Con bocaditos coreanos típicos y un emotivo discurso, el embajador de Corea del Sur, Jong-cheol Lee, se despidió de Bolivia, en el Hotel Casa Grande, al término de su misión. “Hoy llevaré este día con tristeza porque me despido de ustedes después de tres años de servir a este país”, dijo. Agregó que llegó a identificarse con Bolivia, pueblo de gente fuerte y luchadora, y aportar en su desarrollo en áreas de cultura, hidrocarburos e infraestructura. “Un proverbio coreano dice que ‘los que padecen la misma enfermedad se saben consolar mejor unos a otros’. Por eso creo que generé profundos lazos de amistad y llevé diálogos honestos y esperanzadores con ustedes”, resaltó. Por su parte, el viceministro de Gestión Consular de Bolivia, Raúl Castro Cuéllar, remarcó la búsqueda de complementariedad en la relación que forjaron ambos países, sobre todo desde el ámbito cultural.
Editora: Beatriz Andrade D.
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