Adagio en sol menor para cuerdas y órgano, de Tomaso Albinoni; Rondo, de Wolfgang Amadeus Mozart; y Zigeunerweisen (Aires bohemios), de Pablo de Sarasate, fueron las piezas interpretadas en la primera parte del concierto en memoria de Mario Vera de la Orquesta de Cámara Bolivia Clásica, bajo la dirección de su hijo Armando Vera Woudstra y realizado en el Círculo de la Unión. Después del intermedio, los asistentes se deleitaron con Kol Nidrei, Op. 47, de Max Bruch; Octeto en mi bemol mayor, Op. 20, de Félix Mendelssohn; y Adagio para cuerdas, Op. 11, de Samuel Barber.
“Conocí a don Mario cuando ya tenía 90 años y surgió una química de inmediato, por lo que nos hicimos amigos. Ocho años después, él falleció”, dijo su amigo Flavio Machicado, quien además contó la historia del homenajeado, junto a su hija Ana María Vera, pianista concertista de profesión.