Roban al Estado $us 10 millones
Pesquisa. Operaron tres años con personal de al menos seis financieras de La Paz
Una red de falsificadores con cómplices en al menos seis financieras de La Paz consiguió en tres años de operaciones apoderarse de 10,5 millones de dólares de la renta Dignidad. De cada uno de los miles de afectados, sobre todo del área rural, cobraron 2.400 bolivianos.
Los datos los reveló a La Razón una fuente vinculada con la investigación, que tiene como jurisdicción.
Cochabamba. La banda se organizó hace tres años en La Paz, pero se trasladó y operaba desde una vivienda en la ciudad de Cochabamba, por la que pagaba un alquiler de 450 dólares mes.
En su centro de operaciones tenían instalada toda una maquinaria para falsificar documentos que les permitía cobrar la renta Dignidad, que beneficia a personas mayores de 60 años. Contaban con una base de datos que pertenecería a la Corte Electoral de La Paz; éste era el instrumento que les permitió identificar a sus víctimas, explicó la fuente.
Una vez identificado el nombre de su víctima, sobreponían sus datos y una fotografía cualquiera en una cédula de identidad escaneada y grabada en un programa de computadora, que luego la imprimían. «Estos documentos los enviaban vía aérea o terrestre a La Paz, donde sus contactos se encargaban de hacer el cobro», indicó.
MONTO. Se calcula que en tres años de operaciones cobraron al menos 73.680.000 bolivianos, equivalente a 10,5 millones de dólares. El cobro no representaba ningún riesgo, pues sus cómplices en al menos seis financieras recibían las fotocopias de las cédulas de identidad y facilitaban el desembolso de los miles de bolivianos.
«Estaban comprometidos cajeros y sus inmediatos superiores. El 50 por ciento del botín era para los líderes de la banda, el 30 por ciento iba a los encargados de los pagos y sus superiores en las diferentes financieras, mientras que el restante 20 por ciento era para los contactos», aseguró la fuente.
Los hermanos Álex y Erick Núñez Cruz eran los líderes de la organización delictiva; estaban secundados por Juan Carlos Sirpa Flores, Iván Santos y Edwin Zambrana.
«Uno de ellos se había comprado una ‘casita’ en 500 mil dólares en Sucre y tenían más de 150 mil dólares en cinco vehículos que compraron. Se está investigando sus cuentas para ver cuánto dinero amasaron», reveló.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Cochabamba desarticuló la banda delictiva el 22 de abril. Las cinco personas detenidas están en la cárcel, pero existen otras personas en Cochabamba y La Paz que son investigadas, se informó.
Los víctimas objetivo eran del área rural. «Ellos se acercaban a los cajeros para cobrar su beneficio y les decían que ya habían cobrado. No reclamaban y se iban. Esto hizo que las operaciones de los delincuentes se extiendan por tres años», sostuvo.
Se tiene el cálculo de que la banda tenía la capacidad de falsificar en promedio 1.200 fotocopias de cédulas de identidad cada mes para sus ilícitos.
Registro de cobro y desembolso
Beneficiarios
Entre febrero del 2008 y noviembre del 2009, los beneficiarios llegaron a 734.598.
Requisito
Los beneficiarios no rentistas reciben 2.400 bolivianos al año, mientras que los rentistas, 1.800 bolivianos. En el período de estudio se ejecutó Bs 2.831.842.400.
Usaron base de datos de la CDE de La Paz
Los falsificadores compraron en cinco mil dólares un CD con la base de datos que pertenecería a la Corte Departamental Electoral (CDE) de La Paz. Éste fue el instrumento central para la comisión de sus delitos, explicó la fuente vinculada a la investigación en la ciudad de Cochabamba.
Con la información elegían a sus víctimas. «La base de datos tiene numeración correlativa, inmediatamente después y en línea viene el número de cédula de identidad, los apellidos paterno, materno y nombre, la nacionalidad y, finalmente, la fecha de nacimiento del ciudadano», precisó.
Estos datos los transcribían en las fotocopias de las cédulas de identidad que falsificaban. En estos documentos inscribían nombres de supuestos coroneles y mayores como responsables de las direcciones de Identificación.
«Este fue uno de sus errores que, junto a las denuncias y pesquisas que realizó la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, llevó a identificar y desbaratar a la banda delictiva», reveló la fuente.
Teniendo en cuenta que tenían cómplices en las diferentes entidades financieras, no había necesidad de que sean «muy prolijos» en su labor, explicó.
Añadió que representantes de las financieras afectadas expresaron su disposición para coadyuvar en las investigaciones orientadas a identificar a la estructura de esta organización delictiva.