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Sequía agota el agua de dos represas del Valle y amenaza el suministro

La aguda sequía que afecta al territorio  boliviano bajó el caudal de agua de dos represas de Cochabamba y amenaza con el suministro de agua potable a la capital del Valle, según el reporte del Servicio Nacional de Riego (Senari). 

El director ejecutivo del Senari, que depende del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y ejecutivo de los regantes de Cochabamba, Omar Fernández, explicó que el cambio climático está afectando al sistema de riego y abastecimiento de agua potable en Cochabamba y «no se descarta un probable desabastecimiento a la ciudad.

Según el informe presentado por Fernández sobre las represas de agua potable para la capital del Valle, el Escalerani bajó su caudal en un 35% y el Wara Wara en un  80%.

El ministerio del área inició un estudio sobre el descenso de los niveles de agua en las represas de la región  para evaluar si esta situación puede provocar el desabastecimiento del líquido en Cochabamba y en regiones agrícolas del departamento. 

Además de la reducción de reservas de agua potable, el Senari verificó también que el caudal de la represa  de  La Angostura disminuyó en 70%, Larati en 50% y Totora Kocha en 20%, el agua de estos tres afluentes se destina al riego de cultivos agrícolas.

«La sequía en los valles de Cochabamba se va a hacer sentir, hay algunos sectores que ya se pueden declarar en emergencia como el sector de Omereque, toda la provincia Esteban Arze, el valle de Sacaba y parte de Capinota», manifestó Fernández.

El coordinador de gestión de riesgos del Senamhi, Félix Trujillo, dijo que de diciembre a marzo hubo bastante precipitación pluvial e incluso con exceso en casi todo el territorio lo que llenó las represas y garantizó el suministro a las ciudades. «En esos meses se general 60% de la cantidad anual, el problema es cuánto está demandando la población».

En la ciudad de Sucre, la dotación de agua potable está garantizada por el momento, pese a que el caudal del río Ravelo presenta un déficit que es considerado normal por la Empresa Local de Aguas Potables (Elpas). Sin embargo, en los meses de mayor calor como septiembre y octubre se presentarán problemas en la dotación.

El gerente general de Elpas, Gonzalo Tirado, explicó que una de las causas para la disminución del caudal del río Ravelo, se debe a que el año pasado  no hubo mucha lluvia. «El caudal del río (Ravelo) ha bajado, pero todavía estamos captando lo necesario para dotar a la población, lo que nos está ayudando es que en esta época no existe mucho consumo que se suele dar cuando hace calor. El fenómeno es que la gente lava menos, se ducha menos, tampoco utiliza mucha agua para el riego, entonces los consumos no entran en su pico», expresó Tirado.

Anunció que en el transcurso de la próxima semana, se realizará una inspección técnica al canal Ravelo.

Represas que tiene Bolivia

Según datos de las autoridades, Bolivia tiene represas para el suministro de agua potable a las ciudades; en La Paz (cuatro), una en Tarija, dos en Cochabamba y una en Potosí. Las otras ciudades captan el agua directamente de los ríos que pasan por el lugar o de aguas subterráneas.

Cochabamba pide Bs 21 millones

Para enfrentar los efectos del cambio climático en el departamento de Cochabamba, los regantes de la región demandan una inversión de Bs 21,1 millones para la construcción de infraestructura de riego, perforación de pozos y captación de aguas subterráneas, entre otros.

El ejecutivo de los regantes, Omar Fernández, señaló que la organización recibió denuncias de los efectos de la sequía de varias regiones del departamento. Durante la época de lluvia el reclamo llega por las inundaciones en las poblaciones y en las plantaciones de fruta, hortalizas y verdura.

«En ese sentido es necesario encarar un plan de emergencia, para esto nosotros hemos presentado al Ministerio de Medio Ambiente y Agua un presupuesto que más o menos para Cochabamba alcanza a 3 y 5 millones de dólares (Bs 21 millones) para responder a las emergencias», dijo.

Para enfrentar los efectos del cambio climático, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM) financiarán con $us 75 millones el plan en Bolivia en los próximos 30 a 40 años, informó el viceministro de Medio Ambiente, Juan Pablo Ramos, según reportó radio Fides.