Vehículos viejos y cargados hacen viajes interprovinciales
Riesgo. En algunos casos, los pasajeros van sentados en el pasillo o parados
La Razón visitó, el miércoles, las improvisadas terminales desde donde salen y llegan los vehículos que se trasladan al interior del departamento. Observó cómo se cargaban, partían y llegaban los motorizados y habló con usuarios y vecinos.
El recorrido fue por Villa Fátima (viajes a Yungas), Cementerio (Tiwanaku y Copacabana), la calle Luis Lara (parada de los vehículos hacia comunidades aledañas al Illimani) y la ex tranca de Río Seco (Ancoraimes, Sorata, Combaya y Peñas).
En la oportunidad se detectaron más problemas entre los vehículos que partían desde Río Seco.
«Este Mercedes Benz es bien antiguo, deber tener por lo menos 30 años y sigue funcionando», dijo uno de los pasajeros que se aprestaba a subir a un bus (también conocido como colectivo) en la ex tranca con rumbo a Combaya (capital de la quinta sección de Larecaja).
Al promediar las 10.20, ese bus con capacidad para 40 personas sentadas ya estaba con todos los asientos ocupados, pero los choferes y ayudantes seguían vendiendo pasajes. Los recién llegados debían ocupar el pasillo.
«Siempre es así, especialmente los fines de semana, incluso hay niños y viejitos que tienen que viajar parados», dice María Mamani, otra de las viajeras.
Mientras ingresaban los pasajeros, uno de los ayudantes depositaba ladrillos en la parte trasera del vehículo. La parrilla estaba completamente cargada con madera, cerveza, bolsas de verduras, maletas y un colchón, entre otros productos. «Ya no hay espacio para nada y siguen cargando», se quejó María.
La gente se daba modos para viajar más cómoda durante las cuatro horas que duraba el recorrido. Aguayos y pequeños bancos de madera estaban colocados en el pasillo, para sentarse.
«Creo que ellos pagan ocho bolivianos y nosotros que vamos sentados pagamos 12» , agregó otra pasajera. El ayudante confirmó estos precios.
Similar situación se constató en los colectivos que van hacia Peñas, Ancoraimes y Sorata. La gente viaja en los pasillos, ya sea sentada o de pie, y la carga incluso supera el espacio de la parrilla. Los vehículos son del mismo modelo y año que los de Combaya.
«Yo voy regularmente a Sorata, pero me da miedo porque los choferes son muy imprudentes porque llevan mucha carga y estos buses son muy antiguos», dijo José Pérez.
Uno de los buses que salía a Peñas con algunos pasajeros viajando parados incluso no tenía llanta de auxilio a la vista.
Peligro mortal. Si bien en el espacio de tiempo en que se visitó Villa Fátima no se constataron irregularidades, desde este lugar llegan camiones cargados con productos agrícolas y sobre éstos, gente.
El jueves pasado, al promediar las 03.00, uno de estos vehículos, marca Nissan Cóndor, se embarrancó cerca de 200 metros en Viejo Unduavi (vía a Chulumani, Sud Yungas) y dejó más de una veintena de muertos.
El camión, que había partido desde Machacamarca con destino a La Paz, estaba cargado de coca y fruta y sobre estos productos, los pasajeros.
El riesgo también es en la ruta hacia Ancoraimes y Sorata. José Pérez comentó que en «muchas» ocasiones los buses van tan llenos que es «imposible» cerrar las puertas porque la gente las tranca.
El servicio suele empeorar los fines de semana cuando hay mayor cantidad de pasajeros.
«Si ahora los buses están llenos, imagínese los fines de semana, cuando regresamos a nuestras comunidades», dijo doña Beatriz que se dirigía hacia la población de Combaya».
En todo caso, hay gente que viaja a puntos intermedios y prefiere aguantar la incomodidad. «En el camino nos vamos a quedar. No es muy lejos. Es difícil conseguir movilidad», señaló una de las mujeres que viajaba en el pasillo con rumbo a Combaya.
Otros casos en la paz
Viajes a huarina
Minibuses que salen de la Ceja hacia la población lacustre también van con exceso de pasajeros y de carga.
A peñas
Una pasajera manifestó que muchas veces los niños viajan parados «y en el trayecto siempre les da sueño, da mucha pena».
Nadie responde por el control
Se consultó a cuatro instituciones. Ninguna dijo ser responsable de esta tarea
Las instituciones se pasan la pelota al momento de definir cuál es la responsable de controlar y fiscalizar el transporte interprovincial en La Paz.
La Razón se comunicó el jueves con el Organismo Operativo de Tránsito para recavar información acerca del control de los vehículos del servicio público que viajan al interior del departamento con exceso de pasajeros y carga. La unidad policial informó de que la encargada de esto es la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Telecomunicaciones y Transportes (ATT).
Instantes después, este periódico se comunicó vía telefónica con la ATT, en donde indicaron que el ente encargado de esta problemática es el Viceministerio de Transporte.
Al llamar al viceministerio se informó que no se hace cargo, ya que la recién aprobada Ley de Autonomías estipula que las gobernaciones son las responsables de estas tareas de regulación y fiscalización del transporte que brinda el servicio interprovincial.
Este viernes, la unidad de Comunicación de la Gobernación de La Paz informó de que la entidad aún no realiza esta labor de control, pero sí lo hacen la ATT y las unidades de Tránsito.
La Ley Marco de Autonomías y Descentralización «Andrés Ibáñez» establece en su artículo 96, numeral 3, que los gobiernos departamentales tienen la competencia exclusiva de «aprobar políticas departamentales de transporte e infraestructura vial interprovincial e intermunicipal».
Otros datos acerca del transporte
Altas velocidades
En la parada de transporte del Cementerio, dos pasajeros manifestaron que los minibuses que van a Tiwanaku, muchas veces se exceden en la velocidad.
Demora en la salida
Algunos colectivos interprovinciales demoran hasta una hora en partir de sus paradas, lo que también causa la molestia de los pasajeros.
LLantas
Este medio evidenció que muchas de las llantas de los colectivos también son viejas y están lisas.
Realizar viajes en buses viejos es riesgoso
El uso de buses con más de 10 años de antigüedad para viajes interprovinciales conlleva riesgos, informó el Organismo Operativo de Tránsito. Además, se tropieza con el problema de no contar con repuestos originales que deriva en que se adapten piezas de otras marcas y modelos.
«Efectivamente hay muchos riesgos cuando son bastante antiguos. Uno de ellos es que es muy complicado conseguir repuestos originales para este tipo de vehículos, y cuando se necesita alguna reparación hay que adaptar repuestos y eso es bastante peligroso», manifestó el director del Organismo Operativo de Tránsito de La Paz, coronel Johnny Troncoso.
Pasajeros que regularmente se dirigen a comunidades del altiplano aseguraron que muchos de los colectivos que viajan diariamente desde la parada de la ex tranca de Río Seco en El Alto superan los 25 y 30 años de antigüedad.
El deterioro es mayor debido a que circulan sobrecargados con pasajeros, muchos de pie o en el pasillo.
Además, el motorizado es exigido al máximo debido a que los choferes lo cargan a tope, con diversos productos, como materiales de construcción.
«No puede ser que siendo tan antiguos los conductores se arriesguen a llevar tanta gente. Alguien debe controlar y prohibir todo esto», dijo Faustina Condori, vecina de esa zona alteña.
El artículo 276 del Código de Tránsito prohíbe que los buses o colectivos de transporte interprovincial lleven pasajeros parados y «trasladar paquetes, o bultos que por su tamaño o naturaleza puedan ocasionar molestias a los pasajeros».