24 incendios dañan 208 ha del Parque Tunari
Quema. Los encargados del área protegida no identifican a responsables
En lo que va de este año, 24 incendios registrados en el Parque Nacional Tunari provocaron la destrucción de 280 hectáreas del área protegida, principalmente pajonales y algunas especies forestales.
El responsable del parque Tunari, Cecilio Salvatierra, informó de que los incendios «empezaron en junio de este año y el último tuvo lugar el domingo 8. Aunque no hay pérdidas de especies protegidas, ésta es una alerta a los pobladores de la zona», dijo.
Especies forestales nativas como chillcas, molles, kewiñas y eucaliptos fueron consumidas por las quemas. No se cuantificó la cantidad, pero los registros aseguran que los incendios devoraron más pajonales. «Hemos tenido pérdidas, pero estos últimos incendios han sido más de alerta a la ciudadanía», sostuvo la autoridad valluna.
Apagar el fuego es una tarea complicada. Salvatierra informó de que en los últimos tres días se registraron incendios de magnitud que tardaron en ser controlados por el difícil acceso a la zona. Comenzaron el viernes 6, «en Candelaria se quemaron cuatro hectáreas, la mayoría pastizales y algunas especies nativas como la chillca, kewiña, molle, algunos eucaliptos muy dispersos. El sábado por la tarde, en Bella Vista, Quillacollo, se quemaron unas 35 hectáreas de pastizales, no plantaciones, y el domingo hubo otro incendio en la zona norte de Taquiña, tras la fábrica, 15 hectáreas de pajonales también (se consumieron)».
«Estamos investigando quiénes ocasionan los incendios para pasar el dato a la Fiscalía de Medio Ambiente, no hay señales por el momento de qué o quién originó el fuego», señaló.
Los incendios al interior del Parque Tunari se generan usualmente por la noche, según Salvatierra. Tiene que ver mucho con las propiedades existentes al interior de la reserva, las comunidades y el turismo.
Causas. «Algunas personas que viven dentro (del área) causan las quemas, no sólo los propietarios de casas, también es un Parque Nacional con comunidades que viven de la agricultura y ganadería que, en esta época, preparan barbechos y por descuido se les va, el tercer tema es turismo, acampan y no apagan las fogatas», declaró.
Estos tres factores añadidos a corrientes de aire y la facilidad con que el fuego corre en pajonales ocasionan las quemas que «no son incendios forestales», aseguró la autoridad.
Son 19 personas, dependientes de la Gobernación, que trabajan en el área protegida. Carmen Rodríguez, secretaria Departamental de Medio Ambiente, informó de que las recurrentes quemas propician reuniones de coordinación para prever una atención inmediata.