Festejos por La Paz cierran con división
Evo Morales asistió al acto en la plaza Murillo, pero no al Te Déum ni a la sesión del Concejo
El presidente Evo Morales encendió solo la tea en la plaza Murillo, mientras el Alcalde de La Paz se quedó observando el acto del que solía participar también. Así comenzó la jornada festiva por el 16 de julio en un día muy frío y no solamente por el clima de invierno.
De hecho, contra lo que sucedía en los años pasados en la efeméride paceña, dos almuerzos protocolares fueron ofrecidos: uno, el tradicional, con el Alcalde de La Paz como anfitrión y en un espacio municipal, y otro, en un hotel, a cargo del Gobernador del departamento.
La distancia entre las entidades gubernamentales que encabeza el MAS y la Alcaldía se notó también por la tarde, pues el Presidente no acudió a la sesión del Concejo Municipal, como se encargó de hacer notar el alcalde Luis Revilla desde el Teatro Municipal Saavedra Pérez.
Los actos del día feriado, en conmemoración de la instauración del primer gobierno independiente, el año 1809, comenzaron a las 9.00 en la plaza que lleva el nombre del prócer Pedro Domingo Murillo. Luis Revilla y el gobernador César Cocarico invitaron al Presidente y su comitiva de ministros a unirse a la ceremonia. Luego de entonar el Himno Nacional, las tres principales autoridades que coinciden en la sede de gobierno ascendieron hasta los mástiles para izar las banderas. Cuando la banda municipal Eduardo Caba interpretó el Himno Paceño, Morales izó la bandera boliviana, Cocarico la wiphala y Revilla la de La Paz.
A las 9.15, Morales recibió el fuego del personal de protocolo y procedió a encender en solitario la tea al pie del monumento a Murillo.
Luego se celebró una ceremonia interreligiosa en plena plaza Murillo con la participación de representantes de las Iglesias católica, evangélica, metodista y de las creencias andinas. En su participación, los sacerdotes aymaras encendieron una mesa (k’oa) y pidieron unidad para La Paz y Bolivia. Igual hizo el representante de la Iglesia metodista que oró para dejar paso a un coro que entonó una canción en pro de la unidad.
El representante de la Iglesia católica, el padre Xavier Albó, reforzó los deseos de sus antecesores y motivó a los asistentes a decir amén y jallalla con la mano levantada. Pasadas estas ceremonias Morales volvió al Palacio con sus colaboradores.
También hubo un Te Déum en la Catedral, del que participó la ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro. Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García, los ministros de Estado, el Alto Mando militar y policial no asistieron. Como el 16 de julio es la fiesta de la Virgen del Carmen, Patrona de las Fuerzas Armadas y Generala del Ejército Boliviano, las guarniciones, cadetes y conscriptos de la institución castrense y de la Policía participaron en la Eucaristía y la procesión.
Mas tarde, la Alcaldía invitó a un almuerzo en el ex museo Kusillo. Unas 300 personas, entre las que no estuvo el personal diplomático de ninguna embajada, se sirvieron chairo, el plato paceño y yungueñitos (cóctel de tumbo). El ex alcalde Juan del Granado, líder del Movimiento Sin Miedo, se declaró satisfecho porque el trabajo que se inició hace diez años tiene ahora continuidad.
Al mismo tiempo, en el hotel Presidente, la Gobernación de La Paz sirvió otro almuerzo en el que participaron los ministros Óscar Coca, Sacha Llorenti y Antonia Rodríguez. «La Paz, a nivel urbano y provincias debe unirse para lograr el progreso», se dijo.
Un festejo lleno de polémica
Este año, el Gobierno aprobó el Decreto Supremo 0411 que establece que los actos cívicos de las efemérides departamentales deben ser organizados por los gobiernos departamentales.
De ese modo, César Cocarico presentó el «Programa Oficial» de festejos, relegando a las autoridades del Gobierno Municipal al rol de invitados. Ante el rechazo y la polémica por esa determinación, el miércoles, por iniciativa del
canciller David Choquehuanca se logró que Alcalde y Gobernador coordinen una agenda conjunta. Fue así que los actos centrales fueron organizados por ambos gobiernos.
La Alcaldía distingue a personajes y entidades
En homenaje a los 201 años de la Revolución del 16 de julio de 1809, autoridades municipales otorgaron anoche condecoraciones a 24 personalidades e instituciones de La Paz, por el aporte al desarrollo de la ciudad.
Entre los premiados más destacados se encuentran la ministra de Salud Nila Heredia, a quien se impuso el Escudo de Armas de Nuestra Señora de La Paz en el grado de Servicios Especiales, la periodista Cristina Corrales (póstumo) y el compositor y cantante folklórico José (Pepe) Murillo con el grado de Honor al Mérito.
Los condecorados en el grado de Honor Cívico son, entre otros, radio Deseo (103.3 FM), Augusto Russo, Mercado Strongest, Central de Cooperativas El Ceibo, grupo Octavia, Hogar del Niño Jesús, Hogar Virgen de Fátima, la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño y la Unidad Educativa Sánchez Bustamante.
De la ceremonia realizada en el Teatro Municipal participaron el gobernador del departamento, César Cocarico, el alcalde Luis Revilla y los concejales. Entre los invitados estuvo el canciller David Choquehuanca.
Revilla felicitó a las personalidades e instituciones condecoradas, y en su discurso ratificó la predisposición de trabajar en conjunto con el Gobernador para desarrollar proyectos en beneficio de La Paz. «Debemos hacer planes de trabajo y proyectos para nuestra ciudad y el departamento».
Además envió un saludo al presidente Evo Morales Ayma a través del Canciller. Recalcó que se extrañó al Primer Mandatario en esta ceremonia de homenaje a La Paz. «Lo extrañamos. Y estábamos contando con su presencia», dijo. La primera autoridad de la ciudad destacó asimismo el proceso autonómico que se vive en todo el país. Al finalizar el evento, se entonó el Himno de La Paz.