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Flora está embarazada y vivió un calvario en Choro

Flora Moya (36), embarazada de ocho meses y medio, vivió un calvario desde la noche del lunes hasta ayer. En medio del bloqueo del Choro buscaba  auxilio porque sufrió contracciones como señal de que daría a luz y por su estado le era imposible llegar al centro médico más cercano que estaba en San Pedro, a 15 kilómetros.

Las primeras molestias las comenzó a sentir la noche del lunes. Hace una semana fue a Coroico para regularizar sus papeles de identificación que le permitan tener atención médica. «El médico me dijo que tenía un quiste y por eso quise tener mis papeles para que me atiendan en un hospital porque no tengo nada de dinero», dijo entre lágrimas doña Flora.

A través del vehículo que trasladaba a periodistas de La Razón, se au-xilió a la afectada para que pueda ser atendida. Al llegar al centro más cercano, en San Pedro, un paramédico atendió a doña Flora. Tras la revisión, el funcionario indicó que era imposible que se practique un parto normal porque el feto estaba en una posición transversal dentro del vientre.

«Es urgente trasladarla a Caranavi porque allá se encuentra el único hospital de segundo nivel donde pueden practicarle una cesárea», dijo el funcinario. Para llegar a Caranavi había que pasar tres bloqueos: San Pedro, Puente Cajones y el de la propia capital de la provincia en conflicto. 

Se tuvo que persuadir a los manifestantes para que permitan el traslado de la afectada hacia Puerto Cajones, a 38 kilómetros de Caranavi.

Los bloqueadores utilizaron dinamita para cerrar el paso en su totalidad y no hubo más remedio que hacer un trasbordo al otro lado del puente. Los manifestantes accedieron a que la afectada suba en un vehículo que transportaba comida para las personas que estaban en el piquete.

De esa manera, doña Flora viajó en dirección a Caranavi con la esperanza de ser atendida en el único hospital de segundo nivel de la provincia.

Deficiente atención de salud

En la provincia de Caranavi sólo hay un hospital de segundo nivel para 25 mil habitantes.
Las postas médicas carecen de material para la atención de emergencias y no cuentan con quirófano. 
Un solo médico atiende por tres días al mes a los habitantes de cada población y comunidad de la provincia.

Ambulancia tiene que evitar los dinamitazos

En varios puntos del bloqueo a Caranavi se utilizó dinamita para hacer caer, de los cerros a las carreteras, grandes peñascos. Esta acción perjudicó el paso de vehículos como las ambulancias.

Cerca del Choro, personal médico que se trasladaba ayer en una ambulancia tuvo que despejar los grandes peñascos con la ayuda de algunos voluntarios que pasaban por el lugar.

El trabajo de desbloqueo era observado de forma pasiva por los bloqueadores, quienes no ayudaron pese a la urgencia que tenía el motorizado de salud para llegar al hospital de segundo nivel que funciona en Caranavi.

El vehículo de emergencia trasladaba a una mujer de 45 años con problemas de infección intestinal y su internación era de emergencia.

Demoraron dos horas en el trabajo y el motorizado de doble tracción tuvo que pasar sobre una loma de piedras y arena, poniendo en riesgo la integridad del conductor y del mismo vehículo.

El chofer de dicha ambulancia, que prefirió no identificarse, lamentó que el conflicto de Caranavi perjudique la atención de salud de los mismos pobladores.

«Sabemos que hay mucha gente que está mal, pero no sabemos cómo trasladarla porque con los bloqueos es imposible llegar al destino», argumentó.
Dijo que el hecho de dinamitar y lanzar piedras sobre la carretera era una exageración porque dañan su propia vía de circulación.