Los pobladores de la localidad de Caranavi hostigan a periodistas que cubren el conflicto que se da en esa región, según constató el equipo de La Razón, denunció Sandro Landívar, dueño del hotel Landívar.
Tras el desbloqueo y la toma de control de la zona por parte de la Policía, los caranaveños desconfían del trabajo de los periodistas y sospechan que son agentes encubiertos que pasan información a Inteligencia.
Un periodista de La Razón fue retenido por caranaveños por el espacio de 10 minutos, tiempo en el que tuvo que explicar la labor que desempeña.
El reportero gráfico de este diario fue objeto de un intento de agresión de parte de algunos pobladores de Caranavi, quienes incitaban a las demás personas a golpearle y a quitarle su cámara fotográfica.
El dueño del hotel Landívar, Sandro Landívar, llamó a radio Fides e informó que hospeda a equipos de prensa de al menos cuatro medios de comunicación.
Cámara. Indicó que en la mañana de ayer los pobladores de Caranavi, debido al nerviosismo que hay en la localidad, quitaron la tarjeta memoria de la cámara de un reportero gráfico.
Landívar dijo que hay nerviosismo y desesperación en la gente y que por ese motivo se dirigieron a su hotel para interrogar a los periodistas y para amenazarlos, porque sospechaban que eran infiltrados.
Los periodistas, agregó Landívar, demostraron con sus cédulas de identidad y sus credenciales que trabajan para medios de comunicación y que los despachos informativos en directo, especialmente en televisión, eran difíciles de difundirlos por carencias técnicas.
Landívar lamentó la situación en la que se encuentra Caranavi porque no hay una autoridad o líder que pueda poner orden y tranquilidad.