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Sugieren incluir materia sobre el abuso del alcohol

Durante la última semana, el senador Fidel Surco estuvo involucrado en un accidente de tránsito. Una niña de 14 años murió prácticamente masacrada en El Alto, los acusados fueron unos amigos de ella. En Virginia (EEUU) un boliviano estuvo involucrado en un accidente que acabó con la vida de una religiosa… Todos estos hechos tienen  un denominador común: el alcohol.

El director ejecutivo de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza, Óscar Aguilar explica que en el país se consume alrededor de tres y medio millones de hectolitros de cerveza. «Eso quiere decir, más o menos, 33 litros de cerveza por habitante durante cada año».

Y, continúa: «No hay una cultura de alcohol y lamentablemente el boliviano parece que tiene la costumbre de tomar los 33 litros en 3 ó 4 fiestas».

El problema no es la cerveza, según Aguilar, sino los otros productos con alcohol. «Según el registro anual de Aduana, en 2009 ingresaron al país más o menos 750.000 litros de alcohol legales. Si suponemos que existen 10 veces más los alcoholes ilegales, entonces hablamos de unos siete millones y medio de litros de alcohol que ingresa al país».

El Viceministerio de Seguridad Ciudadana está preocupado por el tema y elaboró un proyecto de Decreto Supremo que regula el consumo y expendio de bebidas alcohólicas.

Esto, con el fin de «generar una política de conciencia  y lucha contra el consumo excesivo de alcohol, a efec tos de advertir y disminuir los daños que produce a la salud  integral del ser humano, a la desintegración familiar y los riesgos para terceros».

Se busca, sobre todo, proteger a los menores de edad.

Una de las propuestas del Viceministerio es la incorporación en la currícula educativa de  la materia «Educación y prevención de consumo de alcohol y sus consecuencias».

Según Ana María Vargas, del Centro de Promoción Integral  (Ceprosi) la medida sería útil para hablar del tema en la edad escolar y evitar problemas futuros.

El proyecto también prohíbe entregar licencia de funcionamiento a establecimientos que vendan bebidas alcohólicas situados a menos de 300 metros de establecimientos educativos, deportivos y de salud.

Si se logra aprobar el decreto también estará restringido el consumo de alcohol en las calles, en lugares de espectáculos artísticos y deportivos.

Tampoco será posible tomar bebidas alcohólicas de 06.30 a 18.30, de lunes a viernes, excepto en los predios donde la bebida sirva de acompañamiento a los alimentos.

Está previsto que las botellas tengan una advertencia sobre los riesgos del consumo (para más información vea el recuadro de la derecha).

Aguilar explica que la empresa cervecera del país está dispuesta a acatar las normas: «Siempre y cuando éstas se encuentren en términos razonables. Sería poco probable pensar que no habrá una tienda a una distancia corta de una unidad educativa.

Además, las normas deben estar acordes con el impacto que produce; por ejemplo, no se puede comparar al whisky con la cerveza porque tienen grados de alcohol diferentes».

El proyecto es revisado por el Ministerio de Gobierno. Ahí radica la  propuesta para aminorar la cultura alcohólica que existe en el país.

La cultura alcohólica en debate
El jueves se organizó el evento «Nuestra cultura alcohólica debe cambiar». Debatieron el Centro de Promoción y Salud Integral, la Plataforma de la Mujer, la Policía Comunitaria, juntas vecinales de la zona Max Paredes, la Oficialía Mayor de Desarrollo Humano y la Dirección de Cultura Ciudadana de la Alcaldía.

Advertencia en la botella
El proyecto de Decreto Supremo que regulas el consumo y expendio de alcohol indica lo siguiente: «Las bebidas alcohólicas que se comercialicen deberán llevar la advertencia ‘El exceso del consumo de alcohol es dañino para la salud’ y ‘venta prohibida a menores de edad’». La medida fue redactada por el Viceministerio de Seguridad Ciudadana.

A partir de la aprobación de esta norma, algo que casi se da por descontado en esta cartera gubernamental, cada botella deberá llevar aquella advertencia en la etiqueta o elemento publicitario del envase en letras mayúsculas, legibles en contrastes al fondo, en un 10% de la etiqueta.

La medida tiene como antecedente la campaña antitabaco que se asumió en el país. En cada cajetilla hay una frase que indica los riesgos que existe al fumar.

Óscar Aguilar, director ejecutivo de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza afirma que las empresas nacionales están dispuestas a someterse a la norma. «No tenemos problemas en colocar en la etiqueta que el consumo debe ser de mayores edad y que debe ser un consumo responsable».

Aguilar recalca que la cerveza es la bebida alcohólica más sana «siempre y cuando las personas tomen con responsabilidad».
La venta de cerveza, explica el director, genera trabajo en Bolivia y por lo tanto hay que hacer normas que se ajusten a las empresas legales que «apoyan a la industria y al mercado laboral en el país».