Quillacollo y Punata están paralizados
Concejales y dirigentes denuncian inactividad de los alcaldes interinos
Las alcaldías de Quillacollo y Punata están paralizadas por los conflictos jurídicos y políticos que enfrentan sus autoridades electas y que fueron alejadas de sus cargos.
La concejala de Quillacollo por Unidad Nueva Esperanza (UNE), Cinthia Fernández, dijo que la ciudad está en un letargo administrativo desde que Carla Lorena Pinto asumió la conducción de la Alcaldía de forma interina.
A 30 días de la suspensión y renuncia de Héctor Cartagena, la concejal denuncia el abuso, la prepotencia y los despidos masivos que impone Pinto y su entorno.
«El colmo es que el 20 de junio la Alcaldesa pudo habilitar su firma postergando y paralizando la ejecución de obras», declaró.
Por su parte, el dirigente de la agrupación ciudadana Insurgente Martín Uchu (IMU), Remberto García, reveló que Punata también enfrenta las consecuencias de la ingobernabilidad por la parálisis de todo el aparato edil, tras la salida de Víctor Balderrama.
«Lo único que se hizo es contratar personal con dudosos antecedentes profesionales y hoja de vida», declaró. En ambos casos denuncian injerencia del MAS, cuyos dirigentes no aceptaron su derrota. Especialmente en Punata, donde la agrupación Martín Uchu se impuso con el 74% de los votos.