Icono del sitio La Razón

Los padres pueden identificar si su hijo sufre agresiones

La persecución física y/o psicológica a un estudiante por parte de otros como él, se llama bullying. Esta forma de violencia puede pasar inadvertida, pero hay indicios de que los padres pueden detectar.

En pasados días, cinco estudiantes del colegio privado Franco Boliviano en Santa Cruz fueron suspendidos temporalmente tras haber agredido físicamente a un compañero y creado un sitio en internet con mensajes de discriminación racial.

Según el psicopedagogo Alejandro Castro, «cuando un estudiante sufre el bullying, cambia de actitudes». Es en este sentido que los padres deben estar atentos para ayudarle, si es el caso. 

Un indicio notorio es un rechazo muy fuerte, no usual en el niño o adolescente en concreto, a asistir a la escuela o colegio. También suele bajar el rendimiento escolar. Asimismo, no hablará de amigos o amigas y no mostrará interés en organizar actividades con sus compañeros. Es posible que pida dinero extra y que llegue del colegio con daños materiales en su vestimenta o material de estudio. Puede también tener un ánimo triste o irritable, dice Castro. 
Sandra Pérez, directora  de la guardería El Jardín, asegura que ya desde este nivel se presentan estas reacciones.

Ocurre que «los menores reproducen la violencia que viven en casa» (por la actitud de los padres e incluso por la televisión y los videojuegos) y pueden hacer que sus compañeros  sean las víctimas de ello.

Una forma de ayudar a los niños a saber defenderse de las agresiones es, dice el psicopedagogo, formar niños seguros. La sobreprotección, en cambio, hace que se «autoperciban frágiles».