Seis personas que sufrían problemas renales cambiaron su calidad de vida gracias al trasplante de órganos que recibieron de tres pacientes con diagnóstico de muerte encefálica. La cifra de beneficiados es la más alta en varios años, según el Servicio Departamental de Salud de Santa Cruz (Sedes).

“En hitos icónicos, después de dos años de procuración de órganos, en un mes, hicimos tres procuraciones (obtenciones) activas. Hemos identificado tres pacientes que han hecho seis donaciones. Esto sucedió en un mes y dos semanas. Lo que no sucedía ni siquiera en un año”, dijo a La Razón la responsable de Procuración de Órganos de la Coordinación de Trasplantes del Sedes, Yoice Montezuma.

La funcionaria explicó que los donantes eran pacientes que estaban en salas de terapia intensiva. Tenían diagnóstico de muerte encefálica cuyos familiares decidieron donar los riñones de sus seres queridos.

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“Cuando una persona está con muerte encefálica, su calidad de vida es difícil. Esa situación nos habilita para hablar con sus familiares para convencerles de que donen sus órganos, en este caso me refiero al trasplante renal”, acotó Montezuma.

Los beneficiados son dos hombres, uno de 40 años de edad y otro de 42. Además de cuatro mujeres de 55, 59, 60 y 62 años que desde hace varios años se encontraban con tratamientos de diálisis.

Las cirugías se realizaron en la Caja Petrolera de Salud, la Clínica Incor y en la Clínica Martin Dockweiler, en la ciudad de Santa Cruz.

Así como en varios puntos del país, las lluvias llegaron también a regiones del departamento de Santa Cruz. Allí, las precipitaciones no fueron un evento más, sino que significan esperanza para disipar el fuego y humareda que los afecta desde hace ya semanas y hasta meses.

“En la región del Chaco se han dado ya precipitaciones con montos acumulados que han alcanzado los 20 milímetros; en Cuevo, 10 milímetros”, informó el director departamental del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) Santa Cruz, Ramiro Soliz.

No solo eso, las precipitaciones se prevé que seguirán en estos días y alcanzarán incluso la Chiquitanía cruceña, una de las regiones más golpeadas por los incendios forestales.

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“Tenemos en la Chiquitanía pronóstico de precipitaciones entre los 10 y 20 milímetros con tormentas eléctricas el día de hoy (miércoles). El día de mañana, jueves 10 de octubre, (tendremos) precipitaciones, lluvias y tormentas eléctricas en la ciudad de Santa Cruz, con montos acumulados entre los 10 y 20 milímetros”, señaló.

LLUVIAS SANTA CRUZ

Santa Cruz atraviesa por una complicada situación por los incendios, que están en el país desde junio. Pese al envío de equipos, aeronaves, ayuda internacional, bombardeo de nubes y otras medidas, no se puede dar cese al fuego; que ha devastado ya casi siete millones de hectáreas en el país, la mayor parte en el departamento cruceño.

Ahora, se espera que, con la ayuda de la lluvia, se pueda dar fin a este problema, que tiene al país en declaratoria de desastre nacional.

“En la Chiquitanía vamos a estar con cielos temporalmente cubiertos y tormentas eléctricas con lluvias entre los 10 y 20 milímetros. Lo propio el día viernes se van a dar lluvias dispersas y tormentas eléctricas, en lo que refiere a la Chiquitanía”.

Además de despejar el fuego, las lluvias son una buena noticia para disipar el humo. De hecho, en la capital cruceña, que tuvo un lunes y martes con una calidad del aire “extremadamente mala”, las condiciones mejoraron este miércoles con las precipitaciones.

Las lluvias llevan esperanza a Santa Cruz. “Estas condiciones son favorables a la mitigación de los incendios forestales”, ratificó el profesional.

El Viceministerio de Defensa Civil entregó este miércoles 154 toneladas de alimentos a dos municipios cruceños afectados por los incendios forestales. Se trata de San Antonio Lomerío y San Miguel de Velasco.

En entrevista con La Razón Radio, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, afirmó que su despacho entrega ayuda a los municipios que se declararon en desastre por incendios. “Ya habíamos hecho una primera entrega, pero las condiciones del desastre fueron muy superiores”. 

“Nuestro objetivo es aprovechar esta pausa por las lluvias y entregar ayuda”, dijo.

Los damnificados recibieron 154 toneladas de ayuda humanitaria para atender a más de 2.000 familias afectadas. Son 128 toneladas de alimento balanceado y 26 de fideo, azúcar y aceite que tienen una inversión de Bs 507.457.

La entrega es parte del cronograma de atención que lleva adelante Defensa Civil en atención a las necesidades de familias y municipios afectados para garantizar principalmente la seguridad alimentaria.

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La reciente investigación de Oxfam Bolivia, titulada “A Fuego y Mercurio. Crisis Ecológica y Desigualdades en Bolivia”, señala la preocupante falta de presencia estatal en las zonas más afectadas por la crisis ambiental, especialmente en regiones rurales e indígenas.

Las comunidades locales denuncian la ausencia de servicios básicos como agua potable, salud y educación; así como la carencia de políticas que impulsen la producción sostenible y el manejo responsable de los recursos naturales.

“Bolivia, un país rico en biodiversidad y recursos naturales, enfrenta una paradoja inquietante: mientras que su marco normativo promueve el desarrollo sostenible y la armonía con la naturaleza; la realidad es que tan solo enunciar estos principios es insuficiente. La expansión de actividades extractivas, como la minería y la agroindustria; ha exacerbado los problemas ambientales, generando un ciclo de pobreza y vulnerabilidad”, explica el informe.

Lourdes Montero Justiniano, directora país de Oxfam en Bolivia, explica que el estudio reflexiona sobre cómo el modelo de desarrollo basado en una economía extractivista ha ampliado las desigualdades y vulnerabilidades.

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Oxfam

A nivel macroeconómico, el informe subraya que, en los últimos dos años; el Estado ha priorizado inversiones millonarias —más de $us 2.500 millones— en sectores como la agroindustria y la minería. En contraste, los recursos destinados a la protección del medio ambiente han sido significativamente menores.

En Bolivia, como en otras partes del mundo, existe un marcado desequilibrio entre las finanzas destinadas a la conservación de bosques, conocidas como «finanzas verdes», y aquellas que respaldan la expansión de actividades agropecuarias que promueven la deforestación, denominadas “finanzas grises”.

El informe resalta que las comunidades afectadas exigen una mayor intervención estatal que garantice una distribución equitativa de los recursos y el desarrollo de infraestructuras capaces de mitigar los efectos de la crisis ecológica en sus medios de vida y su salud.

Además, piden ser incluidas en las decisiones que afectan sus territorios, un aspecto clave para abordar de manera integral la crisis ambiental.

Asimismo, resalta que la crisis climática en Bolivia, al igual que en otras partes del mundo, se suma a estos procesos de destrucción ecológica, exacerbando las desigualdades sociales.

Crisis climática

Oxfam resalta la necesidad de que estas comunidades sean escuchadas e incluidas en la toma de decisiones relacionadas con sus territorios, recursos y bienestar.

“Los efectos del cambio climático no solo tienen un impacto directo en la agricultura y los ingresos familiares, sino también generan movimientos poblacionales significativos”.

La investigación revela, además, la profunda relación entre la degradación ambiental y el aumento de las desigualdades sociales en el país. El estudio destaca cómo las comunidades indígenas y campesinas son las más afectadas por la deforestación, la contaminación del agua y el cambio climático. Mientras tanto, las élites económicas, concentradas en sectores como la agroindustria y la minería, se benefician desproporcionadamente.

El informe A Fuego y Mercurio explora las desigualdades estructurales que debilitan la capacidad del país para enfrentar la crisis ecológica.

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, afirmó que, con el bombardeo de nubes, los aviones cisterna, helicópteros, las lluvias y el trabajo de los bomberos, es posible sofocar los incendios en menos de 10 días en todo el país.

“El comandante del Comando Conjunto de Respuesta ante Eventos Adversos (CCREA) decía que en menos de 10 días vamos a sofocar los incendios de todo el territorio nacional”, aseguró en entrevista con La Razón Radio.

En la transmisión, garantizó que el bombardeo de nubes tiene resultados de hasta el 90% de efectividad y, por ello, Santa Cruz amaneció con una intensa lluvia, que se extendió hasta la Chiquitanía.

Aseguró que el Gobierno está equipado con las aeronaves cisterna para mitigar el fuego que está consumiendo la flora y fauna desde hace cuatro meses. “Esperamos que nuestros aviones entren. Estamos equipados, tenemos una capacidad aérea como nunca”.

 El viceministro informó que el Gobierno cuenta con cinco aviones cisternas con capacidad de almacenar de 50.000 litros de agua, además de cuatro helicópteros que ayudarán a hacer la sofocación.

“Han ingresado 600 bomberos y 1000 efectivos militares a hacer patrullajes”, señaló.

De ese modo, el Gobierno está emprendiendo una lucha contra el fuego a través de tierra y aire.

Bomberos forestales de las Fuerzas Armadas, del Regimiento de Infantería 13 Gral. Montes, trabajan por tierra para apagar el incendio en San José de Chiquitos. Entretanto, en el municipio de San Ignacio de Velasco, el helicóptero Eco Charlie 145 hizo 40 descargas con 40.000 litros de agua con sistema Bambi Bucket.

También se hizo el reconocimiento aéreo con el SúperPuma y descargas de agua con el sistema bambi bucket en el municipio de Concepción.

Los incendios ya consumieron más de 6,9 millones de hectáreas, según datos oficiales. Los municipios más afectados son Roboré y Concepción, en el departamento de Santa Cruz, y Riberalta, en Beni.

Actualmente, Bolivia se encuentra en situación de desastre nacional desde el 30 de septiembre, aunque los incendios comenzaron en junio.

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