En Caranavi, la población está cansada y molesta
Hay apoyo mayoritario a la demanda de la planta de cítricos, pero no al bloqueo
Llegar a Caranavi no es sencillo. Se debe sortear 12 puntos de corte entre El Choro y el ingreso a la ciudad, convencer a los bloqueadores de que se difundirán sus demandas, y luego se debe escuchar las quejas, reclamos, preocupaciones y ruegos de las personas afectadas.
En la ciudad, se percibe la tensión en la gente, que se resiste a hablar y, si lo hace, expresa su molestia y cansancio por la situación. «No quiero hablar, porque voy a decir tonterías», dijo un señor sentado en la plaza principal.
La mayoría apoya las reivindicaciones de la región, como la implementación de la planta de cítricos, pero algunos no están de acuerdo.
«Esta movilización no está apoyada por toda la población. Está bien que tengan (los productores) sus reivindicaciones, pero sin perjudicarnos», dijo a La Razón un vecino, quien prefirió no ser identificado por temor a represalias.
La primera impresión que se observa en las calles de Caranavi es que la gente no sonríe y se muestra incómoda por la situación que se ha tornado insoportable. «Hasta ahora no hay solución y ya van 11 días, no sé hasta cuándo aguantaremos», dijo un joven estudiante.
El bloqueo no concluye en la capital de la provincia. En el kilómetro cuatro, camino a Alto Beni, unos 200 camiones están parados hace 11 días. En la vía encontramos a don René, quien lleva cerveza a Pando, el bloqueo lo «pescó» a esa altura y se quedó con sus botellas vacías.
Tuvo que caminar cinco kilómetros a pie para conseguir un almuerzo a 10 bolivianos y un refresco. A falta de platos y botellas, los llevó en una bolsa nylon bajo la sombra de los árboles de la ruta. «Gano 1.200 por viaje y ahora estoy retrasado, no sabemos qué hacer, estoy desesperado. La noche es tenebrosa al lado del barranco. En este lugar se accidentó una flota y hubo muertos, por las noches se escuchan ruidos», contó.
12 puntos de bloqueo en la ruta
En la ruta existen 12 puntos de bloqueo. En cada uno de ellos, representantes de la Federación de Colonizadores de Caranavi tienen sus delegados y todos están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias en su medida por obtener su planta procesadora de cítricos, «cueste lo que cueste».
Testimonios
Virgina Pacheco
«La garrafa de GLP está a 100 bolivianos»
El bloqueo ha provocado que suban los precios de las verduras y productos de primera necesidad en Caranavi. Doña Virgina Pacheco, dueña de un restaurante, cerca de la plaza de Caranavi, expresó su preocupación. «Todo está con precios elevados. La arroba de cebolla que estaba 30, ahora está a Bs 60; una sola zanahoria cuesta Bs 0,50. Lo peor pasa con el gas licuado, algunos especuladores piden por cada garrafa hasta 100 bolivianos. Por eso yo no pude comprarlas y tuve que trabajar con leña», afirmó la señora. El resto de las tiendas y comercios también registra desabastecimiento. No hay verduras, el pollo escasea, e incluso se nota la falta de frutas de la zona de Alto Beni.
Doña Betty
«En total he perdido ocho mil bolivianos»
Doña Betty no encuentra consuelo. Contrató un camión para sacar fruta de los Yungas. Ahora las toronjas, cocos, plátanos y otros han sido desechados a un lado de la ruta porque se están pudriendo. La comerciante paceña tuvo que improvisar un puesto de venta de frutas en el camión, para recuperar en algo, lo perdido. «El flete del camión cuesta 2.000 bolivianos, en total estoy perdiendo unos 8.000 bolivianos, la fruta ya está mal, sólo nos queda esperar», afirmó.
Como no puede vender toda la fruta, y como empieza a podrirse, doña Betty ha decidido invitar a la gente retenida en el bloqueo o al menos intercambiar por otros productos.
Gobierno insiste en que el bloqueo se levante para dialogar
«En las próximas horas vamos a resolver el asunto», señaló ayer el ministro de la Presidencia, Óscar Coca, aunque no especificó cómo se logrará la solución al conflicto en la ruta a Caranavi.
La autoridad reiteró ayer que el Gobierno está abierto al diálogo con las organizaciones de Caranavi, pero con la condición de suspender el bloqueo. Además, afirmó que no se intervendrán los piquetes de bloqueos, pese a que la Constitución Política del Estado le faculta al Gobierno hacer uso de la fuerza para garantizar la libre transitabilidad, pero en este caso no adoptará esa medida.
«Este problema se tiene que solucionar con la razón; el pedido que hacen (los de Caranavi) es desproporcionado a la medida de presión que están haciendo; si quieren exigir que se instale la planta de cítricos en esa población, que demuestren que es el mejor lugar», manifestó.
Sin embargo, fuentes gubernamentales informaron que se estaría coordinando una intervención.
Por su parte, los diputados del MAS Samuel Plata y David Quispe dieron a conocer ayer el pronunciamiento de la bancada paceña en el que se pide a los dirigentes que se encuentran en movilizaciones en Caranavi que depongan actitudes. «Hemos sacado un pronunciamiento para que este conflicto se normalice y queremos acudir a los dirigentes del sector de la provincia Caranavi pidiendo que depongan actitudes y medidas de presión», dijo Plata.
Huelga de hambre y marcha a La Paz
Los dirigentes que llevan adelante el bloqueo no darán el brazo a torcer. Ayer iniciaron la huelga de hambre e incluso no descartan iniciar una marcha hacia La Paz, informó ayer a La Razón, Richard Quispe, representante de la Federación de Colonizadores.
«Queríamos dialogar, pero el Gobierno nos falló en el mes de abril. Lo que nos molesta es que el presidente Evo Morales diga que nos arreglemos nosotros entre federaciones, eso es llamar al enfrentamiento y se están lavando las manos», dijo el dirigente.
Por otra parte, se mantiene firme la postura sobre el lugar donde se debe implementar la planta industrializadora de cítricos. «Caranavi tiene que tener la planta de cítricos, porque es una población intermedia», dijo un productor.
«Aquí tenemos más producción y variedad de cítricos, en Alto Beni sólo nos ganan con la naranja», dijo otro de los consultados.
A las tres de la tarde se inició un ampliado con la presencia de los representantes de todas las federaciones, centrales agrarias y gremios de la provincia. En la ocasión, se decidió conformar piquetes de huelga de hambre y no descartaron organizar una marcha hacia La Paz, para ser escuchados.