Una exposición con piezas de más de 40 artistas como Ángeles Fabbri, Cecilia Wilde, Édgar Arandia, Érika Ewel, Fabrizio Lara, Gastón Ugalde, Gil Imaná, Ejti Stih, Sol Mateo, entre otros representantes de la pintura, la escultura y la cerámica se inauguró en el Espacio de Arte Mérida Romero, como homenaje a los 40 años de arte de Norah Claros y Tanaz de Campero.

La muestra estará abierta hasta el 30 de marzo. Los asistentes disfrutaron de la apertura, en un ambiente dominado por las charlas amenas y los brindis. Así, entre acuarelas, óleos, madera y fierros, las técnicas, que resaltaban por su prolijidad, evocaron muestras de admiración.

Un tributo a Claros, quien en 1974 se unió con Luis Espinal, Antonio Eguino y Carlos Rosso para proyectar la galería EMUSA, empresa que encabezaba Mario Mercado Vaca Guzmán, y que se abrió para promover el encuentro de los artistas profesionales con el público.

Una exposición con piezas de más de 40 artistas como Ángeles Fabbri, Cecilia Wilde, Édgar Arandia, Érika Ewel, Fabrizio Lara, Gastón Ugalde, Gil Imaná, Ejti Stih, Sol Mateo, entre otros representantes de la pintura, la escultura y la cerámica se inauguró en el Espacio de Arte Mérida Romero, como homenaje a los 40 años de arte de Norah Claros y Tanaz de Campero.

La muestra estará abierta hasta el 30 de marzo. Los asistentes disfrutaron de la apertura, en un ambiente dominado por las charlas amenas y los brindis. Así, entre acuarelas, óleos, madera y fierros, las técnicas, que resaltaban por su prolijidad, evocaron muestras de admiración.

Un tributo a Claros, quien en 1974 se unió con Luis Espinal, Antonio Eguino y Carlos Rosso para proyectar la galería EMUSA, empresa que encabezaba Mario Mercado Vaca Guzmán, y que se abrió para promover el encuentro de los artistas profesionales con el público.

Fue una noche emotiva. La velada con la que Japón celebró el centenario de sus relaciones diplomáticas con Bolivia conmovió al público y a los anfitriones. Por más de una hora, el Centro Sinfónico Nacional acogió a artistas invitados de la Asociación de la Vida Diaria y Cultura Japonesa (JLC), que llegaron al país con ese motivo.

Ataviados con la vestimenta tradicional, de 12 capas de la Corte Imperial del siglo medieval, presentaron el Shamisen (banjo japonés de tres cuerdas) de la región de Tsugaru.

El embajador de Japón en Bolivia, Hidehiro Tsubaki, los protagonistas del espectacular show y algunos residentes japoneses que asistieron a la cita no lograron contener las lágrimas al escuchar los aplausos del público boliviano que pudo observar parte de esa cultura, a través del programa “Artes Tradicionales de Japón”, poco usual en las presentaciones en el país. La delegación también demostró en otros espacios culturales el arte del plegado de papel y arreglo floral, la ceremonia del té   y caligrafía japonesa.

En medio de un gran despliegue tecnológico, la empresa Innobe (Innovación de Bebidas) develó su nuevo producto: 1825 Vodka. La presentación oficial se realizó en el salón Oval del Hotel Casa Grande y estuvo a cargo de los principales ejecutivos de la compañía, Gabriel y Óscar Ágreda, y Leonardo Diab.

La apertura del acto estuvo a cargo de Gabriel Ágreda, quien enumeró las características de la firma; luego fue el turno de Diab, quien explicó la tecnología, la innovación y la calidad que caracteriza a Innobe. Mientras que Óscar Ágreda presentó a 1825 Vodka, catalogado como sofisticado e irresistible; producido con agua de la Cordillera de los Andes y trigo amazónico.

“Es un extraordinario tridestilado en alambique de cobre y producido a partir de la mejor materia prima boliviana a 4.000 metros sobre el nivel del mar, lo que garantiza su carácter único”. En el evento estuvo Juan Pablo Cáceres, mixólogo internacional que certificó la calidad del producto, que fue degustado por    los invitados.