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Queman a dos bolivianos en Buenos Aires

Dos bolivianos fueron asesinados y quemados en su domicilio de Villa Celina, un barrio en Buenos Aires, Argentina. Las autoridades policiales sospechan de una venganza, luego de que la familia descartó el robo de sus pertenencias.

Según informó el diario El Clarín, Christian Cotari (25) y su hermano Ismael (12) fueron golpeados y rociados con combustible. El menor murió por las quemaduras y el mayor como consecuencia de las heridas.

La única testigo sobreviviente del ataque fue Margarita, la empleada doméstica, que también fue golpeada y seguía internada, muy grave, en un hospital de la zona. Su hijo, de un año, fue internado tras inhalar humo, pero anoche estaba fuera de peligro.

La posibilidad de un robo fue prácticamente descartada por la familia, que señaló que no se habían llevado nada de la casa. Pero más tarde, una fuente judicial dijo a El Clarín que un cajón de una mesa de luz, donde guardaban dinero, había sido forzado.

Sin embargo, por el grado de ensañamiento, la principal hipótesis sobre el doble crimen es que se trataría de una venganza contra Christian, el mayor de los hermanos.

El joven trabajaba con su padre en el mercado central y estaba a punto de recibirse de contador en la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Un trascendido hablaba de una venganza por cuestiones sentimentales. «Esperaron que mi suegro se fuera para entrar a la casa, fueron directamente a matarlos y quemarlos «, comentó un familiar de las víctimas.

Según los vecinos, en la madrugada de ayer no se oyeron ni gritos ni disparos. Cerca de las cuatro de la madrugada, los empleados del frigorífico Don Miguel, que está en la esquina, vieron que salía humo de la casa ubicada a mitad de cuadra mientras cargaban mercadería en un camión.

«Nosotros estábamos desde las dos, pero hasta ahí no habíamos visto nada raro. Vimos el humo, golpeamos y, como no contestaba nadie, forzamos la puerta con una barreta», contó uno de los empleados.

En el primer piso de la casa que da al frente, encontraron a Christian Cotari. Aunque habían incendiado la habitación —entre los restos se veía ropa y apuntes con el rótulo «Administración Financiera»— y lo habían rociado con combustible, no habían logrado quemarlo totalmente.

Según un empleado del frigorífico, cuando lo encontraron, Christian todavía vivía. Tenía golpes en la cabeza, además de cortes en la nuca y la cara . «Mi papá lo tuvo que subir a su taxi y llevarlo al hospital, porque la ambulancia no venía», contó la vecina de enfrente. El cuerpo de Ismael Cotari fue encontrado más tarde.

Estaba en una habitación al fondo del terreno, el sillón donde dormía quedó reducido a un montículo de goma espuma y material carbonizado. «¿Por qué lo prendieron fuego? Era un chico, no le pudimos ni reconocer la cara», se lamentaba su hermana Claudia. Otros familiares clamaron por justicia, según difundió la red Unitel junto a las imágenes del siniestro.

El canciller, David Choquehuanca, dijo que el Gobierno solicitó mayor información al Consulado y hará un seguimiento del caso.

Una familia del valle

Los Cotari —según los vecinos— son de Cochabamba. El matrimonio se vino con el mayor de sus cinco hijos hace casi 25 años y el resto nació en la Argentina. La madre murió hace 10 años en un accidente de tránsito.