Circulan buses con chasis de camión; advierten de riesgos
En el país circulan buses construidos con chasis de camión y, aunque su uso es legal, especialistas en mecánica dicen que los vehículos, algunos fabricados en talleres clandestinos, tienen menos estabilidad y pueden volcarse en curvas cerradas.
El «bus-camión» es un ómnibus construido a partir del chasis de un camión al que se le monta una carrocería nueva de bus. Los únicos talleres autorizados para realizar este trabajo están en Cochabamba (Mopar) y en El Alto (Camet SRL), comenta el director del Organismo Operativo de Tránsito, teniente coronel Mario Cata.
Los mecánicos transforman el chasis de 80 centímetros de alto y 8,5 metros de un camión en un bus de 3,40 metros de alto, tres toneladas de peso y 10 mil kilos de capacidad. Tienen 42 asientos y son utilizados para el transporte urbano e interprovincial, aunque los de la empresa Mopar realizan además viajes entre Sucre y Potosí.
«Esa instalación se realiza sobre una estructura de camión de la marca Nissan Cóndor», explica el coordinador de la carrera de Mecánica Automotriz del Infocal, Juan Quispe.
Los propietarios del transporte optan por los «buses-camión» porque son más baratos (cuestan 50 mil dólares frente a los 90 mil y hasta 100 mil de un bus normal) y porque creen que duran más y usan menos combustible.
El defecto de estos vehículos es que al utilizar un chasis de camión, el motorizado se hace más inestable en las curvas, sobre todo las cerradas o las accidentadas.
«Caminos difíciles como en Yungas provocan que en esos buses haya más vibraciones, porque no están diseñados con un sistema de suspensión adecuado», manifiesta Quispe.
El director de la Facultad de Ingeniería Automotriz de la Universidad Los Andes, Saúl Mendoza, comenta que la maniobra del «bus camión» se complica a altas velocidades.
«El chasis (del camión) es más rígido y en caminos de tierra las vibraciones son mayores». Todo empeora si fue construido clandestinamente.
La Razón visitó el taller de Camet SRL en El Alto. «Sabemos que el trabajo en ese taller es bueno y seguro», resaltó el ex director del Organismo Operativo de Tránsito de La Paz, coronel Celso Zurita.
El gerente comercial de Mopar, Rolando Morales, dice que la mayoría de los buses que van de la ciudad de Cochabamba al Chapare está hecha en la empresa.
Resalta que el trabajo no es artesanal «como en otros lados, nosotros damos garantía porque hay una planta de ingenieros que hace el cálculo y análisis para el peso, el recorrido y la durabilidad y calidad del vehículo».
Una situación diferente es la de los talleres ilegales alteños. Dos policías de Tránsito reconocen que hay más de 15 sitios clandestinos que arman vehículos de manera casi artesanal.
El jefe de Comercialización de Camet, Frank Crespo, dice que algunos recurren a esos talleres porque el trabajo se hace más rápido, en tres meses, (la empresa los hace en seis) y porque les resulta unos 10 mil dólares más barato.
«El problema es que en estos talleres trabajan empíricamente, sin tomar en cuenta condiciones de ingeniería y aerodinámica», comenta Mendoza.
Los lugares clandestinos, según datos de Tránsito, especialistas consultados y tres vecinos alteños, operan generalmente en las zonas de Río Seco, Villa Tunari, carretera a Oruro, entre otras.
Este medio visitó hace una semana una de estas fábricas ilegales que trabaja a puerta cerrada en Villa Tunari. A las 11.50 había en el lugar 10 mecánicos armando las estructuras de estos buses.
«Buenos días». «¡Qué quiere!», respondió la encargada del taller. «Vine a averiguar por cuánto me hacen un bus», dijo el periodista. «Depende si es todo completo, con el chasis más le cuesta 40 mil (dólares) y si trae el chasis es 20 mil».
El espacio es reducido y las estructuras de los buses están separadas por pocos centímetros.
«¿Para dónde quiere el bus?», preguntó la encargada. «Quisiera para trabajar en los Yungas», señaló el redactor. «Son buenos para el camino de tierra. Duros y veloces», finalizó.
En perú están prohibidos
El agregado policial adjunto de la embajada peruana, comandante Mario Villacorta, dice que una de las medidas adoptadas en su país para reducir los accidentes fue prohibir a los «buses-camión». «Los accidentes que se producen es por la falla del vehículo. porque un camión lo han convertido en ómnibus y el eje de equilibrio está totalmente alterado».