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Contrabando y tráfico de drogas salpican a la región

Una serie de asesinatos y el influjo del narcotráfico y contrabando en el municipio de Uncía y sus alrededores habrían exacerbado el comportamiento de los comunarios de los ayllus de la zona y derivaron en actos delictivos de los mismos.

El último hecho ocurrió el fin de semana. Un conductor de taxi, de 21 años de edad, fue asesinado presuntamente por delincuentes, quienes luego de quitarle la vida le robaron el vehículo, tipo Caldina, y escaparon.

El cadáver del joven, que era originario de la localidad de Pampoyo, llegó el lunes hasta Uncía, donde los pobladores le hicieron dar vueltas la plaza principal y reclamaron justicia.

Hace una semana, una familia entera fue asesinada por los mismos comunarios del lugar, al parecer, por un conflicto de tierras entre ellos.

El fiscal Henry Espíndola intentó ingresar a la zona, sin embargo fue en vano. Los pobladores impidieron el acceso del Ministerio Público y de la Policía. Hasta la fecha no se conoce dónde habrían sido enterrados los cuerpos y la forma en que murieron.

Al margen de estas muertes, existen versiones que señalan que la anterior semana se habría encontrado una fábrica de cocaína a 45 minutos de la localidad de Saca Saca.

Se presume que la gente trata de encubrir esa actividad ilegal, por lo que ésa sería una de las razones del secuestro de los cuatro policías. El viceministro de Seguridad Ciudadana, Miguel Vásquez, afirmó que la investigación que se inició es por la denuncia de extorsión que hubiera habido por parte de los uniformados.

Reportes extraoficiales dan cuenta que los comunarios de los ayllus permiten la circulación de vehículos ilegales por la ruta Challapata-Uncía. Asimismo, conocen del tránsito de productos de contrabando por el mismo lugar y por rutas que abrieron con el fin de evitar el control. Vásquez anunció una investigación al respecto, aunque la zona aún permanece vigilada por los pobladores.

Denuncian 8 muertes en 10 días

Fuentes allegadas a la zona informaron a La Razón que en una semana y media se registraron ocho asesinatos en las comunidades de los cinco ayllus de la provincia Rafael Bustillos, en Potosí. Los decesos no habrían sido esclarecidos hasta la fecha, por la negativa de los pobladores de permitir el ingreso de las autoridades.

Markas no asisten al diálogo con el Gobierno

Las autoridades de los Ayllus de Paz tenían prevista una reunión con el viceministro de Régimen Interior, Gustavo Torrico, para mediar la entrega de los cuerpos de los cuatro policías y posibilitar el ingreso de las autoridades fiscales y policiales a Saca Saca.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Miguel Vásquez, anunció la mañana de ayer que Torrico sostendría reuniones con representantes de los Ayllus de Paz. Sin embargo, anoche desde el Ministerio de Gobierno informaron que se los esperó tanto en la mañana como en la tarde y nunca llegaron a la cita anunciada.

Al parecer, las autoridades indígenas habrían viajado a Uncía para participar de un encuentro con jefes policiales y líderes de los ayllus de esa comunidad.

Pobladores de los ayllus que estarían involucrados en la desaparición y posterior linchamiento de cuatro policías no tuvieron ningún encuentro con policías. Impiden el acceso a la zona.

Autoridades del Gobierno prevén insistir con el diálogo durante esta jornada con el objetivo de ingresar y rescatar los cadáveres.

Familiares. Las esposas y otros familiares de los uniformados que perdieron la vida se trasladaron hasta Uncía para recuperar los cuerpos; sin embargo, ante la negativa de los comunarios de que ingresen, tuvieron que replegarse a Potosí.

Un ciudadano que vive en Uncía contó a La Razón que dos de las esposas de los uniformados recibieron la orden de jefes policiales para regresar a Potosí tras el vano intento de recuperar los cuerpos de sus esposos.

Los familiares habrían retornado junto al comandante departamental de la Policía de Potosí, coronel Orlando Ávila, y con otros efectivos y autoridades.

Según datos extraoficiales, otros familiares de los efectivos se estarían trasladando hasta Uncía para buscar y rescatar los cadáveres. Llegarían hoy en la mañana. Los comunarios no permiten el ingreso de nadie a la zona.