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La Paz siente la sequía y no tiene dinero para paliarla

El altiplano, los valles, la zona subtropical y la amazonia del departamento de La Paz empiezan a sufrir los efectos de la sequía que se manifiesta en el bajo nivel del caudal de los ríos o la falta de agua para regar los cultivos, informó ayer el gobernador, César Cocarico.

«De que hay sequía en La Paz sí la hay, y no sólo es en el altiplano, también en los valles y el norte paceño. Por ejemplo, en el último sector de la provincia Iturralde, los niveles de agua de los ríos están como en septiembre (con poco caudal), situación que nos hace prever que cuando lleguemos a esa fecha ya no serán navegables», advirtió la autoridad.

El Gobernador agregó que recibió informes de representantes de las organizaciones sociales de las provincias acerca de los problemas que atraviesan diversas regiones a causa de la falta de agua, lo que le motivó a realizar visitas personales a los municipios del departamento.

«Nosotros mismos vimos el domingo, en la provincia Gualberto Villarroel, que hay necesidad de agua, pero lo malo es que no hay suficientes recursos para atenderlos», dijo. Con vistas al futuro, Cocarico dijo que el dinero que posee la Gobernación será insuficiente para paliar el fenómeno y atender las necesidades.

Según un reporte realizado por la red PAT, la sequía empezó a afectar a los sembradíos de las poblaciones que están al sur de la sede de gobierno como Chicani, Chinchaya, Palomar, Abircato y otras que son zonas productoras de verduras y hortalizas. En esa región, los campesinos deben usar agua del río Choqueyapu, que también bajó su caudal, para regar sus sembradíos; la gente espera la llegada de los carros cisterna, que suelen ir una vez a la semana, para abastecerse de agua potable.

Similar panorama se vio en las comunidades del altiplano, donde los ríos están completamente secos y los campesinos beben agua del mismo pozo que provee el líquido al ganado.

Evaluación. El director del Servicio Departamental Agropecuario Regional de la Gobernación, Juvenal Huanca, indicó que se está realizando una evaluación del daño que causa la falta de agua y los probables problemas que enfrentarían las familias en el área rural.

Informó que todos los datos que se recopilen se plasmarán en un informe que la Gobernación presentará a los representantes municipales.

Anunció que como una acción a largo plazo se construyen cotañas (pozos para juntar agua) y represas que están ubicadas en las comunidades, pero que se deberá esperar a que llueva para acumular el líquido.

El gobernador Cocarico explicó que al no tener recursos para atender las emergencias naturales, se elabora una evaluación de los daños de la sequía. «El objetivo de la evaluación es articular las acciones con los gobiernos municipales y el Gobierno central; un plan conjunto saldrá de la reunión que tengamos», indicó.

En Potosí toman previsiones

La Unidad de Gestión de Riesgos de la Gobernación de Potosí y la de Contingencia Rural del Ministerio de Desarrollo Rural priorizan la atención del ganado camélido en los 11 municipios del suroeste potosino afectados por la sequía. El trabajo que realizarán ambas entidades en los próximos días se refiere a la desparasitación, dotación de vitaminas y sales minerales para el ganado camélido. El objetivo es evitar la mortandad de las llamas, reportó la agencia municipal de noticias Enlared.

Gobierno y ganaderos cuantificarán las reses muertas

El viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, informó que para evitar manejar diferentes cifras sobre la muerte del ganado en el Chaco boliviano, se trabajará con los ganaderos de la región a fin de obtener una evaluación concreta y fidedigna.

«He estado en los diferentes lugres y nos han comunicado de que hay un aumento (de ganado muerto), sin embargo, de acuerdo con la información de los propios ganaderos, hay unos 200 a 250. Esto se tendrá que trabajar de manera conjunta y de esa manera tener una evaluación más objetiva de lo que está pasando», dijo.

Según la Federación de Ganaderos del Chaco, 308 cabezas de ganado habrían muerto por la sequía, en cambio la Federación de Ganaderos de Chuquisaca indicó que el número de decesos en la región asciende a 800; sumadas, son 1.008 cabezas de ganado que habrían perecido por la falta de agua, según ANF.

Vásquez explicó que para evitar la mortandad del ganado vacuno, en la semana que termina se entregaron 200 toneladas de forraje a ganaderos del Chaco cruceño y la próxima se llevará similar volumen al chuquisaqueño. La semana pasada, el viceministro llevó 940 toneladas de alimento para el ganado del Chaco tarijeño, consistente en torta de soya y forraje.

Datos contradictorios

Desarrollo Rural: Sequía afecta a 41 mil familias
La ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo, declaró a Prensa Latina que «la falta de agua en Bolivia afecta a más de 41 mil familias», sobre todo en las comunidades ubicadas en los 16 municipios de la región del Chaco, que se encuentran en los departamentos de Tarija, Chuquisaca y Santa Cruz.

Defensa: En el Chaco hay 19.000 familias afectadas
El dato de Achacollo es distinto al del Viceministerio de Defensa Civil, a cargo de Hernán Tuco. En la entidad se informó que, a la fecha, en el Chaco hay alrededor de 19 mil familias afectadas por la sequía. El dato corresponde  a una evaluación efectuada en la región por Defensa Civil, Naciones Unidas, las gobernaciones y los municipios.