Ríos secos, pozos que se volvieron basureros, además de la aridez de la tierra que se niega a dar sus frutos para que se alimenten los animales, es el panorama que se observa por todo el altiplano paceño, donde las vacas y ovejas pelean con los campesinos por el agua turbia y estancada en pequeños reservorios.
En un recorrido realizado por este medio por comunidades de las provincias Ingavi y Los Andes, se evidenció que los reservorios disminuyeron su caudal de agua, lo que afecta al ganado lechero.
Según los campesinos, la producción de leche disminuyó de 20 a 10 litros por día. A ello se suma la falta de helada para elaborar el chuño, por ello las familias sólo elaboran el producto para su consumo. Las autoridades municipales se reunirán con el Gobernador paceño el próximo lunes para coordinar tareas.