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Jóvenes usan como motel y bar una ex urbanización

Son las 16.50 del viernes y un viento frío asoma por el sector que está ubicado a unos cinco kilómetros de la zona de Mallasa (Sur de La Paz). Llegar al lugar toma cerca de 45 minutos desde el centro de la urbe paceña. Para ingresar se debe arribar primero a la zona de Jupapina, a dos kilómetros de Mallasa, girar a la derecha y atravesar un accidentado camino. Hasta el momento nada parece raro.

Lo primero que se observa al bajar esta cuesta son infraestructuras que se construyeron para ingresar a la urbanización Pueblo Sofía. «Parece que ya van a empezar a lotear este sector», dijo una de las vecinas de Mallasa, sin embargo no se pudo evidenciar ningún tipo de muro que divida los lotes.

A lo largo del terreno que asciende a más de cinco hectáreas (50 mil metros cuadrados), no se observa nada, sólo unas cuantas ovejas que doña María va a pastear todos los días, además de un carro que saca arena.

Se cruzan dos puentes que al parecer fueron construidos recientemente.

Y subiendo por una gran cuesta empedrada se llega al lugar del que ni la Subalcaldía de Mallasa  pudo identificar su nombre.

Dos árboles de eucalipto quemados y hasta tenebrosos son la entrada a este terreno. Todo parece estar abandonado, pero hay caminos que están empedrados y claramente se nota la instalación de alcantarillado y 20 postes de luz tirados en un sector que está cubierto por la hierba.

CONSUMO. A cada paso se encuentran decenas de latas y botellas de diferentes bebidas alcohólicas, como ron, whisky, vodka, cerveza, y al menos el rastro de unas quince fogatas que a su alrededor tiene troncos a manera de asientos.

El viento no para y, a pesar de tener una atractiva vista del campo, hay indicios que causan temor como una docena de botellas de vidrios enfiladas y destrozadas en el piso. «Cada vez escuchamos disparos. No sabemos qué irán a hacer esos jóvenes. No le miento que hasta dinamita hemos escuchado», dijo otra vecina.

A medida que pasan los minutos, se observan tres vehículos 4 x 4 conducidos por jóvenes que ingresan al lugar, en uno de ellos está una pareja. Se dirigen al fondo del sector, en las faldas de las montañas, donde no se los divisa.

«Siempre vienen con autos finos, de esos caros, y parece que sólo a tomar y a hacer otras cosas», relata la vecina.
Dijo que hace dos semanas vio a dos muchachos y una joven consumiendo bebidas alcohólicas en un auto último modelo.

«Veía cómo le hacían tomar y cuando he vuelto más o menos a las 17.00 de pastear mis ovejas, ella ya estaba bien borracha y los otros chicos la estaban cargando. Qué cosa le habrán dado».

Poco a poco anochece y el sector se hace más tenebroso por la falta de iluminación de luz eléctrica. Es muy fuerte el silbido del viento que no estremece en nada a los dos árboles quemados, testigos de las acciones que realizan jóvenes cada noche en sus vehículos y que dejan rastros como colillas de cigarrillos, preservativos y hasta toallas higiénicas.

Nadie sabe qué sucedió con las tres casas artesanales de ladrillos derruidas en el lugar. Es como si un camión las hubiera aplastado.

Las vecinas comentan que este sector no es parte del Pueblo Sofía, y aseguran que le pertenece a un banco. «Pero parece que lo han abandonado. Nadie viene a construir», dijo una de ellas, mientras retornaba a su hogar.

Los vecinos piden mayor control de  la Policía

Las vecinas del sector de Jupapina piden mayor control policial en el sector conocido como Pueblo Sofia. Denuncian que llamaron muchas veces a los efectivos y nunca llegaron al lugar.

«Ya no sabemos qué hacer, porque nos da miedo que vaya a pasar algo. Es que tanto toman y escuchamos hasta disparos. Es bien peligroso», manifestó doña María al regresar a su casa cuando casi oscurece.

Al ingresar al sector de Pueblo Sofía se pudo evidenciar que sólo en un lugar, en una aparente canta de cemento, existe iluminación eléctrica, pero al atravesar los puentes y subiendo la montaña ésta no existe.

Las vecinas manifestaron que llamaron muchas veces a la Policia para denunciar el constante consumo de alcohol por parte de jóvenes, pero nunca llegó.

La Razón intentó comunicarse con el teléfono de referencia de Pueblo Sofia, pero nadie contestó. 

MÁS ACERCA DEL TEMA

Miradores

Se evidenció que también existe bastante consumo de bebidas alcohólicas en diferentes miradores de la ciudad de La Paz y El Alto. De igual forma en zona alejadas que no cuentan con iluminación. Vecinos de esas zonas denuncian falta de control de la Policía.

Imprudencia

Las vecinas de Jupapina denunciaron además que los jóvenes que ingresan a consumir bebidas alcohólicas en el sector casi abandonado, conducen a toda velocidad y con la radio en alto volumen.