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Temen brote de la peste bubónica en Apolo

El Gobierno, a través del Servicio Departamental de Salud de La Paz (Sedes), inició tareas preventivas ante un eventual brote de peste bubónica en Apolo, después de que Perú declaró alerta sanitaria por la aparición del mal.

El responsable de la Unidad de Epidemiología del Sedes La Paz, René Barrientos, informó que tres técnicos de la entidad fueron enviados a la región de Apolo para que investiguen si hubo o no aumento de pulgas (vector transmisor de la enfermedad), además del incremento de roedores, que alojan al insecto en sus cuerpos.

«Como Sedes hemos enviado a tres personas a la única región pestígena del país, que es Apolo, para hacer la investigación sobre  la densidad de pulgas en la zona y la próxima semana se ingresará con más técnicos para informar a la gente sobre las medidas sanitarias que deben aplicar, y dar a conocer cómo en la década de los 60 murieron todos los pobladores de la comunidad Machua, en ese municipio (por la peste bubónica), y se tuvo que quemar todo», dijo.

Según los datos de la Unidad de Epidemiología, Apolo se constituye en la única zona pestígena del país por su característica geográfica y por ser un reservorio de los roedores salvajes, es decir el ratón rutus ratus, que se constituye en el albergue de la pulga.

El Sedes realizó un estudio de la zona y estableció que la misma capital del municipio de Apolo, además de siete comunidades fronterizas con el Perú, son las áreas consideradas como pestígenas, donde estarían establecidos alrededor de 6.000 habitantes.

Barrientos describió que luego de que la pulga (infectada con la bacteria yersinia pestis) pica al hombre y tras un periodo de incubación de entre dos a ocho días, aparece bruscamente un cuadro de fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y astenia (debilitación del estado general). Luego de algunas horas o días, la persona nota la presencia del bubón —protuberancia dolorosa al tacto, de uno a 10 centímetros de diámetro—, que se localiza generalmente en las regiones inguinal, axilar o en el cuello y que, en ocasiones, pueden supurar (echar pus).

«Se debe sospechar la existencia de peste bubónica cuando una persona tiene síntomas tales como fiebre, escalofríos, cefalea y agotamiento extremo, con antecedentes de posible contacto con roedores, conejos o pulgas», dijo.

Barrientos manifestó que la primera medida sanitaria que se debe tomar es aislar al paciente, reponer líquidos y estabilizarlo. «El tratamiento antibiótico debe iniciarse al momento con estreptomicina, gentamicina y tetraciclina, son útiles cuando no se dispone del primer fármaco. Los bubones remiten sin necesidad de tratamiento local, pero en la primera semana de tratamiento pueden volverse fluctuantes y aumentar de tamaño», detalló.

Indicó que para evitar llegar a este extremo, se enfatizará en las medidas de control sanitario en la zona. Si se detecta el aumento de pulgas y roedores, se desinfectará las viviendas y alrededores y se ayudará a cortar la hierba.

Los Tipos de la peste

Bubónica
Son lesiones purulentas, necróticas y hemorrágicas en órganos.

Septicémica
No tiene bubones y las bacterias se diseminan por la sangre.

Neumónica
La más grave es viral y de transmisión oral. Mata en 72 horas.

El mal y las secuelas en el mundo

La peste bubónica es provocada por la bacteria yersinia pestis, denominada así en honor a André Yersin, microbiólogo francés que logró aislar e identificar la enfermedad en Hong Kong en 1894. Es una patología causada por ratas y otros roedores que la portan, pero no es patógeno para ellos, y afecta al hombre a través de los ectoparásitos como la pulga.

La primera pandemia se dio en el antiguo Egipto y se cree que produjo la muerte al 50% y 60% de la población del Norte de África, Europa y Asia Occidental. La segunda y más grave se dio en el siglo XIV. Se calcula que produjo una mortandad en torno a los 25 millones de personas, más de un tercio de la población mundial de entonces.

La Organización Mundial de la Salud informa de la existencia de 1.000 a 3.000 casos de peste al año en el mundo.

En la actualidad existen focos permanentes en zonas montañosas y desérticas de Brasil y Estados Unidos. La peste sigue activa también en algunas zonas de África, Asia y Sudamérica. En las zonas endémicas de peste, la mayoría de los casos afecta a la población indígena.

En Estados Unidos, la última epidemia humana ocurrió en Los Ángeles, entre los años 1924-1925.

Perú busca evitar que la enfermedad llegue a Lima

El decano del Colegio Médico de Perú, Ciro Maguiña,  alertó que la peste bubónica  podría extenderse a otros departamentos de la costa como Áncash, Lambayeque y Lima, la capital del país, informaron las agencias locales.

El galeno explicó que la expansión se daría a través de una complicación de la enfermedad, denominada peste neumónica, «que es aún más nociva», debido a que el bacilo se transmite por la vía oral.

Maguiña manifestó que la peste podría llegar a muchos lugares, debido a que las ratas pueden viajar varios kilómetros y mantenerse en las zonas con viviendas en mal estado y con alto grado de pobreza, o también a través de la ropa de la gente (donde puede estar la pulga) de las zonas endémicas.

El martes 3 de agosto, el ministro de Salud de Perú, Óscar Ugarte, informó que un joven de 14 años murió por la peste bubónica, debido a que no recibió un diagnóstico a tiempo, mientras que 31 personas resultaron afectadas, así como un número indeterminado de animales, entre perros y gatos.

El ministro peruano señaló que las autoridades declararon alerta epidemiológica con revisiones en puertos, con el fin de que mediante la fumigación u otros procedimientos «se impida que la peste ingrese a grandes ciudades como Lima, Piura, Lambayeque y otras».

Ugarte indicó que la muerte del paciente con peste se dio el 26 de julio en la ciudad de Cartavio. Dijo que se contabilizaron 25 casos de peste bubónica; cuatro de neumónica (cuando la bacteria llega a los pulmones), entre ellos dos médicos; y dos de peste septicémica (la bacteria llega a la sangre).