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Los motoqueros viven la libertad y la aventura sobre dos ruedas

A más de 50 kilómetros por hora, Harry Arce (37) da gritos de emoción cada vez que escucha el rugir de su moto Harley Davidson y el aire golpea su cara. Él es uno de los cien motoqueros que participaron en un encuentro internacional realizado en La Paz.

Vestido de negro, con chamarra de cuero, jeans y un sombrero vaquero, Arce, quien se hace llamar Harry Davidson, dice que conducir moto es sinónimo de libertad y que su Harley modelo Sporster 2003 es un compañero que siempre soñó. «Es una leyenda, una pasión, forma gran parte de mi vida».

El sábado 24, una periodista de La Razón se acercó a esta libertad por dos horas y media cuando se sumó al grupo de motoqueros acompañando a Rafael Elías (34), quien manejaba una Kawasaki 1100. Las motos son del tipo choper, con manubrios que obligan a abrir más los brazos y tienen respaldo en el sillín.

El recorrido, que formó parte de las actividades del encuentro realizado el fin de semana pasado, comenzó a las 11,30 en la zona Sur de La Paz y pasó por el Centro, Miraflores y concluyó en Següencoma. Mientras la moto de Elías devoraba el asfalto, se sentía el sol calentar el rostro. El viento golpeaba los rostros e hizo volar gorras.

«Soñé con una moto desde mis cinco años; cuando me titulé me compré una. Es mi hija, con ella voy a todos lados, la quiero, es la más fiel, es parte de mi ser».

Los motoqueros participaron en el séptimo Encuentro Internacional de Motociclistas que reunió a gente de La Paz, Cochabamba, Oruro, Sucre, Santa Cruz, Chile, Argentina y Brasil y que fue organizado por el club Harley Davidson de La Paz.

¿Qué los motiva? La libertad, respondieron cuatro de ellos con los que conversó La Razón.
Con chalecos y guantes de cuero, botas, gafas oscuras, bandanas y gorras, los motociclistas forman una escolta callejera. Cuesta creer que en los días de semana varios visten corbata y ternos.

Maico Barragán (55), quien se reconoce un «fanático de la moto», resalta que el motociclismo es una puerta que se abre a la amistad, la libertad y la aventura.

Montado en su Harley Davidson Ultra Electra 2009, que le costó unos $us 25 mil, dice que «además el contacto con la naturaleza es increíble, ves un paisaje natural, sin un vidrio de por medio». Para él, su motocicleta es su «compañera».

Viviana Alcón (37) sobresale por su cabellera dorada y es una de las dos mujeres que no va como acompañante, sino como conductora. Ella es comerciante de autos y madre de tres hijos. Acelera con fuerza su Honda Shadow 250.

Cuenta que hace seis años su esposo, Álex Castillo, le dio el mejor regalo que podía recibir en un Día de la Madre: una Honda Shadow 600. «Ella camina conmigo, hemos ruteado juntas y hasta hemos tenido accidentes juntas», como el que le ocurrió hace dos años cuando chocó con un auto.

Luego del accidente pidió por internet su actual moto, con la cual viajará a Arica junto a su esposo, quien irá en su Harley original valuada en 17 mil dólares.

Fernando Quiroga (52), el presidente del club Harley Davidson, es otro de los apasionados por las motos. Para él, conducir es un hobby que se relaciona con la adrenalina y la aventura.

En el recorrido, los motoqueros no pasan desapercibidos. Unos recién casados se detienen a mirarlos en el Puente de las Américas, los asistentes a un velorio en la avenida Bush se distraen con  el rugir de los motores y en otras calles la gente saluda y los choferes tocan las bocinas de sus carros. Mientras, ellos siguen disfrutando del sol, del viento y la libertad en dos ruedas.

El club Harley de La Paz

El club Harley Davidson de La Paz ya tiene 10 años de vida y ha dedicado ocho a organizar encuentros internacionales de motoqueros, explica su presidente Fernando Quiroga. La entidad cuenta con 30 asociados y se reúnen los fines de semana para planificar viajes y participación en encuentros. Suelen realizar recorridos por La Paz y programan visitas a otras ciudades y poblados.

Recorrió Bolivia en su Harley

Edmundo Palacios Salas (57) resalta que con su Harley Davidson Sporster 1994 ha podido conocer gran parte del país.

«Gracias al motociclismo hemos conocido, junto a mis hermanos, el país de cabo a rabo, desde Laguna Verde hasta Cobija, el Chaco, Beni, Villazón. No parábamos aquí, hemos estado corriendo en todo lugar».

El año pasado, Palacios sufrió un accidente, y ahora se recupera andando en muletas. Esto no fue impedimento para que el sábado 24 participara en el recorrido y en otras actividades del encuentro internacional.

La próxima actividad es participar en un encuentro en Asunción, al cual asistirán unos 50 motociclistas de Bolivia.
Maico Barragán comenta que la salida será este 1 de mayo. «Saldremos a Santa Cruz, luego a Yacuiba, Tartagal, y Asunción. Iremos como 50 de todo el país».

En el encuentro, volverán a vestir sus ropas de cuero, sus lentes y gorras. Todo tiene una explicación, esta vestimenta les protege de la lluvia, el frío, el sol y el viento.

Por qué las eligen

Harry Arce
«Es más veloz y tiene un motor más grande»

La Harley es una moto con un motor grande, eso la diferencia; en carretera tiene mayor velocidad,  mayor fuerza y a diferencia de las otras motos está hecha a mano. Uno pide a su nombre con el detalle que quiera, por ello son diferentes a las otras marcas que las hacen en serie. Las Harley son exclusivas y tienen ediciones editadas. También tienen una carburación diferente, que cuando están en la calle se las identifica.
                                                                                                                                                 

Marcelo Camacho
«Motos con 80% de puro acero»

Es una motocicleta fina, pueden manejarse hasta 1.000 kilómetros y no se gasta. El 80 % de sus piezas es de acero, es durable. Se han vuelto famosas porque tienen 107 años, y si se necesita repuestos lo pedimos de Estados Unidos porque las siguen fabricando. En cambio motos de otras marcas que se compran hoy, de aquí a cinco años ya no se pueden encontrar repuestos.