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Se prueba un antidepresivo en enfermos de Parkinson

El pramipexol, un agonista dopaminérgico, podría ser útil para combatir la depresión en los enfermos de Parkinson, según un estudio publicado en la revista científica The Lancet. Aproximadamente, el 35 por ciento de los enfermos de Parkinson sufre depresión.

La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta las células nerviosas, o neuronas, en una parte del cerebro que controla los movimientos musculares. En este mal, las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente. Normalmente, la dopamina envía señales que ayudan a coordinar sus movimientos. Nadie conoce el origen del daño de estas células y los síntomas de la enfermedad pueden incluir: temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara. Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco.

Lentitud de los movimientos. Problemas de equilibrio y coordinación. A medida que los síntomas empeoran, las personas pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples. También pueden pasar por problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.

Efectos Estudios anteriores demostraron que los agonistas dopaminérgicos, como el pramipexol, que contrarrestan el descenso en la producción de dopamina en el cerebro, son efectivos para paliar los síntomas de depresión en la mayoría de la gente que lo sufre.

En busca de pruebas, un equipo de la Universidad de Nápoles (Italia) encabezado por Paolo Barone inició esta investigación, en la que han participado 296 pacientes procedentes de 12 países europeos y de Sudáfrica. A 144 pacientes, se les suministró pramipexol y a los 152 restantes un placebo y al cabo de un tiempo se constató que la depresión mejoró considerablemente en los enfermos a los que se les había suministrado pramipexol. El 80% de éstos notó los efectos positivos.