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Una promesa electoral originó el conflicto

El 27 de marzo, tras la inauguración del sistema de energía eléctrica en Caranavi, el secretario general de la Prefectura de La Paz, Emilio Laruta, prometió la instalación de una planta procesadora de cítricos.

Nueve días después, el 5 de abril, el presidente Evo Morales visitó Caranavi y confirmó que en tres semanas comenzarían los estudios para instalar en esa localidad de los Yungas una industria similar a la que había inaugurado una semana antes en Villa 14 de Septiembre en el Chapare.

Pese a la oferta y la confirmación del Mandatario, el 23 de abril los dirigentes de Caranavi advirtieron de que si la planta no se instalaba en esa localidad bloquearían. Un día después el Gobierno envió una carta a la COB para hacerles conocer la predisposición del presidente Morales de recibir a dirigentes de Caranavi para buscar un consenso sobre la instalación de la planta. La reunión no se llevó a cabo y el bloqueo se instaló el 26 de abril. Desde esa fecha, las autoridades desconocieron la promesa hecha por el Secretario de la Prefectura y aseguraron que era un conflicto entre Caranavi y Palos Blancos.

En Caranavi exigen la renuncia de Fidel Surco

Un cabildo realizado ayer en Caranavi decidió desconocer el mandato del senador Fidel Surco y del diputado uninominal David Quispe. A ambos se los acusa de haber traicionado a los intereses de la provincia e intentar crear una nueva en Palos Blancos.

Surco es senador del MAS por La Paz. Elegido el pasado 6 de diciembre, a principios del conflicto, el dirigente de la Federación Agraria Provincial de Colonizadores de Caranavi, Richard Quispe, culpó al senador, que representa a esta región de velar por sus intereses e impulsar el traslado ilegal de esta empresa.