corrupción y la importancia que se da a los derechos humanos; también hizo referencia a la cooperación de su país en Bolivia y a la riqueza cultural, folklórica y de recursos naturales en nuestra nación. Después de levantar las copas y realizar el respectivo brindis, los asistentes pudieron disfrutar de una muestra de bocadillos y bebidas ofrecidos por el restaurante Gustu, además de productos como el café que ofrece actualmente Roaster en San Miguel y los chocolates Oialla.